¿El virus de la COVID-19 se originó en un laboratorio? Alcances sobre el informe del Departamento de Energía de EE. UU.

¿El virus de la COVID-19 se originó en un laboratorio? Alcances sobre el informe del Departamento de Energía de EE. UU.

Aunque el FBI y el Departamento de Energía de los Estados Unidos sostienen, con confiabilidad baja y moderada respectivamente, que la transmisión del virus de la COVID-19 se debe a una fuga de laboratorio, la mayor parte de la comunidad científica todavía se inclina por la hipótesis del contagio natural en la que un animal habría servido de nexo entre los murciélagos y los humanos.


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El último 26 de febrero, el prestigioso diario The Wall Street Journal publicó un artículo revelando que un informe confidencial de inteligencia del Departamento de Energía de Estados Unidos había concluido “con baja confiabilidad” que el origen posible de la pandemia era una fuga de laboratorio.

Dos días más tarde, el director de la Oficina Federal de Investigación (FBI) de los Estados Unidos, Chris Wray, en una entrevista para Fox News, reafirmó la posición de la institución de señalar que “lo más probable” es que la propagación del SARS-CoV-2 se haya debido a un potencial incidente en un laboratorio en Wuhan (“confiabilidad media”).

Ambos hitos han causado gran revuelo en múltiples círculos. Algunas personas han malinterpretado la información y han indicado que ambas organizaciones concluyeron que se trata de una fuga de laboratorio. Sin embargo, la discusión sobre el posible origen del virus es más compleja.

 Publicación viral que malinterpreta la información. Foto: captura de Facebook

Publicación viral que malinterpreta la información. Foto: captura de Facebook

La fuga del laboratorio, una hipótesis de “confiabilidad media y moderada”

En primer lugar, es necesario explicar que los informes de inteligencia de los Estados Unidos califican sus hallazgos como: de confiabilidad baja, moderada y alta. El emitido hace poco por el Departamento de Energía usa el primero de los rótulos. El del FBI, el del medio.

Otras cuatro agencias del Gobierno de Estados Unidos y el Consejo Nacional de Inteligencia siguen sosteniendo la hipótesis de que el virus se insertó en la humanidad de manera natural (es decir, a través de un contagio animal y mutaciones que permitieron que se transmita de humano a humano), con “confiabilidad baja”. 

En total, serían dos las agencias de inteligencia (Departamento de Energía y el FBI) que abogan por la teoría del escape del virus del laboratorio, cuatro por el contagio natural y otras dos se mantienen indecisas, según el reporte de The Wall Street Journal.

Otras investigaciones a favor de ello son las realizadas desde la Comisión de Salud del Senado por el Partido Republicano y algunas del Departamento de Estado. El grado más alto de confiabilidad es el del FBI: “moderada”. 

Todas estas organizaciones han reconocido que no pueden asegurar con certeza que el origen del virus se deba a una de las dos hipótesis. La razón principal es la poca colaboración que ha tenido el Gobierno chino con las iniciativas para dilucidar el inicio del SARS-CoV-2. Este poco nivel de evidencias, de acuerdo al especialista y epidemiólogo Antonio Quispe, también está presente en el ámbito académico.

“La pandemia no fue un plan chino”

En el artículo de The Wall Street Journal, se explica que aunque el Departamento de Energía y el FBI sostienen que la inserción del virus a los humanos se debió a una fuga de laboratorio, ambos organismos indican que esta no fue intencional.

Es decir, que el SARS-CoV-2 no es un plan del Gobierno chino por reducir a la población o diezmar países enemigos, como se aseguró en varias teorías conspirativas por algún tiempo. La causa fundamental sería un descuido del laboratorio, una “fuga involuntaria”.

Existe una explicación que combina la hipótesis de la transmisión natural con el escape de laboratorio. El virus habría sido extraído de algún animal y conservado en uno de estos lugares sin recibir manipulación genética. Luego, se infiltró en el exterior debido a alguna falla de bioseguridad. 

De hecho, a una conclusión parecida habían llegado las agencias de espionaje estadounidense en 2021

Por ahora, la teoría más probable es la de la transmisión natural

La mayor parte de la comunidad científica, la OMS y, como ya señalamos, la mayoría de las agencias de inteligencia de Estados Unidos se inclinan por la hipótesis de que el contagio del virus a los humanos se dio de manera natural a través de un animal intermedio entre las personas y los murciélagos. Luego, tuvo una mutación que permitió su transmisión entre humanos.

Algunos estudios importantes han concluido que en el material genético del SARS-CoV-2 no se han hallado trazas que indiquen algún tipo de manipulación. Este es uno de los argumentos más relevantes para señalar que probablemente el virus no haya salido de uno de estos sitios.

Aunque algunos especialistas manifiestan que, dada lo avanzada que está la ingeniería genética, es posible que cualquier cambio hecho al ADN del virus sea muy difícil de encontrar.

Otra evidencia fuerte para señalar que la transmisión ocurrió de forma natural es el análisis de su recorrido. Todos los primeros casos en humanos de los que se tiene conocimiento tienen relación con el Mercado Mayorista de Mariscos de Huanan, en Wuhan. 

Probablemente, allí el agente infeccioso haya saltado de algún animal a los humanos. No existen reportes confiables de casos anteriores de infección.

Cabe destacar que, aunque varios científicos y funcionarios consideran el contagio natural como el más plausible, estos mismos han pedido múltiples veces mayor investigación sobre la teoría de la fuga de laboratorio.

Los problemas de la hipótesis de la transmisión natural

Quizás el mayor problema que tenga hasta ahora la hipótesis de que el SARS-CoV-2 se transmitió al humano de manera natural es que no se ha encontrado un virus en la naturaleza con una composición genética lo suficientemente cercana. De hecho, no se sabe con seguridad desde qué animal saltó este agente infeccioso a las personas.

El virus más similar encontrado es el denominado RaTG13, con 96,2%, de acuerdo a un artículo de The Wall Street Jorunal de 2021. Este fue identificado en un murciélago de Yunnan, según la investigadora que publicó los hallazgos. 

La región está en el ojo de las sospechas porque en 2012 algunos trabajadores que se encontraban limpiando una cueva con murciélagos adquirieron un virus que les desencadenó una neumonía de síntomas similares a los de la COVID-19. El laboratorio de Wuhan un año después tomó varias muestras del lugar y se ignora qué destino tuvieron. Ahora, el Gobierno chino no deja ingresar a nadie a hacer las indagaciones.

Otra fuente de suspicias, de acuerdo a Antonio Quispe, es que Wuhan es la ciudad que tiene la mayor cantidad de laboratorios tiene especializados en coronavirus en China. Entre estos, se encuentra el Instituto de Virología, que ya había exitosamente creado virus con potencial de pandemia.

Posibles intereses políticos

Por último, cabe explicar que desde hace tiempo Estados Unidos y China compiten por ocupar el primer puesto en la predominancia económica del mundo. Muchos expertos lo han calificado como una nueva guerra fría. En ese sentido, dos expertos señalaron, para el Centro Médico de Ciencia de España, que bien podría tratarse de “una estrategia de guerra de comunicación”.

Antonio Quispe, por su lado, explicó que la posición a favor de las teorías de la fuga del laboratorio de las agencias de inteligencia del país norteamiericano efectivamente puede deberse a fines geopolíticos. Sin embargo, la discusión académica, señaló, también debate entre las dos hipótesis. Y esta requiere de filtros más rigurosos y transparentes para poderse publicar.

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Bachiller en Comunicación por la Universidad de Lima. Redactor web de Verificador, la Unidad de fact-checking de La República. Fue editor general de #NoNosRepresentan, iniciativa de periodismo didáctico sobre temas políticos y conflictos sociales. Le gustan la poesía y la astronomía. Interesado en el periodismo de investigación.