Es falso que el consumo de agua de caño puede perjudicar a la glándula tiroides
De acuerdo a especialistas consultados, la concentración de flúor en el agua es baja. Por ende, no significa un riesgo para la salud.
En redes sociales está circulando un video de un aparente médico llamado Frank Suárez donde hace una supuesta advertencia sobre la relación entre el agua fluorada y la glándula tiroides. En el clip, Suárez asegura que “Esa agua que tiene fluoruro, ya se ha descubierto con los estudios, que tiene un efecto muy dañino sobre la tiroides”.
El video lleva el título “Agua con veneno” y cuenta con más de 128.000 reproducciones, más de 6.000 reacciones y recibió más de 500 comentarios. Sin embargo, difunde información engañosa.
Publicación falsa sobre el agua de caño. Foto: captura en Facebook.
El consumo de agua de caño no afecta a la función tiroides
De acuerdo a expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), si bien el fluoruro es considerado “potencialmente tóxico”, su uso en bajas concentraciones sí puede ser utilizado para cumplir funciones esenciales. En el caso del agua potable, el valor que se recomienda utilizar es 1.5mg, según la institución.
Además, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, añaden que en Estados Unidos, donde se utiliza el flúor en el agua, raras veces se han presentado casos de intoxicación por consumo de esta sustancia. Según informan, ello solo ha ocurrido en personas que consumen niveles 30 veces más altos de lo recomendado.
Al respecto, el médico endocrinólogo Fernando Quinto, de la Red Prestacional Rebagliati, explicó a Verificador que aún no hay estudios suficientes que confirmen que el consumo de fluoruro pueda perjudicar a las personas que padecen de tiroides. “Aún no hay nada concluyente que relacione directamente la función tiroidea con la fluoración del agua. En un paciente que es hipotiroideo o hipertiroideo, más importante es el aporte del yodo que el del flúor”, precisó.
Asimismo, el especialista aseguró que no se puede calificar el consumo de agua de caño fluorada como un riesgo para las personas con problema tiroideo. “No hay ninguna evidencia en este momento que nos confirme que una paciente con problemas en la función tiroidea va a tener una deficiencia o alteración por el consumo de agua fluorada”, dijo.
De igual manera, Alfonso Apesteguia, director del Centro de Información, Control Toxicológico y Apoyo a la Gestión Ambiental (CICOTOX) de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UNMSM, indicó a este medio que la presencia de fluoruro en el agua potable no representa un riesgo para la salud, ya que el flúor está presente en niveles bajos. “Las probabilidades de que una persona se vea perjudicada por consumir agua de caño son bien bajas. Por esta razón, el agua mantiene concentraciones bajas de flúor. Si tuviera una concentración mayor, ahí podríamos decir que sí. Pero, con los porcentajes de fluoruro que manejan los países, es poco probable”, afirmó.
Sin embargo, aunque esto no signifique un riesgo para la salud de los ciudadanos, es importante hervir el agua antes de ser consumida. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), este método permite eliminar los organismos causantes de enfermedades, virus, bacterias y otros parásitos.
¿Los nazis incluían el flúor para implementar una “sumisión controlada” por sus complicaciones con la glándula tiroides?
Durante la transmisión en vivo viral, Frank Suárez mencionó que los nazis añadieron flúor al agua potable de los campos de concentración para perjudicar la salud de los judios. Sin embargo, esto es falso.
Patricia Hereber, historiadora especialista en los experimentos practicados por los nazis, mencionó al portal Politifact que los experimentos médicos que inventaron los nazis no incluyeron fluoruro para el control mental. Además, añadió que en los campos de concentración apenas se entregaba agua.
El medio mencionado también se contactó con historiadores del Holocausto para consultar sobre la supuesta estrategia de los nazis de añadir fluoruro al agua potable para perjudicar a los judíos. Sin embargo, según Politifact, los especialistas descartaron esta versión.
Conclusión
El consumo de agua potable fluorada no perjudica a la función tiroidea. Según especialistas consultados por Verificador, el fluoruro en el agua se encuentra en baja concentración y no representa un riesgo para la salud. Tampoco para las personas con problemas tiroideos. Por ello, calificamos esta publicación viral como falsa.
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