Durante su participación en un debate enfocado en la crisis ecológica y climática, Marco Arana, candidato presidencial por el Frente Amplio, manifestó que el acceso al agua y saneamiento será una “prioridad” en su gobierno. Asimismo, el aspirante a Palacio resaltó que “8 millones de peruanos no tienen agua”. No obstante, la información es imprecisa.
“Nosotros vamos a hacer que sea prioridad el tema del derecho al agua y saneamiento en todo el Perú. Ocho millones de peruanos no tienen agua. Las aguas están contaminadas; las aguas están escasas; los alcaldes no priorizan esas obras o, en todo caso, hay mucha corrupción”.
Esta información es imprecisa.
Después del encuentro electoral, la transmisión organizada por la Coalición de Medios Independientes superó las 3.000 visualizaciones en la plataforma de YouTube.
En comunicación escrita con esta plataforma, el equipo de prensa del Frente Amplio envió un artículo publicado en la web del proyecto de desarrollo humano Oxfam. En él —sin especificar fecha ni fuente de información— se menciona que “entre 7 y 8 millones de peruanos/as aún no tienen agua potable”.
En una búsqueda virtual, se verificó que el mismo contenido se replicó en el sitio Actúa.pe el 22 de marzo del 2016. Cabe precisar que, si bien ambas notas abordan el déficit de acceso al agua potable en el país, durante su declaración inicial dentro del debate, el candidato Arana no especificó que con la cifra expuesta no se refería al acceso al agua, sino al consumo de agua potable, dos conceptos totalmente distintos. Es decir, no precisó si hablaba de la calidad o del tipo de conexión de este servicio.
¿Hay “8 millones” de ciudadanos que “no tienen agua” en el Perú?
Respecto al tipo de conexión, un último informe técnico del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) mostró que —hasta setiembre del 2020— el 90,3% de la población, lo que equivale a cerca de 29,5 millones de peruanos, pudo consumir agua desde una red pública. No obstante, el 9,7% no tuvo acceso a este recurso vital o accedió a él desde una acequia, río, camión cisterna u otra fuente alternativa. Con la cifra de peruanos registrados hasta el 30 de junio del 2020, estos números se traducen en cerca de 3,2 millones de ciudadanos que viven sin agua en el país. Esto indica que la ciudadanía que no tiene agua es menor a 8 millones.
Fuente: Informe Técnico ‘Condiciones de vida en el Perú’ - INEI.
De acuerdo con el ingeniero agrícola Ronald Ancajima, algunas zonas rurales y la mayoría de zonas urbanas se abastecen de agua mediante un “sistema” conocido como red pública. El especialista declaró a este medio que, a diferencia del sector urbano, en el entorno rural el proceso de captación se origina desde fuentes como “un puquio, agua subterránea, pilones o desde un pozo”.
Desde un criterio de calidad, el boletín Perú: Formas de acceso al agua y saneamiento básico del INEI informó que, hasta abril del 2020, el 68,2% —lo que equivale a más de 22 millones de peruanas y peruanos— consideró que el agua que consumía desde una conexión de red pública era potable. No obstante, el 22,6% de la ciudadanía —lo que representa a 7 millones 355 mil personas— reconoció que el servicio hídrico del que se abastecía no era potable. A partir de la percepción de la población que tuvo acceso a este recurso, menos de 8 millones de personas en el Perú consumieron agua no considerada potable hasta esa fecha.
Fuente: Boletín ‘Perú: Formas de acceso al agua y saneamiento básico’ - INEI.
En diálogo con PerúCheck, el economista e investigador Ismael Muñoz destacó que para considerar el agua como potable, esta debe reunir ciertas características que la conviertan en un recurso con “servicio de calidad”. “El servicio de calidad es cuando uno tiene el agua potable clorificada; en buen estado para ser utilizada domésticamente. Que llega con oportunidad, es decir, que cuando uno la necesita, la tiene. Y, además, que no es cara. Es un servicio tan esencial que no puede ser caro”, remarcó.
Para Martha Bell, especialista en geografía y medio ambiente de la PUCP, el no tener acceso al agua potable no solo genera “déficit en otros servicios”, también establece desigualdades de género. “Si uno tiene que conseguir agua de un camión cisterna, se pierden muchas horas del día cuando uno podría estar trabajando mientras espera la llegada. Y, generalmente, ese trabajo recae en las mujeres que pierden oportunidades laborales y de educación solo por esperar al camión de agua”, aseguró.
Para corroborar la actualización de los datos, este medio intentó comunicarse con el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento. Desde el área de prensa de la institución informaron que se encontraban resolviendo esta consulta. Sin embargo, hasta el cierre de esta investigación, no se obtuvo una respuesta.
El especialista en economía del agua Ismael Muñoz sostuvo que la cifra superior al 90% de peruanos que se abastecen de esta fuente vital “no quiere decir que su acceso sea de calidad”. Por su parte, la experta Martha Bell detalló que “tener una conexión a la red” pública en casa no garantiza que este servicio llegue “con seguridad” las 24 horas del día.
El ingeniero Ronald Ancajima también indicó que, si bien se ha “avanzado bastante” en el abastecimiento de agua potable y segura en las ciudades, en el medio rural no es “tanto así”. En ese sentido, Bell coincidió en que aún “es un reto” hacer posible que más personas de las zonas rurales sigan accediendo a este servicio.
Aunque el Perú es “el séptimo país con mayor disponibilidad de agua en el mundo”, según Ancajima, algo que falta es “hacer planes de gestión que determinen, fundamentalmente, cuál es la oferta del agua” y en qué cantidad y momentos esta vendrá al hogar. “Entonces, la demanda prioritaria debería ser a través del consumo poblacional”, comentó.
PerúCheck concluyó que, de acuerdo con las cifras oficiales del INEI, la información del candidato Marco Arana es imprecisa. Sobre la calidad de este servicio, la institución detalló que, hasta abril del 2020, 7 millones 355 mil personas consideraron que el agua que consumían desde una red pública no era potable. Respecto al tipo de abastecimiento, hasta setiembre del 2020, aproximadamente 3,2 millones de ciudadanas y ciudadanos no tuvieron acceso al agua desde una red pública. Esto quiere decir que, aunque la cifra es considerable, la cantidad de personas que “no tienen agua” es menor a “8 millones”.
Cabe resaltar que el equipo de prensa del aspirante a la presidencia de la República envió la publicación que consultaron para hablar del déficit de este recurso. Sin embargo, Arana —en su declaración inicial del debate— no especificó que cuando decía “agua” se refería a su clasificación por calidad (potable) o por tipo de conexión (red pública o fuentes alternativas), como sí se detalló en el texto de referencia.
Fact-checking elaborado por Alda Bernaola de Verificador de La República para la alianza PerúCheck.
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