“Por qué no uso mascarillas”, se titula un post en Facebook que comparte una serie de desinformación en torno al uso de cubrebocas. Algunas de las afirmaciones allí mencionadas han sido explicadas anteriormente por Verificador.
Tal es el caso de bulos que aseguraron que las mascarillas causan hipoxia o que estas no nos “sirven” porque los virus son más pequeños.Por ello, en esta verificación nos limitamos a comprobar dos afirmaciones relacionadas a la transmisión del virus y al uso de mascarillas.
mascarilla, falso
En la publicación se compara la respiración humana con la combustión para concluir que las personas exhalan monóxido de carbono y que, a largo plazo, podría desarrollar carboxihemoglobina. Sin embargo, eso es falso.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, la carboxihemoglobina es la intoxicación con monóxido de carbono en el que este compuesto químico se une con la hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno en la sangre.
No obstante, como demostramos en Verificador, el ser humano no expulsa monóxido de carbono durante la respiración. “Lo que nosotros liberamos con la respiración es dióxido de carbono”, aseguró el médico infectólogo Carlos Medina.
Así también lo confirma un artículo publicado en ScienceDirect — “El intercambio de gases”— que mencionó que los gases presentes en la respiración son el nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono y vapor de agua, mas no indicó al monóxido de carbono como uno de ellos.
Por su parte, la Fundación Mayo para la Educación e Investigación Médicas (MFMER) explicó que el monóxido de carbono se produce mediante la combustión de gasolina, madera, propano, carbón y otros combustibles.
Por ello, el principal causante de la carboxihemoglobina son los aparatos del hogar que producen combustión y que se encuentran en mal estado. “Todo lo que genera combustión es susceptible de generar monóxido de carbono: cocinas, estufas, quemadores de gas donde aparece la llama. Por lo tanto, hay que tener los sistemas de combustión en el domicilio bien regulados e inspeccionados”, declaró el neumólogo Ramón Fernández en el portal FarmacoSalud.
Por ello, no es posible que el uso constante de mascarillas cause dicha intoxicación, puesto que no exhalamos monóxido de carbono.
El post afirmó que los humanos también expulsamos material líquido o gaseoso a través de la piel por el sudor y vapor de agua; por ello concluyó que los poros serían una vía de transmisión. “Entonces los virus también podrían salir para contagiar por los aproximadamente dos millones de poros de nuestra piel”, señaló.
Sin embargo, los especialistas coinciden en que esa no es una posibilidad. Además, las entidades de salud internacionales no lo consideran como una vía de transmisión del SARS-CoV-2. La Organización Mundial de la Salud ha informado, con base en los estudios que se han realizado hasta el momento, que la transmisión del virus se da principalmente a través de las gotículas respiratorias, transmisión aérea (aerosoles) e incluso superficies contaminadas (fómites).
“El SARS-CoV-2 puede transmitirse por contacto directo, indirecto o estrecho con personas infectadas a través de las secreciones contaminadas (por ejemplo, la saliva, las secreciones respiratorias o las gotículas respiratorias) que se expulsan cuando una persona infectada tose, estornuda, habla o canta”, informaron.
Asimismo, precisaron que han detectado ARN del SARS-CoV-2 en otras muestras biológicas como las heces, la orina, la sangre y la leche materna; pero no mencionan a la piel como una vía de transmisión.
Además, sobre la transmisión fecal-oral resaltaron que “a la fecha no se han publicado informes relativos a la transmisión del SARS-CoV-2 por ese medio”. A su vez, sobre la transmisión a través de la sangre concluyeron que aún existen dudas sobre su importancia. En cuanto, a la transmisión de madre a hijo, indicaron que no hay datos científicos que apunten a que las embarazadas infectadas puedan transmitir el nuevo coronavirus a sus fetos y alentaron “a las madres con diagnóstico presunto o confirmado de COVID-19 a que comiencen a amamantar o sigan haciéndolo”.
Finalmente, los expertos en Ciencias Biológicas Manuel Peinado y Luis Monje manifestaron en The Conversation que “el virus no tiene posibilidad alguna de atravesar la piel”. Con ello coincidió el médico infectólogo Daniel Stecher, quien dijo a Chequeado que la evidencia que se tiene hasta el momento muestra que la transmisión se da por las mucosas y las conjuntivas (ojos, nariz y boca), pero no por la piel.
Por último, Verificador intentó comunicarse con Alejandro Mora, denominado como descodificador biológico (persona que ofrece un “acompañamiento emocional que no suple ninguna otra práctica médica o psicológica”, según el Instituto Ángeles Wolder) y a quien se le atribuye la publicación original del post. No obstante, hasta el cierre de la nota no se obtuvo respuesta.
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