Según varias publicaciones en redes sociales, el prestigioso medio estadounidense The Washington Post “confirmó” que la primera persona infectada con el virus SARS-CoV-2 —causante de la enfermedad del nuevo coronavirus— trabajaba en un laboratorio de China. Sin embargo, esto es falso.
“Washington Post confirma origen del paciente cero del coronavirus: era empleado del famoso laboratorio de virología de la ciudad china de Wuhan", decía el mensaje difundido desde mediados de abril. En Facebook, un post viral fue compartido más de 3.000 veces y en Twitter un hilo similar superó los 15.000 retuits.
Publicación tomó fragmentos de artículos y los descontextualizó para respaldar algo de lo que no hay pruebas.
El mensaje viral señaló como fuente a dos medios de Estados Unidos: la columna de opinión de Josh Rogin publicada en The Washington Post y un reporte de Bret Baier en Fox News. Ninguno de los dos artículos identificó al paciente cero.
En resumen, la columna de opinión, publicada el 14 de abril del 2020, precisaba que en el 2018 funcionarios de Estados Unidos reportaron que el Instituto de Virología de Wuhan tenía “debilidades de seguridad y gestión”. Asimismo, estableció que no se había descartado que el virus SARS-CoV-2 “vino del laboratorio” chino.
Debido a la expansión de la pandemia, estos cables volvieron a circular, haciendo que funcionarios estadounidenses se pregunten si había relación o no. Concluyó su columna citando al investigador Xiao Quiang y deslizando que era una “pregunta legítima” que debía investigarse. El autor dejó en claro que no había “pruebas concluyentes”.
Las advertencias buscaban pedir ayuda ante esta investigación "importante" y "riesgosa".
A la vez, en su nota aceptó que “no había evidencia” de que el virus hubiera sido diseñado en un laboratorio. Criticó el hermetismo de China sobre la COVID-19 y concluyó, citando al investigador Xiao Quiang, en que “era una pregunta legítima”.
En la columna de The Washington Post nunca se mencionó el trabajo del primer paciente conocido, solo se indicó que, aparentemente, “no tenía conexión con el mercado”. Tampoco se aseveró que el virus se gestó en el laboratorio de Wuhan.
El periodista de Fox News decidió publicar los pareceres de sus fuentes, a las que no identificó. Ellas basaron sus creencias en “documentos y pruebas clasificados” que tampoco fueron mostrados por el medio. Por último, deslindaron responsabilidad sobre la información aclarando que “no era definitivo”.
Fox News no ofreció pruebas sobre la información "no definitiva".
Parte de la administración de Donald Trump es de esta opinión. A fines de abril, el presidente de Estados Unidos afirmó que tiene sospechas de que el virus se originó en el laboratorio de China, tal como lo reportó DW, algo que ha sido negado por el Instituto de Virología de Wuhan, tal como reportó Global Times en la nota: “Virólogo de Wuhan advierte sobre conspiración de ‘virus filtrado’ iniciada en el extranjero”.
“El instituto desestimó los rumores de que su compañero de investigación Huang Yanling ‘es la primera persona en recibir COVID-19’”, indicó Global Times.
Inteligencia Nacional de Estados Unidos descartó que el virus se hubiera fabricado en un laboratorio. “La comunidad de Inteligencia también coincide con el amplio consenso científico de que el virus de COVID-19 no es ni artificial ni genéticamente modificado”, comentó la oficina del director de la Inteligencia Nacional estadounidense, Richard Grenell, en un comunicado que recogió EFE.
Por otro lado, la comunidad científica ha declarado que el origen del virus es natural, así como la Organización Mundial de la Salud (OMS), según Naciones Unidas. Esto se puede apreciar en la nota sobre el estudio “El origen próximo del SARS-CoV-2”, de Scitech Daily.
Además, los autores de uno de los artículos científicos de Nature que calificó la investigación en el laboratorio de Wuhan de “riesgosa”, marcaron distancia de las “teorías no verificadas” a través de una nota agregada en marzo del 2020.
No hay evidencia de que el coronavirus haya surgido en un laboratorio de Wuhan.
En ese contexto, ante las acusaciones de la administración de Donald Trump al Gobierno de China de secretismo, las autoridades chinas han optado por responderle que se ocupe de atender a los pacientes de COVID-19 en Estados Unidos.
The Washington Post nunca confirmó quién era el paciente cero del nuevo coronavirus, ni dijo que era empleado del Instituto de Virología de Wuhan. No hay pruebas para afirmar ello. Además, el laboratorio chino negó que los investigadores estén involucrados. Por lo tanto, es falso.