Evo Morales Ayma, el expresidente de Bolivia, indicó en Twitter que “tres informes serios” destruían los argumentos del análisis a las elecciones presidenciales realizado por la Organización de los Estados Americanos (OEA).
El político boliviano citó los artículos elaborados por Walter Mebane, profesor de la Universidad de Michigan; el Centro de Investigación Económica y Política Washington (CEPR) y otro de “más de 100 expertos”. “Los tres estudios afirman que no hubo fraude y ganamos en la primera vuelta”, aseguró Evo Morales.
Los estudios observaron las conclusiones del informe preliminar de la OEA.
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Sin embargo, esta última afirmación del expresidente de origen aymara es imprecisa. Si bien los informes que cita Morales Ayma cuestionan los resultados preliminares de la OEA, no concluyen que él ganó la presidencia de Bolivia en la primera vuelta.
Evo Morales necesitaba —según la Ley del Régimen electoral de Bolivia— más del 50 % de aprobación (mayoría absoluta) o el 40 % de los votos válidos emitidos con una diferencia de un 10 % como mínimo respecto a su contrincante más cercano para poder mantenerse en la presidencia.
Ley del Régimen electoral tiene como fecha el 30 de junio del 2010
De acuerdo a los resultados reportados por el Órgano Electoral Plurinacional boliviano, Evo Morales obtuvo el 47,08 % y su rival político Carlos Mesa, el 36,51 %. La diferencia entre ambos fue, aproximadamente, del 10,57 %.
Resultados fueron cuestionados por el informe de la ONU.
En ese contexto, la auditoría de la OEA arrojó un informe preliminar, presentado 11 días después de las elecciones, en el que denunció “irregularidades” durante los comicios del 20 de octubre. Especialistas y académicos observaron estas primeras conclusiones.
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En el caso del artículo elaborado por el profesor de la Universidad de Michigan, Walter Mebane, no se cuestiona si hubo fraude o no. Por lo tanto, no es cierto que lo descarta.
El autor de ‘Evidence Against Fraudulent Votes Being Decisive in the Bolivia 2019 Election’ parte de la afirmación de que, incluso cuando hubo o pudo haber “votos fraudulentos”, estos no fueron decisivos para el resultado.
De acuerdo al modelo 'eforensics’ —“nuevo, con capacidades que aún no se han entendido completamente"— los recuentos ‘fraudulentos’ ocurren en 274 de las 34551 mesas para las cuales se informan los votos.
“Incluso eliminando los votos ‘fraudulentos’, MAS tiene un margen de más del diez por ciento sobre Comunidad Ciudadana” (CC), concluye Walter Mebane, considerado un estudioso del fraude electoral. Pero, si todos los “votos robados” se acreditaran al partido opositor, el panorama sería distinto.
Una de las conclusiones del artículo del CEPR titulado ‘What Happened in Bolivia’s 2019 Vote Count?’ afirma que “la tendencia existente ayudó a Morales a ganar la elección de manera absoluta con un margen de más de 10 puntos porcentuales”.
Entre los argumentos para defender la victoria de Evo Morales en la primera vuelta, el informe expuso que los resultados eran consistentes con los patrones geográficos de votación.
“Los lugares rurales y más pobres, que han tendido a favorecer fuertemente a Morales, son más lentos para transmitir datos o enviar hojas de conteo a los tribunales electorales”, afirma el documento. Para sustentar ese punto, compara los votos que obtuvo el Movimiento al Socialismo (MAS) para el Ejecutivo y para el Legislativo en las últimas elecciones en Bolivia.
Además, afirma que el informe preliminar de la OEA no demuestra que existió fraude electoral. Es decir, señala inconsistencia de pruebas.
Comparación de los votos que obtuvo el MAS respecto a una elección pasada.
Economistas y especialistas en Estadística firmaron una carta, publicada en The Guardian, donde se adherían a las conclusiones del informe del CEPR (sección previa).
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Evo Morales renunció a la presidencia de Bolivia el 10 de noviembre. Aproximadamente un mes después, la OEA presentó el informe final ‘Análisis de Integridad Electoral: Elecciones Generales en el Estado Plurinacional de Bolivia’.
“A partir de la abrumadora evidencia encontrada, lo que sí es posible afirmar es que ha habido una serie de operaciones dolosas encaminadas a alterar la voluntad expresada en las urnas”, sentenciaron los expertos de la OEA, de acuerdo a AFP.
Dicho informe no puso en tela de juicio el margen de la victoria en primera vuelta, pero indicó que este era “mínimo, si se lo compara con el volumen de las manipulaciones y alteraciones detectadas”.
Aunque la OEA recopila cinco hallazgos, destacamos dos: el número 3 y el 4, ya que los puntos 1 y 5 son cuestionados por el CEPR.
El punto 1 y el punto cinco fueron cuestionados.
El hallazgo 3 indica que la cadena de custodia no garantizaba la legitimidad del material electoral. Dentro del informe detalla que se encontraron dos cédulas originales con errores. Ese fue considerado “un indicio de que no se cumplieron los procedimientos de destrucción de material excedente”. Además, el El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia “no proporcionó al equipo auditor el ‘Acta de Destrucción o Devolución’ que corresponde a la destrucción del material defectuoso, dañado o sobrante”.
El órgano electoral no detalló los casos en los que se descartó material.
Una incidencia relacionada al proceso electoral en Bolivia es la “denuncia de fraude en Potosí”. Ciudadanos ingresaron a un local donde se almacenaban cédulas de sufragio, indicando que no se estaba respetando su voto, tal como se aprecia en el video de Red Bolivisión, del 21 de octubre. Las autoridades indicaron que este era material que sobraba.
El hallazgo 4 del informe de la OEA indica que las actas de las elecciones bolivianas ingresadas en el último 4,4 % tenían un “número llamativo de observaciones”. “Adicionalmente, resulta llamativo que el 56 % de las actas que se ingresaron directamente en el cómputo oficial y que nunca fueron publicadas a través del TREP tuvieron observaciones”.
Por otro lado, a fin de auditar el flujo de la cadena de custodia, de las 894 actas que formaban parte de una muestra de 2863, unas 230 “no pudieron cotejarse con las listas de electores habilitados (o lista índice), dado que éstas habían sido quemadas parcial o totalmente o que no se encontraban en los sobres respectivos”.
Los dos primeros artículos citados por Evo Morales coinciden en señalar inconsistencias por parte del informe de la OEA. Su conclusión es que “no hay pruebas” para acusar al expresidente boliviano de fraude electoral, no que no hubo una alteración en los votos. En ese sentido, el tweet del expresidente de Bolivia es inexacto.
Por otro lado, los dos papers sí consideran que Evo Morales era el claro vencedor en la primera vuelta de las elecciones en Bolivia. El artículo del CEPR considera que había una diferencia superior al 10 %, mientras que el otro no es tan concluyente. Así, el mensaje del exmandatario boliviano es inexacto.