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Sociedad

Mineros informales atacan campamento de compañía Ares en Apurímac

Apropiación. Compañía descarta conflicto social. Denuncia una apropiación. Acusa a mineros informales de pretender quedarse con yacimiento para explotarlo. No es la primera vez que ocurre.

Destrucción. Policía constató que campamento fue saqueado y destruido por completo. Carretera de acceso también fue bloqueada. Foto: La República
Destrucción. Policía constató que campamento fue saqueado y destruido por completo. Carretera de acceso también fue bloqueada. Foto: La República

La compañía minera Ares denunció que su campamento fue invadido y destruido por comuneros de Oropesa, en la provincia de Antabamba (Apurímac). Los mineros informales de la zona formaron el grupo Uchuro y ambicionan territorio del proyecto minero Azuca en fase de exploración. Siete policías llegaron hasta campamento, comprobaron los daños. Encontraron la carretera bloqueada por grandes rocas para impedir el libre acceso.

No es el primer ataque contra campamentos formales en la región sur. Ares, Southern y Argos denunciaron ello.

Ares precisa que no es un conflicto social, sino un acto ilícito para tomar el control de la concesión minera y explotar sin cuidar el medio ambiente y ninguna medida de seguridad.

La alcaldesa de Antabamba, Rocío Narváez, confirmó que los comuneros de Oropesa desarrollan actividad minera en la zona hace dos años. Calcula que en Uchuro existen alrededor de 500 mineros artesanales. Invocó a la policía, fiscalía y Defensoría del Pueblo a intervenir. Teme que se desencadene mayor violencia.

Caso Southern y Argos

En el distrito de Tapairihua, provincia de Aymaraes (Apurímac), los comuneros también formaron su empresa comunal para explotar cobre. Los socios son mineros artesanales, algunos de ellos obtuvieron Registro de Formalización Minera (Reinfo), que da luz verde a su actividad. Ellos disputan un territorio con Southern, dueño del proyecto minero Chancas que tiene la concesión de la zona, pero aún no está en operación.

Según sus dirigentes, los comuneros no abandonarán su actividad artesanal que les permite salir de la pobreza.

En Puno, pobladores de la comunidad de Saqui Totora, distrito de Sina, provincia de San Antonio de Putina, echaron a 96 trabajadores de Argos (pequeña minería) y se apropiaron del yacimiento de oro. El desalojo se registró el 21 de noviembre de 2021. La acción terminó con la quema del campamento. Los daños fueron constatados por el Ministerio Público de Sandia.

Durante los últimos meses se han identificado actos de violencia y vandalismo contra la actividad minera formal. La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), revela que la minería ilegal está presente en más de 13 regiones.

Azuzadores

No se descarta que estas acciones obedezcan a un plan para tomar las minas. Meses atrás, el líder Edward Quiroga, reconocido por estar detrás de estos conflictos, respondió a La República que “recuperarán (…) Vamos a sacar a puntapiés a las transnacionales y si tenemos que morir en la lucha, lo haremos”.

Así se espanta la inversión

César Montes De Oca-Consultor minero

Últimamente los ánimos contra el sector minero están muy elevados. En algunos casos se busca el mayor beneficio, aunque sea de manera ilícita, vía extorsión y en otros casos por un azuzamiento que se hizo desde el plan de gobierno actual. Utilizaron discursos que desestabiliza jurídicamente a todo un país. El Perú se ha convertido en un espantador de inversiones. Se ha dado como receta que se tome instalaciones, se destruya propiedad privada. Es una carta blanca para cometer actos ilícitos.

Otra amenaza es la minería ilegal que también se siente respaldada. El minero formal paga casi el 50% de toda la ganancia en tributos, mientras que los informales se quedan con todo.