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Política

Pedro Castillo ordenó ser dirigido a la Embajada de México para intentar huir

Último capítulo. Cuando el jefe de la Escolta Presidencial, mayor PNP Luis Alarcón Trujillo, le comunicó que el exmandatario se dirigía hacia un rumbo desconocido, su superior, el jefe de la División de Seguridad Presidencial, coronel PNP Walter Ramos Gómez, le ordenó que de inmediato procediera a retener a Castillo.

Protagonistas. El jefe de la Escolta, mayor PNP Luis Alarcón, coordina con el coronel PNP Walter Ramos (con boina). Foto: Félix Contreras/La República
Protagonistas. El jefe de la Escolta, mayor PNP Luis Alarcón, coordina con el coronel PNP Walter Ramos (con boina). Foto: Félix Contreras/La República

Pocos minutos después de haber abandonado Palacio de Gobierno con su esposa e hijos, y la compañía del ex primer ministro Aníbal Torres, el entonces mandatario Pedro Castillo ordenó a los efectivos de Seguridad del Estado que lo llevaran a la Embajada de México, ubicada en la avenida Jorge Basadre, en San Isidro.

La República tuvo acceso al acta de intervención policial suscrita por el jefe de la División de Seguridad Presidencial, coronel PNP Walter Ramos Gómez, donde se informa que Pedro Castillo pidió trasladarse a la Embajada de México con la finalidad de solicitar asilo y eventualmente salir del país. Al comunicar este hecho, recibió la orden del alto mando policial de proceder a detenerlo.

Conforme al documento, fue el jefe de la Escolta Presidencial, mayor PNP Luis Alarcón Trujillo, quien comunicó al jefe de la División de Seguridad Presidencial, coronel PNP Walter Ramos Gómez, y al jefe del Departamento de Escolta de Seguridad Presidencial, comandante PNP Miguel Carpio Zúñiga, que Castillo se retiraba de Palacio con rumbo impreciso. Esto activó las alarmas de inmediato.

Cadena de mando

“Siendo la 1:42 aproximadamente del día 7 de diciembre del 2022, el instructor (quien suscribe el documento) coronel PNP Walter Ramos Gómez, jefe de la División de Seguridad Presidencial, y el comandante PNP Miguel Carpio Zúñiga, jefe del Departamento de Escolta de Seguridad Presidencial, a horas 1:20 p.m., aproximadamente, fuimos alertados por el mayor PNP Luis Alarcón Trujillo, jefe de la Escolta presidencial, del desplazamiento con dirección desconocida del presidente de la República, siendo que la familia presidencial abordó dos vehículos asignados a su servicio”, se indica en el documento.

El acta del registro de hechos también confirma la información de La República de que en el vehículo se encontraba Pedro Castillo junto con su cónyuge Lilia Paredes Navarro y la niña Alondra, de 6 años, además de Aníbal Torres.

“En el primero de ellos subió el presidente de la República en compañía de su señora esposa Lilia Paredes Navarro y su menor hija A.C.N. y del doctor Aníbal Torres Vásquez. Cuando nos encontrábamos a la altura de la intersección de las avenidas Tacna y Nicolás de Piérola, el suboficial Nilo Irigoin Chaves, seguridad inmediata del presidente, ordenó al suboficial Jossep Grández López, conductor del vehículo de placa EGY-552, que se dirija a la Embajada de México, ubicada en la avenida Jorge Basadre 710 en San Isidro, por lo que prosiguió con dirección a la sede de esta embajada”, se indica en el relato de lo sucedido.

No hay dudas, Castillo pretendía enrumbar hacia México, cuyo jefe de Estado, Andrés Manuel López Obrador, le ha expresado público respaldo.

Al recibir la información, el director de Seguridad del Estado, general PNP Iván Lizzetti, reportó la situación al comandante general de la Policía Nacional encargado, teniente general Vicente Álvarez Moreno, sobre el desplazamiento de Pedro Castillo. Luego de consultar con sus asesores legales, Álvarez dispuso la detención de Castillo, como también reportó La República.

Órdenes superiores

“Siendo la 1:35 p.m., aproximadamente, el suscrito recibió una llamada telefónica del general PNP Iván Lizzetti Salazar, director de Seguridad del Estado, disponiendo que por orden superior se intervenga al presidente Pedro Castillo, por encontrarse en curso en flagrancia del presunto delito de rebelión, abuso de autoridad e infracción a la Constitución Política del Perú”, señaló el coronel Walter Ramos Gómez.

Según las fuentes, el general Lizzetti ordenó al coronel Ramos: “¡Detenga, usted, a Pedro Castillo!”.

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Dice el documento: “Por lo que se dispuso detener a la comitiva a la altura de las avenidas Inca Garcilaso de la Vega y (frente a la Clínica Internacional) produciéndose la intervención del presidente Pedro Castillo, quien, por medida de seguridad, fue trasladado a la sede de la Región Policial Lima, sito en la avenida España a fin de realizar las diligencias urgentes y necesarias de acuerdo a ley”, detalló el coronel Walter Ramos.

Una vez en las instalaciones de la sede de la Séptima Región Policial Lima, el coronel Walter Ramos indicó que el expremier Aníbal Torres le manifestó que asumía la defensa del expresidente Castillo.

Precisó que en la otra unidad móvil se encontraba el hijo del ex jefe del Estado, Arnold Castillo Paredes, con su personal de resguardo, quienes continuaron su recorrido.

El coronel Walter Ramos apuntó que en la sede de la Región Policial Lima se hizo presente la fiscal de la Nación, Patricia Benavides Vargas, acompañada de los fiscales Marita Barreto Rivera y Marco Huamán Muñoz, a quienes les comunicaron de la detención del expresidente Castillo.

Según fuentes del alto mando policial, entre las pertenencias del expresidente Pedro Castillo se halló un documento de identidad a su nombre y 1.500 soles. No tenía teléfono celular.

De acuerdo con las fuentes consultadas, tampoco expuso emociones fuertes. No gritó, reclamó ni lloró. Parecía resignado a su suerte. Ni dijo palabras o frases como para que quedaran en la historia. Simplemente, se dejó llevar por la derrota.

Reporte de fuga

Reporte del jefe de la División de Seguridad Presidencial, coronel PNP Walter Ramos Gómez, sobre el intento de escape del expresidente Pedro Castillo.

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Cursó estudios en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajó en los diarios La Voz, El Nacional y El Popular. Integrante de la Unidad de Investigación del diario La República. Es una de las ganadoras del “Gran Premio Nacional de Periodismo” 2014, organizado por el Instituto de Prensa y Sociedad y la Pontificia Universidad Católica del Perú.