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La oposición en su laberinto, por Marisa Glave

“Quieren lograr que el miedo a perder la curul –en particular los beneficios económicos que vienen con ella– sea lo que permita alcanzar los 87 votos necesarios”.

Al momento de escribir esta columna, el Congreso aún no votaba la admisión a debate de la moción de vacancia, pero solo por el número de firmantes se puede prever que fue admitida. Su verdadera prueba de fuego será la votación en sí de su procedencia.

El número necesario de votos para vacar al presidente está lejos de estar asegurado, cálculos hechos por periodistas especializados en la dinámica parlamentaria arrojan como número máximo 84 votos. Con el añadido de tener una posible fisura en la bancada de Fuerza Popular, en la que emerge un grupo de parlamentarios molestos con la lógica de enfrentamiento permanente contra el presidente de Juárez, Moyano y Guerra García. En el Perú siempre puede haber sorpresas, en particular con la opinión pública distraída por la fiesta del fútbol que, además, esta vez trae resultados inesperados.

Frente a la posibilidad de una nueva derrota, los promotores de la vacancia han lanzado, de manera lamentable, una campaña bajo el lema “matar o morir”. Apelando a instintos primitivos, de sobrevivencia básica, quieren usar como factor de motivación el anuncio de la premier Chávez sobre la supuesta denegación fáctica de confianza. Quieren lograr que el miedo a perder la curul –en particular los beneficios económicos que vienen con ella– sea lo que permita alcanzar los 87 votos necesarios. No solo ponen en evidencia la inmoralidad de la pretensión de esta vacancia por incapacidad moral, sino que ponen contra la pared a quienes pensaban cambiar su voto. Ahora será evidente que no es por ningún convencimiento racional sino puramente material.

Pero hay otros factores que complican el devenir de esta vacancia y dividen el voto de la oposición. Uno es la decisión de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales frente al caso de Dina Boluarte. Se ha filtrado en prensa que el informe que se votará el lunes próximo absuelve a la vicepresidenta y manda al archivo la denuncia, ¿la salvarán? O por el contrario ¿se impondrá la lógica de Montoya y Cía. que creen que no puede haber ningún tipo de continuidad y por tanto es central suspender a Boluarte?

Otro factor de división en la estrategia de la oposición es la posibilidad o no de un adelanto de elecciones. Al momento de escribir esta columna se acababa de aprobar el dictamen de la Comisión de Constitución que promueve una reforma constitucional para acortar el mandato de todas las autoridades electas el 2021 –presidente, congresistas y parlamentarios andinos– a julio del 2023. Por supuesto, esta propuesta no contempla reformas a las reglas de juego electoral.

Finalmente, la Comisión de Constitución también aprobó en la misma sesión la modificación del reglamento del Congreso para incluir el procedimiento de suspensión del presidente.

Cada camino tiene desenlaces diferentes. A veces se cruzan, se superponen o incluso se bloquean. La oposición, sin unidad de acción, está perdida en su propio laberinto.

Marisa Glave

Desde la raíz

Marisa Glave. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.