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“Los mismos de siempre”: ¿cuáles son las familias que han gobernado Colombia por 200 años?

Una investigación de senadores de izquierda reportó que en 200 años de historia, los colombianos habían sido gobernados por tan solo 40 familias.

Los votantes buscan nuevas opciones en política para desligarse de quienes —consideran— los han gobernado desde hace décadas. Foto: composición Fabrizio Oviedo / LR
Los votantes buscan nuevas opciones en política para desligarse de quienes —consideran— los han gobernado desde hace décadas. Foto: composición Fabrizio Oviedo / LR

Las elecciones en Colombia se celebrarán este domingo 29 de mayo en unos comicios que podrían ser históricos para un país que, según las encuestas, busca desesperadamente un cambio en las esferas de poder, tras décadas de clientelismo protagonizado por los herederos de la vieja política, esa que cambia de rostros pero mantiene apellidos.

Más de un candidato busca alterar la escena política colombiana apoyándose en una victoria personal. Sin embargo, es quizá Gustavo Petro quien se encuentre más cerca de lograrlo.

“Colombia ha decidido que no vamos a seguir más como estamos. No vamos a seguir con los mismos y con las mismas de siempre”, dijo el líder de izquierda favorito en todas las encuestas, en un mitin de campaña la semana pasada.

Petro es una figura demasiado disruptiva para algunos, un cambio demasiado drástico. Quien en su juventud fuera un guerrillero ha encomendado gran parte de su campaña a diluir las críticas de sus detractores, reafirmando que no atentará contra la democracia ni permanecerá más de cuatro años en el poder.

Lo que es seguro es que plantea una postura distinta. Francia Márquez, su vice, es un claro ejemplo de ello. Una activista afrocolombiana de origen rural, madre soltera con dos hijos y exempleada doméstica.

El candidato a la presidencia Gustavo Petro y su vice, Francia Márquez.

El candidato a la presidencia Gustavo Petro y su vice, Francia Márquez. Foto: EFE

El último presidente costeño —es decir, nacido en alguna de las costas del país— fue Rafael Núñez, en 1886. Petro, oriundo de un pequeño pueblito de la costa, busca ser su paralelo moderno.

Pero al lado de Petro en la carrera se encuentran otros dos candidatos que buscan proyectar una eventual gestión para el cambio.

Uno de ellos es el ingeniero Rodolfo Hernández o ‘Trump Caribeño’, que candidatea por el movimiento político Liga de Gobernantes Anticorrupción, fundado por él mismo. Un tipo que, pese a ubicarse a la derecha, sostiene propuestas más bien populistas.

A Sergio Fajardo, por otro lado, le ha costado quitarse la etiqueta de “tibio” que se ha usado para describir su postura de centro. Con una izquierda que critica que su falta de posiciones ayuda a la derecha (como cuando apoyó el voto en blanco para la segunda vuelta presidencial y ganó Iván Duque) y una derecha que cree que es el aliado secreto de la izquierda.

Estos tres candidatos se disputan la victoria este domingo electoral. La permanencia en los libros de historia. Aunque ya ha habido casos excepcionales en los que un “outsider” llegó al poder, estos distan mucho de ser recurrentes.

Una investigación de senadores de izquierda reportó que, hasta 2018, en 200 años de historia, los colombianos habían sido gobernados por tan solo 40 familias, la gran mayoría concentrados en el mismo lugar: los Andes. En estos se concretó la riqueza derivada, por ejemplo, de la primera gran renta: el café.

La historia de la política colombiana

El historiador Jorge Orlando Melo explica que, en 1819, con la independencia ya alcanzada, la primera élite gobernante del país estuvo conformada principalmente por abogados. “Los abogados, y sobre todo aquellos que escribían en los periódicos, eran los propios para generar consensos y facilitar la gobernabilidad”, señala.

Es por eso que, en el siglo XIX y comienzos del XX, los presidentes eran más periodistas que terratenientes, dice. Y es en ese periodo cuando empiezan a surgir los apellidos que siguen dominando la política: Lleras, Santos, Gómez, Ospina.

En 1958, los partidos Liberal y Conservador firmaron un pacto para rotarse el poder cada cuatro años. El llamado “Frente Nacional” generó estabilidad política y económica… por un tiempo, pues los dos partidos tradicionales terminaban siendo excluyentes.

“Los más afectados por la exclusión política fueron los ideológicamente alineados con la izquierda”, comenta en un ensayo el economista Leopoldo Fergusson. Es aquí donde nacen las guerrillas.

Seis de estas intentaron derrocar la “dictadura” del bipartidismo entre los 60 y 70, pero ninguna lo logró. En 1974, el Frente Nacional culminó y en 1991 se firmó una constitución que reconocía la diversidad política y cultural en el país. Sin embargo, con las esferas de poder tan bien posicionadas, poco efecto tuvo aquello a la hora de decidir quién gobernaba o no.

“La particularidad de Colombia es que estas viejas castas sigan dominando la política”, dice el historiador Daniel García-Peña, “porque en toda América Latina se dan estas lógicas, pero en ningún país se han mantenido tan intactas hasta hoy, en parte porque Colombia es el único país de la región que no ha tenido un gobierno puramente progresista”.

Cecilia López Montaño, política, pensadora, y costeña de casi 80 años, insiste en que la ausencia de renovación política es lo que ha impedido que el país salga de la guerra. Advirtió sobre ello cuando estaba involucrada en política —”donde me sacaron”, dice— y hoy lo hace en los medios.

“La enorme desigualdad que tenemos en la riqueza, en el acceso a la tierra o al empleo, también la tenemos en la política”, consigna la BBC.

“Las élites concentran mucho poder económico y han sido muy hábiles en mantener sus privilegios a pesar de los innumerables intentos que ha habido, como la Constitución del 91, de descentralizar el país”.

En realidad, concluye, “lo único que se descentralizó fue la corrupción y el narcotráfico”.

Las elecciones en Colombia del 2022

Las principales encuestadoras coinciden en que Gustavo Petro será el ganador indiscutible de los comicios que serán celebrados este domingo 29 de mayo. No obstante, la victoria no ocurriría en primera vuelta, por lo que quizá el verdadero misterio será quién acompañará al candidato de izquierda en la segunda.

El Centro Nacional de Consultoría (CNC), por encargo de la Revista Semana el último jueves 19 de mayo, reveló que Petro posee una intención de voto del 41% entre 4.412 personas consultadas. La mayor sorpresa, sin embargo, fue que Hernández pasó del 9,6% al 21,9%;

Por otro lado, Invamer —por encargo de Caracol, Blu Radio y El Espectador— señala que Petro habría reducido sus números al pasar de 44,6%, en febrero, a 43,6%, en abril, y a 40,6% en la actualidad. Gutiérrez creció de 26,7% a 27,1%, mientras que Hernández hizo lo propio al subir de 12,9% a 20,9%.

Gustavo Petro y Sergio Fajardo durante el Debate presidencial.

Gustavo Petro y Sergio Fajardo durante el Debate presidencial. Foto: EFE

Para muchos, Petro representa de manera mucho más obvia la ruptura con la política que domina el país desde hace décadas, al tratarse de un exguerrillero que pasó por la pobreza, creció en pequeños pueblos y fue a un colegio público. Si aquello será o no suficiente solo el tiempo lo dirá.

“En los noventa sucedió el genocidio del pueblo colombiano, 200.000 muertos, y el surgimiento del paramilitarismo. Hoy, 30 años después, la Constitución sigue vigente, pero no se aplica. Desde esta perspectiva, mi programa de gobierno es la Constitución y mis reformas no serían catalogadas de izquierda en Europa. Las necesidades de la sociedad colombiana no son las de construir el socialismo, sino construir democracia y paz, punto”, señaló el candidato en una entrevista para El País.

Director, guionista y redactor. Comunicador Audiovisual egresado del instituto Toulouse Lautrec, cofundador de Sonder Films y Sonder Compañía. Con interés en temas de DD. HH., educación, cine, teatro, justicia social y diversidad en el arte.