El mando de Nintendo 64 fue mejor de lo que piensas y esta es la razón

Si tienes la edad suficiente como para haber probado la Nintendo 64 en algún momento, seguramente se te escapó algún comentario sobre lo particular del diseño de su mando. No es para menos: el control de la N64 ha pasado a la historia como uno de los más infames, especialmente por sus tres mangos que casi nunca más se volvieron a tomar en cuenta. ¿Por qué Nintendo optó por esta forma y cuál era su verdadera intención?

Los mandos 3D en boga

Para responder esta duda tenemos que remontarnos un poco hacia mediados de los 90, cuando los videojuegos entraban definitivamente en una etapa de cambios radicales gracias al surgimiento de los gráficos en 3D.

Así como con los gráficos y el diseño de cámaras, había otro aspecto que no podría ser el mismo: los controles. Fue en aquella época cuando las palancas de dirección analógicas (que no se habían vuelto a ver desde los tiempos del Atari) tomaron nuevamente protagonismo, ya que estaban mejor diseñadas para explorar esos nuevos mundos tridimensionales en todas las direcciones.

Nintendo y su tradición de innovar

Nintendo se tomó muy en serio este tipo de innovaciones y prueba de ello fue que su consola de quinta generación (Nintendo 64) no llegó hasta 1996, dos años después de la Saturn de Sega y un año tras el lanzamiento de la PlayStation. Sin embargo, cuando por fin llegó al mercado, lo hizo con una serie de novedades.

Una de estas fue definitivamente su mando, que, para entonces, sorprendió de forma más positiva por tratarse de algo casi nunca visto. El mismo contaba con una palanca central completamente analógica que nos serviría para controlar a cualquier personaje en los entornos 3D, también contaba con el ya tradicional botón ‘Z’ que por entonces funcionaba tal cual un gatillo (para los shooters), pero lo más radical del diseño fueron definitivamente los tres mangos.

¿Por qué el mando de N64 tenía tres mangos?

La idea puede sonar algo ilógica en estos tiempos, pero en realidad lo que Nintendo quería por entonces era que los jugadores usen apenas dos de los mangos por vez, y que haya hasta tres posiciones para tomar el mando con nuestras manos.

Primera posición

La primera era la más natural, tomando los mangos extremos de izquierda y derecha. Esta posición era la más adecuada para juegos de lucha y scrollers en 2D como Super Mario Bros.

Segunda posición

La segunda posición consistía en tomar el mango de la derecha y el central con la mano izquierda. Esta era la más usada en general por los gamers, ya que permitía aprovechar al máximo la palanca central en los juegos de 3D.

Tercera posición

Pero hubo una tercera posición que la mayoría ni siquiera conoció, y consistía, por descarte, en tomar el mando por el mango izquierdo y el central. Esta configuración tenía como objetivo emular un set de mouse y teclado. En algunos juegos, la intención era que los jugadores usen la palanca central para apuntar, pero en la práctica resultaba muy extraño y muchos preferían usar los botones C del lado de derecho.

Vale mencionar que incluso hubo juegos en los que se podían configurar hasta dos mandos para ser usados por una sola persona. Un ejemplo conocido es Golden Eye 007, que fue uno de los primeros títulos en admitir dos palancas para ser usados por un solo usuario, una para apuntar y otra para moverse. Esta configuración de control luego evolucionaría a lo que ahora ya es el estándar para controlar shooters en consola, pero esa ya es otra historia.

El legado del mando de N64

Pese a las críticas que recibió por entonces (y hasta ahora), el mando de Nintendo pasó a la historia como un escalón necesario en la evolución de controles en general. No tuvo que pasar mucho tiempo para que Sony y SEGA diseñaran sus propias versiones de palancas análogas, y ya en 1997 teníamos tanto el primer control Dual Analog para la PS1 como el Saturn 3D Controller para la consola de SEGA.