¿Por qué no deberías llevar billetes de 20 o 50 dólares cuando viajes a Argentina?

En gran parte del mundo, los billetes de dólares, al ser cambiados a la moneda local, suelen tener el mismo valor sin importar la denominación. Sin embargo, si tu próximo plan es conocer Buenos Aires o cualquier otro destino en Argentina, las circunstancias cambian y debes tomar ciertas precauciones.

El país atraviesa una crisis económica que lo ha llevado a una inflación que viene causando zozobra. En ese sentido, te contamos por qué actualmente los billetes de denominaciones menores como 10, 20 o 50 dólares no tienen el mismo valor en el mercado intercambiarlo del dólar blue.

Argentina: ¿por qué no debes llevar billetes de 20 o 50 dólares?

Las agencias de viajes e incluso los mismos argentinos suelen recomendar a los visitantes que cambien sus billetes de 100 dólares en lugar de los que tienen menor denominación. La sencilla razón es que los cambistas no pagan un adecuado monto por los billetes de 10, 20 o 50 dólares, ya que no les permite hacer transacciones grandes, motivo por el cual prefieren el dinero que lleva el rostro de Benjamin Franklin.

Por ejemplo, por un billete verde de 100, pueden darte un monto superior a los 250 pesos y, por los de menos denominación, el cambio oscila entre 240 y 245 pesos, lo que depende de la ciudad, casa de cambio y tipo de cambio del momento.

¿Cómo viajar con poco dinero a Buenos Aires?

Buenos Aires es un destino preferido por muchos turistas y si tu próxima aventura es esta ciudad o cualquier otra de Argentina, uno de los primeros pasos es buscar vuelos baratos o low cost. Una alternativa es Jet Smart, aerolínea que recientemente abrió dicho destino desde Lima. En esta empresa puedes encontrar pasajes desde los 166 dólares por tramo.

No olvides que los precios más bajos te permiten volar únicamente con un bolso de mano y en un asiento aleatorio. Asimismo, las aerolíneas de bajo costo te cobran por cada servicio adicional: flexibilidad, embarque prioritario, asientos o impresión de tarjeta y la comida.

Una vez en la ciudad, trata de visitar los lugares gratuitos y en lo posible camina. Por ejemplo, en el Casco Histórico puedes conocer en una sola ruta la casa de Mafalda, la casa más angosta del mundo, el mercado de San Telmo y plaza Dorrego.

Siguiendo el mismo itinerario, llegas al barrio de La Boca, ahí puedes visitar La Bombonera, Caminito, la fábrica Colón y el puente de Avellaneda.

En otro día, puedes conocer el ‘París argentino’ o barrio de La Recoleta, donde apreciarás sus típicas edificaciones con estilo francés, el famoso árbol Gomero, el cual fue plantado en 1791. Además, en la misma zona, está el cementerio de la Recoleta (ingreso $5), donde descansa Eva Perón, ex primera dama de Argentina, y otros personajes importantes. Al costado está la iglesia del Pilar, la más antigua de la ciudad. A unos pasos del lugar se ubica la famosa Floralis Genérica y la Facultad de Derecho de la UBA.

Luego, se encuentra el Museo Nacional de Bellas Artes, que exhibe obras de Goya, Rubens, Rembrandt y Picasso. Ya para almorzar, hay ofertas gastronómicas en el mercado San Nicolás, en av. Córdoba 1750, donde se exhiben menús de hasta 4 dólares.

Otro espléndido lugar es Ateneo Grand Splendid, la librería más hermosa del mundo, según la revista National Geographic, y cuyo ingreso es libre. Posteriormente, tienes que ir a la Plaza de Mayo, donde está la Casa Rosada y la catedral, lugar que resguarda los restos del libertador José de San Martín. A un par de cuadras se sitúa la avenida 9 de julio, que con 140 metros es la más ancha del planeta y contiene el famoso Obelisco.

Para distancias largas, usa el transporte público. La tarjeta Sube cuesta 126 pesos argentinos y cada viaje en subte tiene un valor de 42 pesos (0,15 dólares). Los taxis cobran tarifas más que razonables. Por ejemplo, un servicio de Recoleta a Puerto Madero vale 3 dólares aproximadamente.

Los bares notables, nombrados así por las celebridades que acudían, son de visita obligatoria. En La Poesía (Chile 502, San Telmo) para un desayuno porteño, con café con leche y medialunas (2 dólares). Aunque también se sirve ravioles, sorrentinos o capelettis (desde 3 dólares) y milanesas con papas (4,3 dólares).