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Tecnología

Seguridad basada en inteligencia artificial: ¿qué beneficios ofrece?

Detallamos a fondo cómo ha evolucionado las soluciones de seguridad y videovigilancia gracias a la implementación de la inteligencia artificial.

Los usuarios ahora pueden acceder a productos inteligentes con un precio cada vez más económico. Foto: Denisismagilov
Los usuarios ahora pueden acceder a productos inteligentes con un precio cada vez más económico. Foto: Denisismagilov

La inteligencia artificial ha evolucionado a tal nivel que tiene la capacidad de trabajar de manera similar a como lo haría una persona, ya que puede percibir, analizar y aprender de su entorno y, en consecuencia, actuar en función a él con un fin específico.

La República conversó con Daniel Suárez, gerente de Producto Regional en Dahua Technology Perú, para conocer los principales sistemas de seguridad basados en inteligencia artificial que existen en la actualidad y qué beneficios ofrece el uso de esta tecnología en el ámbito doméstico e industrial.

En ese sentido, la IA brinda a las personas una gran practicidad a la hora de utilizar dispositivos de seguridad. “Si bien es cierto que cuentan aún con una configuración como cualquier otro equipo electrónico, el resto lo puede hacer el producto por sí mismo”, sostiene Suárez.

Esto hace posible que el sistema pueda otorgar un servicio adecuado al usuario al permitir que no tenga que depender siempre de un ajuste determinado o deba estar al pendiente del equipo, ya que este se desenvolverá de forma autónoma e inteligente.

De igual manera, las empresas del rubro dedican constantemente esfuerzos para entregar funciones cada vez más avanzadas, pero que, a su vez, sean sencillas de manejar por cualquier persona, lo cual elimina la necesidad de contar con amplios conocimientos al respecto.

“Todos estos equipos permiten que los usuarios puedan trabajar de manera más eficiente y tengan la posibilidad de acceder a este tipo de tecnologías sin necesidad de optar por soluciones excesivamente caras o difíciles de conseguir”, resalta Suárez.

A diferencia de la situación que se presentaba años atrás, el especialista señala que ahora es bastante común encontrar dispositivos económicos con funciones inteligentes sofisticadas. De esta manera, su uso se ha expandido y adaptado a las necesidades de los diferentes públicos.

¿Cuáles son las principales soluciones de seguridad que existen?

Suárez explica que, en general, todo el portafolio de soluciones de seguridad está dirigido a “la capacidad de identificar y reconocer personas y vehículos”, los cuales han sido clasificados como objetivos primarios debido a que suelen ser motivo de vulnerabilidad en distintos escenarios.

Soluciones de nivel básico

En el caso de la línea de consumo masivo o de usuario doméstico, los dispositivos de videovigilancia son capaces de hacer la distinción de la forma humana. Es decir, pueden identificar que lo que se mueve en el entorno es una persona y alertar cuando eso ocurre.

“Si yo no estoy en casa, por ejemplo, me puede avisar si detecta una persona o la presencia de una persona que no debería estar en el horario en el cual he activado mi alarma”, detalla Suárez. Por lo tanto, desde un producto básico ya se puede discriminar las falsas alarmas.

Hasta hace pocos años, el mercado de seguridad sufría de este gran problema. “Si un usuario tenía una mascota, la cámara podía alertarle por un simple movimiento. Lo mismo ocurría con el propio entorno: la lluvia, el movimiento por acción del viento, cambios de luz, entre otros factores”, comenta Suárez.

“Eso no hacía el sistema muy eficiente y la gente optaba por no utilizar el servicio. Ahora, desde un producto básico, uno puede distinguir tranquilamente eso”, añade. Además de reconocer los elementos de una imagen, los equipos también pueden detectar niveles de ruido.

“Existe un ruido promedio que la cámara puede identificar, ya que cuenta con un micrófono que capta lo que hay en el entorno a nivel auditivo. Por consiguiente, podríamos recibir una alerta por un sobre ruido, quizás por el ingreso de un extraño que rompe la puerta o una ventana”, describe el experto.

La ventaja de esta capacidad es que el equipo puede identificar anomalías en el lugar aunque no las pueda ver, lo cual disminuye la dependencia de las imágenes.

Soluciones de nivel intermedio

En cuanto a soluciones un poco más avanzadas, existen productos que registran información sobre personas y vehículos que detectan en el escenario sin necesidad de enviar alertas. Así, al momento de revisar la data, se hace más fácil encontrar cuándo apareció un sujeto o un objeto.

En la línea ya semiprofesional, esta información puede ser mucho más enriquecida. Por ejemplo, se puede configurar para que el producto detecte si es varón o mujer, si usa lentes o no, si tiene barba o bigote, si lleva puesta la mascarilla o no.

Posteriormente, se pueden aplicar filtros inteligentes más específicos, como si es un varón y utiliza sombrero o si es una mujer y lleva una mochila. “A esto también va asociado funciones como la protección perimetral”, subraya Suárez.

“En la seguridad, al menos en la parte de videovigilancia, estaba muy marcada la idea de, simplemente, guardar registro de los eventos, más no de aplicar una acción de barrera. Ahora, los productos ofrecen la opción de disuadir, lo que Dahua llama disuasión activa”, detalla.

Esto quiere decir que la cámara no solamente detecta el riesgo y, a través de la inteligencia artificial, filtra las falsas alertas, sino que, con esa garantía de que es una amenaza real, puede darse la atribución de aplicar un efecto disuasivo, ya sea sonoro o visual, como una sirena o una luz LED.

En configuraciones más robustas, Suárez apunta que se llegan a encontrar productos de gama media que pueden enfocarse con mayor detalle en las personas y vehículos y registrar bastantes metadatos.

Por ejemplo, en las personas se puede realizar detección facial o de cuerpo entero y saber qué prenda lleva en la parte superior e inferior, de qué color es o si tiene accesorios complementarios, etc. En los vehículos se puede identificar la marca, modelo, si es motorizado o si es una bicicleta.

Con respecto al reconocimiento facial, Suárez asegura que esta es de las funciones más llamativas y la que los usuarios más buscan en la actualidad. “Este ya se encuentra en productos que no necesariamente son costosos, son inclusive de entrada”, destaca.

Esta tecnología permite que se pueda comparar las detecciones con una base de datos e identificar si la persona está registrada. “Las bases de datos suelen ser muy amplias. Lo más básico es de 10.000 o 20.000 rostros en un único equipo”, especifica el experto.

“Por supuesto, esto puede escalar a proyectos mucho más robustos, de varias cámaras, para hacer seguimiento y detección de distintos puntos y que todo vaya centralizado a una plataforma o software especializado. Así como hacerlo compatible también con otros protocolos y marcas”, afirma.

Soluciones de nivel avanzado

La parte más compleja está orientada a industrias y proyectos más específicos, como los puertos marítimos, aeropuertos, penales, minas o el rubro de construcción.

Ese es el caso de sistemas térmicos inteligentes capaces de detectar no solo si hay una persona, sino conocer su temperatura y distinguir si tiene fiebre o no. Asimismo, hay sistemas que pueden identificar el comportamiento humano. Por ejemplo, si hay aglomeraciones, peleas o si alguien se cae.

También hay soluciones de control de acceso sin contacto, en las cuales el usuario puede ser identificado a través de una captura de su rostro y brindarle el pase automáticamente, como desbloquear una puerta o una barra peatonal.

¿Cómo ha potenciado la IA al rubro de seguridad?

Además de brindar información más completa, trabajar de forma independiente, ser más precisa y adaptar las funciones de acuerdo al usuario, la inteligencia artificial permite que se reduzca el recurso humano, que es un elemento al que “todas las industrias y negocios apuntan”.

“Hasta hace un tiempo, los centros de control requerían que una persona atienda, como máximo, 20 cámaras. Eso era bastante complejo porque no podía prestar atención a todo. Ahora, el sistema es capaz de alertar o resaltar la imagen necesaria para que el trabajo de esa persona sea más eficiente”, destaca Suárez.

De esta forma, un sistema puede tener varias cámaras y un número reducido de personal, ya que el equipo se va a encargar de “avisar al trabajador cuando realmente es necesario que preste atención y no, simplemente, cuando ocurre movimiento en una cámara”.

¿Cuáles son las tendencias para el futuro?

Suárez sostiene que el sector apunta a ofrecer sistemas con calidades de video mucho más altas, crear productos más automáticos, desarrollar una serie de capacidades bastante elevadas, lograr que el consumo de recursos sea menor y hacer que la inteligencia artificial sea más especializada.

“Dahua tiene tiempo desarrollando un algoritmo de aprendizaje profundo que apunta a ser la completa inteligencia artificial. Eso se va a ir insertando poco a poco para que el usuario interactúe menos con el producto y sea el producto el que pueda aprender más del usuario”, adelanta el especialista.