La narrativa tecnológica: #BicentenarioPerú

Con qué palabra se resumen 14.000 años de historia peruana preinca, le pregunté el viernes pasado en Tacna a la notable arqueóloga Denise Pozzi-Escot. Y ella respondió: con tecnología. Tal cual, el ser peruano tiene un punto de sofisticación que se expresa en ese pasado milenario, del que aún nos sentimos orgullosos y legatarios naturales. Aun así, ese conocimiento abstracto ya fue, mucha de esa sofisticación se ha perdido como resultado del propio devenir histórico. “Esto es como haber tenido un cántaro con formas especiales pero que lamentablemente se quebró, y del que ahora solo tenemos fragmentos”. Probablemente, el reto del Perú respecto a esa tecnología de la que hablaba Pozzi-Escot en el #Cabildo21 de Tacna -la feria de innovación social ideada por la PCM para celebrar el “Bicentenario”- pasa por actualizar esos fragmentos de conocimiento que vive en el acervo nacional a lo largo y ancho del país. Porque la relación del Perú con ese acervo tecnológico tiene que ver con potenciar ventajas competitivas objetivas y subjetivas, basadas en nuestra diversidad (biodiversidad y multiculturalidad) y un rol más activo en un siglo marcado por la globalización y la digitalización. Nosotros tenemos la segunda extensión de selva amazónica más amplia de la región, pero Jeff Bezos, el propietario de la plataforma “Amazon”, ya está desplegando clones a escala de esa misma selva. Menos mal que la subjetividad humana aún no se puede clonar. Aunque nunca se sabe en tiempos de disrupción.