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Sociedad

Crece tensión en Loreto ante falta de respuestas por derrame de petróleo

Van dos semanas. Aún falta agua y alimentos en comunidades. Exigen presencia del presidente Castillo. Defensoría pide urgente diálogo por cercanía de elecciones. Hubo dos heridos en bloqueo.

Olvidados. La población está indignada. El bloqueo continúa y piden presencia del Ejecutivo. Foto: Defensoría del Pueblo
Olvidados. La población está indignada. El bloqueo continúa y piden presencia del Ejecutivo. Foto: Defensoría del Pueblo

Van dos semanas y varias comunidades de los distritos de Urarinas y Parinari, en la región Loreto, aún necesitan con urgencia agua y alimentos luego de que el derrame de petróleo en el kilómetro 42 del Oleoducto Norperuano, operado por la empresa estatal Petroperú, contaminara el río Marañón, una de sus principales fuentes.

Eso ocurrió el 16 setiembre. No obstante, ante el retraso en la entrega de la ayuda humanitaria y la falta de respuesta de las autoridades, el viernes pasado, la población de Cuninico -la primera afectada por la fuga del crudo- dispuso como medida de fuerza el bloqueo del tránsito de embarcaciones fluviales.

Pues bien, ayer en la madrugada, un grupo de armadores de lanchas intentó zarpar a la fuerza y disparó a quienes lo impedían. Tras ello, cerca de 10 botes peque peque terminaron hundidos y sus ocupantes desaparecidos, aunque con el pasar de las horas fueron localizados.

En este ataque, dos personas resultaron heridas, de las cuales una presenta lesiones en la cabeza. Ambas fueron atendidas en un módulo de salud, ante la falta de un establecimiento de mayor nivel. “La población está indignada. El Estado nos hace pelear entre hermanos. Pedimos que tomen cartas en el asunto y vengan para solucionar esto de una vez”, dijo a este diario Galo Vásquez, presidente de la Federación de Pueblos Cocamas Unidos del Marañón.

Así, precisa, no depondrán la medida hasta que el presidente Pedro Castillo llegue a Cuninico. También exigen la participación de la Presidencia del Consejo de Ministros. Y es que, hasta la fecha, las autoridades de los ministerios solo se han reunido de manera virtual.

Otro pedido es la declaratoria de emergencia sanitaria alimentaria, ya que solo se dispuso la emergencia ambiental.

Ante ello, durante la supervisión en la zona, el jefe de la oficina de la Defensoría del Pueblo en Loreto, Abel Chiroque, demandó que se defina el lugar y la fecha para el inicio del diálogo, dado que la comunidad busca que sea en su zona, pero el Ejecutivo quiere que sea en Iquitos.

La entidad exhortó a no postergarlo, dado que se están radicalizando las medidas y podría poner en peligro el desarrollo de las elecciones este domingo.

Otro pedido es la ayuda humanitaria. “(Petroperú) entregó 272 paquetes de alimentos a Cuninico. El resto de comunidades aún no recibe”, dijo Chiroque, quien advierte inconsistencias en el peso de los víveres entregados.

Darwin Irarica, de la Asociación de Comunidades Nativas Kukama Kukamiria, dijo que en sectores como Concordia aún no llega la ayuda. “Vivimos un momento muy difícil. ¿Qué culpa tenemos de vivir en un lugar prácticamente envenenado?”. También alistan un bloqueo fluvial.

Petroperú: bloqueo afecta envíos

Según Petroperú, se ha enviado un primer lote de 272 packs de agua y alimentos para Cuninico y faltan otras 11 comunidades. “Pero no podemos enviar porque eso va por vía fluvial y se encuentra bloqueada”, dijeron.

Señalaron que están a la espera de que se den las condiciones de seguridad para hacer los envíos. “Tenemos los alimentos y agua, pero mientras no haya garantías, no nos podemos exponer”.

Argumentaron que esto dificulta las labores de limpieza. Aún no tienen estimado cuánto duraría este trabajo.

Periodista por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Reportera de la sección Sociedad y trabajó en el suplemento Domingo de La República. Integrante de la Red Latinoamericana de Jóvenes Periodistas de Distintas Latitudes. Fue becaria de Cosecha Roja y del Laboratorio de Periodismo Situado. Colaboradora de la revista Anfibia, de Argentina. Coautora de los libros de crónicas Rosario, ciudad Anfibia y Generación B: Jóvenes de la Esperanza. Participó en una pasantía en la Universidad Católica de Milán, en Italia, y en el intercambio periodístico EQDA, en Suiza. Ha ganado concursos nacionales de periodismo. Busca explorar y aprender más sobre educación, salud, violencias, innovación, comunidades originarias y derechos humanos.