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Sociedad

Albergues privados para adultos mayores cobran hasta S/ 2.500 al mes

Sin salida. Según el Ministerio de la Mujer, existen 330 Centros de Atención Residencial (CAR), pero la mayoría son privados. Locales públicos ya no tienen espacio y ante ello las personas mayores optan por vivir en la calle.

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Drama. Los albergues privados atienden a quienes pueden pagar. Existen 330 y de ellos solo 8 son financiados por el Estado. Foto: John Reyes/ La República

Mario Gamarra Chávez tiene 78 años y casi no escucha. Trabajó 26 años en la Municipalidad del Rímac y hoy apenas sobrevive con limosnas en las calles del centro de Lima. Él no tiene hogar, su única esperanza era ser aceptado en un albergue, pero se topó con una cruda realidad: en los locales públicos gratuitos ya no hay espacio y no tiene el apoyo de una familia que pague la mensualidad de un centro particular. “¿Qué voy a hacer? ¡Tendré que acabar mi vida acá!”, se lamenta.

En el Perú existen 4 288 968 adultas y adultos mayores de 60 años, lo que equivale al 13% de la población. De este sector, el 70% sufre de alguna enfermedad crónica, y cerca del 20% vive en pobreza extrema. Muchos de ellos, como don Mario, necesitan un lugar para vivir y cuidado especial en la etapa final de sus vidas.

En manos de privados

Para atender esta problemática, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), a través de la Dirección de Personas Adultas Mayores (Dipam), tiene a su cargo distintos programas. Uno de ellos son los Centros de Atención Residenciales (CAR), que se encargan de brindar albergue permanente, alimentación y cuidados integrales a personas de la tercera edad.

Según el MIMP, en el país existen 330 CAR para adultos mayores: 322 privados y solo ocho públicos. De estos últimos, cinco están a cargo del Inabif y tres de Gobiernos regionales. En los últimos años han aumentado los establecimientos particulares que operan con fines lucrativos.

Albergue de adultos mayores en Breña. Foto: Andina

Hasta S/ 2.500 al mes

La República se comunicó con distintos albergues particulares y pudimos comprobar que las mensualidades van desde los S/ 1.000 hasta los S/ 2.500 al mes. Los costos varían según la ubicación, diagnóstico y número de personas con las que se compartirá la habitación. En ningún caso el monto incluye pañales, medicamentos ni útiles de aseo.

Como es evidente, estos precios no están al alcance de las familias que, por falta de tiempo y recursos, no pueden encargase de sus adultos mayores; como en el caso de César Ampuero (68), quien todos los días hace cola en los conventos del Cercado de Lima para recibir comida gratis. Sus sobrinas lo apoyan, pero no pueden pagar tanto dinero mensualmente en un albergue. En tanto, Julio Yamunaqué (63) vive en la parte más alta de un cerro del Rímac y también pide apoyo de las autoridades.

Inabif: falta de presupuesto

Actualmente, los ocho CAR públicos tienen 471 adultos mayores. Sergio Tejada, director del Inabif, admite que la falta de presupuesto es un problema para abrir nuevos espacios. “Es necesaria una mayor coordinación con los centros privados para dar facilidades a casos sociales. Quisiéramos tener más centros, sobre todo en regiones, pero tenemos una dificultad presupuestal”, afirmó.

Realidad. Mario Gamarra no tiene hogar. Vive de la caridad. Foto: URPI-LR

Defensoría: Estado debe promover

La adjunta para la administración estatal de la Defensoría del Pueblo, Dra. Eugenia Fernán Zegarra, considera que es sumamente importante la creación de nuevos espacios. “Hay que incentivar la creación por parte del Estado de centros de atención a las personas adultas mayores con financiamiento privado o público. Las municipalidades, gobiernos provinciales y regionales pueden hacer lo propio”, refirió.

Canevaro no está al 100 %

Uno de los establecimientos gratuitos emblemáticos de la capital es la casa hogar Ignacia Viuda de Canevaro, mejor conocida como Canevaro. Solo pueden acceder aquí quienes se encuentren en completo abandono familiar. Alberga a 275 adultos mayores actualmente. Su capacidad total es 350 y se solventa con recursos propios de la Beneficencia Pública de Lima. “No es suficiente, se necesita el apoyo (…) Para la población de bajos recursos no hay albergues”, declara Doris Huamán, directora de la institución.

Entre los inquilinos de este recinto pudimos conversar con Dora Alejos (84) y Ranulfo Baldeón (67), quienes llegaron hace más de cuatro años. Están agradecidos de tener un techo donde vivir tras haber perdido a su familia y pernoctado en las calles.

Hogares de caridad ante falta de albergues

Ante este problema social, existen congregaciones religiosas que en base a donativos y voluntarios reciben a los que pueden. Por ejemplo, la casa hogar San Pedro, dirigida por el hermano Jean Paul Canturini. “Tenemos a 30 residentes. Muchos quedaron completamente abandonados por sus familiares y sufren de enfermedades degenerativas como esquizofrenia, parálisis, derrame cerebral y otros”, nos explica.

Para apoyar al hogar San Pedro puede comunicarse al 932 312 388 y a Canevaro al 427 6520. Ambos requieren ropa, alimentos y medicinas.