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Sociedad

Migrantes, armas y contrabando pasan por puentes ilegales en Tumbes

Línea fronteriza. Policías destruyeron 12 pasos clandestinos que son usados por ‘coyotes’ para cobrar cupos a extranjeros.

Operativo. Policías destruyeron 12 puentes clandestinos. Foto: difusión
Operativo. Policías destruyeron 12 puentes clandestinos. Foto: difusión

El cierre del paso fronterizo por la pandemia y la exigencia de nueva documentación para los migrantes fortalecieron a los ‘coyotes’ y los pasos ilegales en el límite con Ecuador. Hoy son decenas de extranjeros los que a diario cruzan a nuestro territorio y, aunque el puente internacional ya está abierto, muchos ilegales y delincuentes lo hacen por pasos clandestinos, usados también para el contrabando y el tráfico de armas.

“Estos pasos no representan un desafío geográfico para quienes deciden pasar de manera irregular. Y es que aunque hay presencia permanente de las fuerzas de seguridad, las condiciones dificultan el control”, señaló un oficial de la PNP.

Explicó que estos puentes clandestinos se encuentran en ríos de baja profundidad o en el mismo canal internacional. Por ello mostró su preocupación por el incremento del contrabando y la presencia de delincuentes y sicarios que buscan controlar los pasos irregulares.

Frente a esta problemática, personal policial de Perú y Ecuador ejecutaron ayer un operativo binacional para erradicar el contrabando y otros delitos en la línea de frontera.

Se destruyó al menos una docena de puentes clandestinos que eran usados por delincuentes que vienen cobrando cupos por el pase de vehículos y de personas.

En los sectores de La Sal y Tomás Arizola, los mafiosos llegaban a cobrar un dólar por cada migrante que pasaba de Ecuador a Perú. Una vez en territorio peruano, tienen que pagar otro dólar para seguir libremente su travesía hacia Lima y otras ciudades del país.

Periodista profesional, egresado de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza. Me gusta explicar, enseñar, compartir. A lo largo de mi carrera he cubierto casos resonantes que nos ha tenido más horas en la computadora que lo habitual, siempre aferrado a un estilo, que combina datos, análisis, entrevistas, crónicas.