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Sociedad

Ollas comunes piden que promulguen su ley y se van a plantón por falta de alimentos

Emergencia. Dirigentas que atienden a 250 mil personas en Lima lamentan que el presidente Castillo aún no firme norma que les daría presupuesto. Protestarán el 28 de abril porque no les llegan las canastas que reparte Qali Warma y municipalidades.

Sin alimentos. Reunidas en Lomas de Torre Blanca, en la zona alta de Carabayllo, las dirigentas de la Red de Ollas Comunes de Lima exigen atención del Estado. Foto: Antonio Melgarejo / La República
Sin alimentos. Reunidas en Lomas de Torre Blanca, en la zona alta de Carabayllo, las dirigentas de la Red de Ollas Comunes de Lima exigen atención del Estado. Foto: Antonio Melgarejo / La República

“La alimentación es un derecho, no un privilegio”. Esta fue la frase que eligieron las dirigentas de la Red de Ollas Comunes de Lima para dar a conocer la difícil situación por la que vienen atravesando desde enero pasado, ya que -denunciaron- no reciben alimentos del Estado.

Actualmente, son más de 250 mil limeños que se alimentan diariamente gracias a las 2.400 ollas comunes que se han formado desde marzo del 2020, cuando los obligaron a encerrarse por la pandemia del Covid-19. “En estos meses, con nuestra propia autogestión, hemos atendido a los asentamientos humanos más desfavorecidos, pero ya no podemos hacer más. Los víveres del Estado no nos llegan, no hay ayuda, por eso alzamos nuestra voz de protesta”, manifestó ayer la presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima, Fortunata Palomino, desde Lomas de Torre Blanca, en la zona alta de Carabayllo.

Palomino, reunida con un grupo de dirigentas de diversos distritos de Lima, lamentó que el presidente Pedro Castillo aún no haya promulgado la autógrafa de la ley que reconoce a las ollas comunes como organizaciones sociales de base, que pueden ser de carácter temporal o permanente, a fin de garantizar su financiamiento.

Y en efecto. La urgente norma duerme el sueño de los justos desde que fue aprobada el pasado 7 de abril por el Pleno del Congreso. Al día siguiente, el presidente Castillo saludó la decisión y pidió que le remitieran la autógrafa de ley para estampar su firma y eso hizo la presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, el 12 de abril.

Sin embargo, ya han pasado 11 días y hasta el momento no se promulga. “Una hora de demora es quitarnos raciones, porque aún deberemos esperar la reglamentación de la ley para que se nos pueda asignar un presupuesto hasta que dure la pandemia”, señala Palomino.

Problema con municipios

Pero ¿por qué no les llegan alimentos a las ollas comunes? Según la regidora metropolitana de Lima Jessica Huamán, el problema radica, precisamente, en que no reciben el presupuesto directamente, ya que se sujetan al Decreto Legislativo N° 1472 aprobado en el 2020, el cual dispone que el programa Qali Warma entregue canastas de víveres a los municipios para que las distribuya a sus poblaciones vulnerables. “Debido a eso, las ollas comunes deben depender de la discrecionalidad de los alcaldes distritales para la entrega de alimentos. Allí se forma un cuello de botella”, explica la regidora que apoya a las madres de la red.

Así, bajo este mecanismo que tiene un presupuesto de 54 millones de soles este año, se viene repartiendo a los municipios diversos productos, como conservas de pescado, leche, hojuelas de avena, fideos, menestras, aceite y azúcar; esto mediante un cronograma, informó el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). Ayer, por ejemplo, Qali Warma entregó más de 84 toneladas al municipio de Villa El Salvador.

Ollas comunes

Ollas comunes

“El problema, sin embargo, es que esos repartos no nos llegan a las ollas comunes. Nosotros pedimos transparencia a los municipios distritales, que no hagan clientelismo político, que no utilicen el hambre del pueblo por un voto”, dice Carmen Zúñiga, dirigenta de Villa María del Triunfo, quien pidió a la Contraloría investigar las denuncias en diversos distritos.

Por eso, Abilia Ramos, otra vocera de San Juan de Lurigancho, propone que les entreguen tarjetas alimentarias para que sean las ollas comunes las que reciban las canastas de alimentos; a fin de evitar el abuso y la corrupción de los municipios.

“Hemos pedido a Qali Warma que nos informe cuántas canastas han entregado las municipalidades y a qué poblaciones vulnerables, porque a nosotras no nos ha estado llegando esa importante ayuda”, precisaron las dirigentas, quienes anunciaron que el próximo jueves 28 de abril realizarán un plantón frente a la sede del Midis.

“Precios por las nubes”

Por otro lado, la presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima afirmó que, en estas semanas, vienen sufriendo por el alza de precios de algunos alimentos básicos que usan. “Hemos dejado de comprar pollo. Lo que compramos ahora es pescado”.

Las madres dijeron que vienen recuperando verduras y frutas de los mercados y realizan actividades como polladas, pero no es suficiente. Esperan no seguir siendo invisibles.

Reacciones

Fortunata Palomino, dirigenta de Lima

La alimentación es un derecho, no un privilegio. El alza de precios nos está chocando. No nos llegan directamente los alimentos. Nosotras atendemos a las familias que más necesitan en Lima”.

Abilia Ramos, dirigenta de S.J.L.

“Los municipios no deben jugar con el hambre del pueblo. No nos están llegando las canastas desde enero. Necesitamos que se promulgue la ley de ollas comunes para tener financiamiento directo”.

“Alcalde Muñoz debe viabilizar ordenanza”

Por un acuerdo con Emmsa, las madres de la Red de Ollas Comunes de Lima acuden una vez a la semana al Gran Mercado Mayorista de Lima para recuperar alimentos. Obtienen hasta tres toneladas de verduras. Se turnan por distritos.

Lo que piden ahora es que el alcalde Jorge Muñoz viabilice el proyecto de ordenanza que ha presentado la regidora Jessica Huamán para que se regularice la recuperación de alimentos en los mercados de la ciudad.

“Todavía sigue en dos comisiones del Concejo (Participación Vecinal y Asuntos Legales). Es importante que el alcalde impulse la iniciativa antes de dejar el cargo a fin de año”, pidieron.

(Lima, 1988). Estudió Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. En sus más de 10 años como reportero ha trabajado en radio, TV y prensa. Actualmente, escribe crónicas y reportajes en el diario La República. También ha sido becario de la Red de Periodistas Latinoamericanos Cosecha Roja y es colaborador de la revista Anfibia. Ocupó el primer lugar en el Primer Concurso Nacional de Periodismo sobre Políticas Sociales (CIES-2015). Sus cuentos han sido publicados en antologías literarias. Es coautor de La banda sonora de tu vida (Autómata, 2019), de Generación B, jóvenes del Bicentenario (Artífice, 2021) y de Una carta sin Paul McCartney y otros relatos (Caja Negra, 2022).