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Sociedad

Cusco: cómo se sobrevive cerca de las montañas de basura

Jaquira-cusco. En este lugar se depositan 400 toneladas diarias de residuos que produce Cusco. Las comunidades lo cerraron y la Ciudad Imperial colapsó. Los vecinos de Jaquira está hartos de los malos olores y de consumir agua contaminada por los desechos que afectan los manantiales.

Mundo de basura.  En Jaquira depositan a diario 400 toneladas de basura que provienen de la ciudad de Cusco. Pobladores están hartos de hedores. Foto: La República
Mundo de basura. En Jaquira depositan a diario 400 toneladas de basura que provienen de la ciudad de Cusco. Pobladores están hartos de hedores. Foto: La República

En 2014, Jaquira era considerado uno de los cinco botaderos de basura más críticos del país. Así lo alertaba el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental.

Siete años después, la situación no cambió, empeoró. Eso ha sublevado a las comunidades que viven cerca al botadero. Desde el lunes pasado no permitieron más el paso de los compactadores que provienen de Cusco.

Jaquira recibe diariamente más de 400 toneladas de desechos hace 15 años. La prueba de esa acumulación son montañas de basura incorporadas al paisaje natural. Llegar a Jaquira demora treinta minutos de viaje, límite de los distritos de Ccorcca y Santiago. Nubes de moscas dan la bienvenida. Los olores son nauseabundos. Residuos de todo tipo: orgánicos, peligrosos, biocontaminantes se observan a cielo abierto. Las aves carroñeras picotean sobre esas cimas de mugre. A menos de 100 metros se encuentra la comunidad de Jaquira Grande.

“Nosotros comemos con las moscas. Respiramos ese olor día y noche, no deja vivir ni dormir. Tengo dos hijitos de tres y cuatro años. Ellos siempre tienen diarrea. Ninguna autoridad se ha preocupado por nuestra salud ni porque estamos en pandemia. No sabemos qué enfermedades tendremos por vivir con la basura”, cuenta Elizabeth Escobar Vargas, pobladora de Jaquira Grande.

Ellos solicitaron a las autoridades la reubicación del botadero.

Con el cierre forzado de Jaquira, Cusco colapsó. El servicio de limpieza pública se ha paralizado por el cierre del botadero. Desde las casas, los residuos se lanzan a la calle. En cinco días se han vuelto locos con la basura, imagínese lo que es convivir por años con estos olores, agrega Elizabeth Escobar.

Agua contaminada

Jaquira Grande es la más cercana al botadero pero Huascabamba, Ccorca Ayllu, Águila del Sur y las APV Qhapaq Ñan, Qhapac Huasi, Arco Iris, Santa Rosa y Bolognesi, también sufren con la contaminación. “Jaurias de perros matan nuestros ganados. Los lixiviados se filtran y contaminan nuestros manantes de agua que todos consumimos”, cuenta Teófilo Cruz.

Jaquira es una cabecera de cuenca y da origen a varias fuentes de agua. Hace años, el botadero es controlado y cuenta con una planta de tratamiento de lixiviados, sin embargo, las intensas lluvias, desbordan la basura. “Al juntarse el agua de lluvia con la basura emanan líquidos (negros) que sobrepasan los canales que hemos hecho. La geografía en la zona es bastante accidentada. Se está trabajando, pero aún falta”, confirmó el subgerente de Saneamiento Ambiental de la municipalidad del Cusco, Miguel Ángel Atausupa.

El botadero nunca debió ser ubicado en la zona, peor aún, desde el inicio, 2006 cuando se firmó el convenio entre la municipalidad del Cusco y la comunidad, las prácticas medioambientales fueron nefastas. “Solo se arrojaba la basura. A nosotros (gestión actual) nos ha tocado asumir esos pasivos. Aunque la anterior gestión (2015) empezó con obras de geomembranas, los residuos de antes tardan en degradarse y tal vez haya filtraciones. Estamos haciendo esos estudios”, agregó.

Medida temporal

El exalcalde Carlos Moscoso, implementó un minirelleno sanitario, para detener la penetración de los lixiviados. Esta obra temporal de más de 13 millones de soles, debía controlar la emanación de olores nauseabundos y soterrar la basura. Pese a los esfuerzos, el monte de basura persiste.

Atausupa explicó que la temporada de lluvias impide encontrar tierra para tapar los residuos. La descomposición se siente a varios kilómetros por donde transita la basura, desde Independencia hasta Ccorca.

El año pasado venció el plazo de vigencia de Jaquira. El convenio por 20 años establece que a partir del 2022 comienza la etapa de cierre del botadero, durante cinco años. Sin embargo, el transporte de basura sigue siendo el mismo. Todos los distritos de Cusco llevan todo tipo de residuos a Jaquira, incluso las toneladas se han incrementado debido a los desechos como mascarillas, guantes y protectores faciales. Los esfuerzos que realiza la gestión del alcalde Víctor Boluarte en el botadero de Jaquira, no serán suficientes, si ese panorama no cambia.

El fracaso de Huascabamba

La ciudad imperial tiene más de 400 mil habitantes, pero no cuenta con un relleno sanitario. En el 2012, se concibió el proyecto Huancabamba para soterrar la basura. El proyecto a cargo de Copesco, del gobierno regional, no logró la licencia social en el 2015 y fracasó. Incluso debió devolverse los casi S/33 millones de préstamo del Banco Mundial.

Las gestiones de la municipalidad del Cusco no han prosperado. Los tres años de la actual gestión edil se enfocó en buscar terrenos para una planta sin éxito. Recientemente se reveló que nuevamente fracasó por falta de consentimiento social de los lugares elegidos.