Desborde en Machu Picchu: el plan de contingencia que jamás se ejecutó

El pasado viernes 21 de enero, Aguas calientes, la última ciudad antes de llegar a Machu Picchu, se puso en estado de alerta tras el desborde del río Alcamayo. El arquitecto, urbanista, magíster y profesor universitario Augusto Ortiz de Zevallos sostuvo que este pueblo es bastante vulnerable en tiempo de lluvias.

Agregó que el Programa de manejo integral del Santuario histórico de Machu Picchu, el cual fue aprobado por la Municipalidad de Cusco, proponía generar un cause más amplio al río y proteger de futuros huaicos al pueblo de Aguas calientes mediante la construcción de barreras que mitiguen la fuerza del agua.

Ortiz de Zevallos alegó que los planos están realizados desde hace más de 20 años. “El río se puede llevar de encuentro al pueblo”, acotó.

A través de los años, los alcaldes de Aguas calientes no han permitido la ejecución del plan pese a los grandes riesgos que enfrenta el pueblo. Por el contrario, las autoridades han autorizado la construcción de otras edificaciones dejando de lado la zonificación y reglamentos básicos, denunció el arquitecto.

Para el especialista, existen intereses económicos que impiden llevar a cabo el plan de protección y contención. Recordó que la Ciudadela Inca es considerada como patrimonio cultural y natural, por lo que es necesario darle un adecuado cuidado.

“Tiene que haber un programa inmediato (...) Hay un enredo del Estado peruano y nadie sabe lo que le toca hacer, lo que nos está pasando en Ventanilla. Creo que Machu Picchu es prioridad nacional absoluta”, indicó.