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Sociedad

Derrame de petróleo en Ventanilla evidenció que Lima no cuenta con centros de rescate

Hay uno en Ica y otros en la selva y los Andes. A la fecha, Serfor y la ciudadanía organizada han rescatado a más de 51 especies. Repsol podría recibir multa de 230.000 soles por matanza de aves y mamíferos.

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Patillo y su cría fueron hallados muertos en las costas de Ventanilla. Foto: Carlos Felix / La República

El país aún no se recupera de la pandemia de la COVID-19 y otro acontecimiento ya sacude la nación: el derrame de petróleo de Repsol. Ya ha pasado una semana del atentado contra el medio ambiente y las soluciones aún parecen lejanas. No obstante, lo contrario ocurre con las iniciativas ciudadanas, que han encontrado en la recolección de cabello una forma de apoyar en la limpieza de las playas.

Además del daño a los balnearios, decenas de aves y mamíferos también se han visto afectados por lo más de 6.000 barriles de crudo que cayeron al mar en Ventanilla el último sábado 15 de enero. La firma española se excusa diciendo que fue por los oleajes anómalos; no obstante, la Marina de Guerra descarta esta versión.

Lo alarmante es que, producto de esto, decenas de nutrias marinas, una especie protegida y en peligro de extinción, así como cangrejos, pulpos, caracoles, estrellas de mar, erizos, pingüinos y aves guaneras están sufriendo los estragos por la falta de un plan de contención, la participación de personal especializado y centros de rescate habilitados.

De acuerdo al doctor Héctor Aponte, investigador asociado de la Universidad Científica del Sur, esto último es determinante, ya que es donde los animales se recuperarán. Según el observatorio Osinfor, hay un centro habilitado en Ica y otros dos en la selva y los Andes. Ninguno cerca a la capital, en donde ocurrieron los hechos.

Por ello, el experto considera que estos espacios deben instalarse en “zonas donde se realizan actividades extractivas, ya que permitirá una atención más pronta de las especies afectadas si ocurriera un nuevo accidente”.

Por su parte, Patricia Torres, abogada del Programa de Bosques y Servicios Ecosistémicos de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), recordó que la mayoría de estos centros mencionados son privados. El problema de esto es que, en situaciones como la pandemia, tienen muchas posibilidades de cerrar. Ante esto, hizo hincapié en la necesidad de crear nuevos espacios que estén a cargo de Servicio Nacional Forestal (Serfor) y el Estado.

“Estos espacios están enfocados en atender luego de los decomisos, hallazgos de animales, pero muy poco sobre cómo atender luego de un derrame de petróleo. Igual la habilitación y atención que han implementado ha sido inmediata”, señaló la especialista a este diario.

¿Qué sigue luego de la rehabilitación?

Una vez que hayan sido estabilizados, las especies deberán reinsertarse a su habitat. Pero para esto se necesita que su espacio esté limpio y sea seguro. Al respecto, autoridades expertas, en sus mejores pronósticos, estiman que esto tomará un par de semanas. Una opinión totalmente distinta tiene el científico Marino Morikawa, quien considera que, si no se hacen una intervención ahora, el daño podría extenderse por años.

“Luego de la intervención se espera que se reintroduzcan a su habitat, pero ahí sigue contaminado. Por ello, el siguiente reto es encontrar lugares apropiados donde puedan estar. No necesitan solo un espacio, sino también alimentarse”, señaló la abogada de SPDA a este diario.

“El retorno es muy similar al proceso de un médico dándote de alta (de hecho, son médicos veterinarios especialistas en fauna silvestre los que determinan el mejor momento). Los animales deben ser evaluados y, si los especialistas indican, los animalitos son trasladados y liberados en zonas no afectadas. Devolverlas a zonas con petróleo sería inadecuado”, comentó a su turno Héctor Aponte.

¿Cuántos animales se han rescatado?

En uno de sus últimos reportes, Serfor dio a conocer que, a la fecha, 51 especímenes han sido atendidos y rescatados en playas de Ancón, Ventanilla y Chancay. En la lista están 13 ejemplares de guanay (phalacrocorax bougainvillii), tres de cormorán (phalacrocorax brasilianus), 13 de chuita (phalacrocorax gaimardi), seis de pingüino de Humboldt (spheniscus humboldti), 11 piqueros (sula variegata), tres gaviotas (larus belcheri), un zarcillo (larosterna inca) y un playerito (calidris sp.).

¿Qué multa podría recibir Repsol?

La empresa española, que hasta ahora dice no ser responsable del atentado ecológico y no se ha presentado al Congreso a brindar su declaración, podría recibir una multa de hasta 5.000 UIT por matar a decenas de aves y especies que habitan en las playas. Esto quiere decir que el monto ascendería a 230.000 soles.

“En el tema de fauna silvestre, la normativa forestal tiene un supuesto, que es causar muerte a la fauna silvestre y esto da lugar a una multa de 5.000 UIT”, subrayó Patricia Torres.

Diversas labores de recolección y limpieza se vienen realizando en las playas afectadas. Foto: Municipalidad de Ventanilla

¿Qué implementos se deben utilizar para apoyar en la limpieza?

El científico Marino Morikawa brindó diversas recomendaciones a los voluntarios que están realizando trabajos de limpieza en las playas Cavero, Bahía Blanca, Costa Azul, Santa Rosa Chica, Santa Rosa Grande, Club Naval, La Puntilla, Balneario de Ancón, Miramar, Pocitos, Infantería, San Francisco, Hermosa, Las Conchitas, Pasamayo, Chacra y Mar (Chancay) y Peralvillo (Chancay).

El especialista recordó que todos los asistentes deben colaborar, como máximo, media hora y luego salir de la zona infectada a respirar aire puro. Según detalló, estas sustancias pueden generar dolores de cabeza, de ojos, nariz y garganta; por ello, es importante tener espacios de descanso.

De igual forma, recalcó que las personas deben portar ropa impermeable, cubrirse los ojos, la cara y usar mascarillas KN95. También son recomendables los guantes: uno de nitrilo y otro de cocina.

Las afectaciones a raíz de la cercanía con el petróleo se pueden manifestar a nivel respiratorio. Foto: Carlos Contreras/La República