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Sociedad

2021, año de la esperanza para derrotar la COVID-19 con vacunas

Lento, pero seguro. En el segundo año de la pandemia, la humanidad de forma global empezó a plantarle cara a la COVID-19 con la vacunación. En Perú, el proceso inició lento, pero fue mejorando, a la par de la llegada de más dosis.

Loable  El fotoperiodista Diego Ramos retrata a enfermeros que viajan sobre un andarivel para cruzar el río Colca e inmunizar a poblados de Castilla que viven incomunicados.
Loable El fotoperiodista Diego Ramos retrata a enfermeros que viajan sobre un andarivel para cruzar el río Colca e inmunizar a poblados de Castilla que viven incomunicados.

“Un granito de arena para vencer a la pandemia”. Así describe su labor la enfermera Gianella Carrillo (25), tras una jornada de doce horas de vacunación en el mercado San Camilo de Arequipa. Es el penúltimo día de 2021 y el objetivo es que el 90% de arequipeños se coloque al menos una dosis contra el mortal virus.

En un país con un sistema de salud precario, las buenas coberturas de inmunización son la principal arma para disminuir la transmisión del coronavirus y muertes.

Según el Ministerio de Salud (Minsa), entre Arequipa, Moquegua, Tacna, Cusco y Puno, son 22 358 vidas cegadas por el virus en dos años de pandemia. Por ello la llegada de la vacuna significó un símbolo de esperanza. Tras once meses de iniciada la inmunización, la cobertura nacional con dos inyecciones en la población objetivo (mayores de doce años) es de 75.4%.

En las regiones del sur, Arequipa está por encima del promedio país, con 79.3%. Le sigue Moquegua con 78.5%, Cusco con 71.8%, Tacna con 68.6%. Puno sigue rezagada con 50.4%.

Según el Minsa, Arequipa, Moquegua, Cusco y Tacna tienen un nivel de vacunación bueno. Puno está en rojo, además es la penúltima región en cobertura, superando solo a Madre de Dios.

Dificultades en el camino

El proceso de inmunización superó diferentes barreras desde febrero. Inicialmente poca disponibilidad de dosis, las campañas contra el inyectable de Sinopharm, el difícil acceso en zonas rurales y los mitos instalados por “los antivacunas” por mencionar algunas.

La accesibilidad geográfica se ha ido superando por el propio empeño del personal sanitario. Un caso que saltó a nivel nacional fue el de José Manuel Bravo, enfermero del distrito de Pampamarca (La Unión, Arequipa), quien alquilaba un caballo para vacunar en anexos. El profesional señala que ahora hay pocos animales para rentar, pues muchos están en labores del campo. Se avecinan lluvias y tampoco sería recomendable usar los equinos en trochas llenas de barro. Cuando se requiera volver a la estrategia casa por casa, él tendrá que viajar a pie. El anexo más lejano está a 8 horas de distancia.

En Pampamarca la cobertura con dos dosis es de 66.3%. José Manuel Bravo sostiene que algunas personas no volvieron por la segunda inyección tras presentar los efectos normales: dolor focalizado, fiebre. También se presentan mitos, como que la vacuna acortará el tiempo de vida o reactivará enfermedades. Sostiene que son ideas traídas desde las ciudades.

Las creencias explicarían bajas coberturas en muchas zonas. Hace poco, el decano del Colegio Médico de Puno Vidmar Mengoa, sostuvo que hay confesiones religiosas que instalan falsas ideas contra las vacunas entre la feligresía de la región altiplánica. Gianella Carrillo refiere que en el distrito de La Joya en Arequipa, también hay desconfianza por fake news. Lo comprobó cuando fue a vacunar a dicha jurisdicción, que solo llega a 58.6% de inyectados con dos dosis.

Gianella Carrillo añade que, en las últimas semanas, el movimiento antivacunas se tornó más hostil. Recuerda que hace unos días, algunos integrantes se apostaron con megáfono y carteles al lado del puesto de vacunación de la plazoleta del mercado San Camilo. El personal no se amilanó y continuó su labor. Añade que las restricciones para no vacunados, también mejoró la asistencia.

Fortalezas de la experiencia

A pesar de los contratiempos, la vacunación en Perú consiguió un ritmo sostenido. Un factor primordial es la disponibilidad de las dosis, pero también la estrategia. Usualmente se ha dicho que el país y Latinoamérica, son buenos en inmunizaciones. Las cifras indican que varios países de la región ya superaron en coberturas a Europa o Estados Unidos.

El coordinador de Inmunizaciones de la Red Arequipa Caylloma, Edwin Valdivia, señala como una fortaleza, la experiencia que el personal adquirió en campañas de vacunación pasadas, además de los programas regulares para menores de 5 años. Eso ayudó a que una vez con las dosis disponibles, se haga un despliegue rápido. José Manuel Bravo por ejemplo tiene más de dos décadas de carrera y recuerda que participó en campañas contra la rubéola o hepatitis en La Unión. Además, ya tiene experiencia en la estrategia casa por casa en la inmunización de menores de 5 años.

El enfermero Juan Pablo Huayhua del centro de salud de Andagua (Castilla), refiere que el factor cultural también ayuda a acercar la vacuna a la gente. Por ejemplo, él domina el idioma quechua, necesario para comunicarse y dar confianza a los pobladores que tienen al runa simi como única lengua.

Y también la población ayuda. A pesar de las campañas desinformativas, las cifras demuestran que la mayoría de peruanos confía en la vacuna. Valdivia opina que las jornadas sostenidas de las últimas décadas, generaron que un sector importante de la población tenga confianza en las dosis y ponga el hombro contra la pandemia.

Lo que se espera en el 2022

La coordinadora regional de Inmunizaciones de la Gerencia de Salud de Arequipa, Giovana Valdivia, señala que el Minsa ya anunció que para mediados de enero debe empezar la inmunización con Pfizer en niños de 5 a 12 años. En Arequipa, se calcula que son cerca de 150 mil menores que calificarían. Ya se estudia la forma de acercar las fórmulas a esta población.

Además, continuarán las dosis de refuerzo. Por ejemplo, las personas que recién completan su esquema de dos inyecciones, en tres meses ya podrán acudir por su tercera vacuna.

Licenciado en Periodismo por la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Labora en el Grupo de La República desde el 2018. Videorreportero de la Unidad de Respuesta Periodística Inmediata de La República (URPI-LR).