”Las violaciones no son un chiste”: la violencia verbal detrás de las ‘bromas’ sexistas

Patricia Chirinos, tercera vicepresidenta del Congreso, denunció este viernes 31 de agosto que el titular del gabinete, Guido Bellido, la agredió verbalmente con una expresión sexista. Ante la solicitud que la parlamentaria de Avanza País realizó para ocupar el exdespacho de su padre y, tras contar los diferentes estados civiles por los que ha vivido, el presidente del Consejo de Ministros le habría respondido lo siguiente: “Entonces, ahora solo falta que te violen”.

Luego de esta acusación, el primer ministro expresó en Canal N que la afirmación “estaría fuera de contexto”. “Qué confianza podría tener para decirle eso a una persona que por primera vez la estaba viendo. No hay coherencia. Es el plan que tienen de vacar al presidente de la República. Es parte de una estrategia de manchar el trabajo que estamos desarrollando”, expresó.

Tras esto, la congresista Kira Alcarraz (Somos Perú-Partido Morado) escribió en su cuenta de Twitter que “hablar de una violación sexual no es cuestión de broma”. “El Perú es el tercer país a nivel mundial con más agresiones sexuales. Como integrante de la Comisión de la Mujer expreso mi solidaridad con Patricia Chirinos y exijo a los colegas testigos que aclaren lo ocurrido”, añadió.

¿Por qué habría que bromear o tomar a la ligera un tipo de violencia tan grave como la violación sexual de la cual han sido víctimas unas 13.843 mujeres en 2020, según el Ministerio de la Mujer?

Las ‘bromas’ de violación son violencia verbal

Lamentablemente, estas agresiones verbales sexistas son omnipresentes en la vida cotidiana de las y los peruanos: desde políticos, hasta actores, actrices, personajes de TV o ‘comediantes’. Sin embargo, no se toma en cuenta que una violación sexual no solo deja secuelas a nivel físico, sino también producen un impacto emocional y mental.

“Rechazamos las declaraciones y la actitud machista que ha tenido una autoridad tan importante en el país. La violencia machista, venga de donde venga, es violencia. La violencia sexual no es una broma, es una cuestión bastante seria y grave en nuestro país que afecta a miles de mujeres”, declara Sayda Lucas, socióloga especialista en derechos sexuales y reproductivos de Demus.

La especialista detalla que la intención de tomar los abusos sexuales como ‘bromas’ es minimizar esta problemática, así como también de desviar el debate de las causas de la violencia sexual, tales como el machismo y el patriarcado en los que se basa la sociedad.

“La violación nunca es un chiste. Los chistes sobre la violación legitiman la violencia sexual, haciendo más difícil que las víctimas puedan denunciar que no se ha contado con su consentimiento. El humor que normaliza y justifica la violencia sexual no es aceptable”, detalla ONU Mujeres.

La organización afirma que este tipo de violencia no hace más que reforzar la cultura de la violación, es decir, las formas en que las sociedades justifican y normalizan los abusos sexuales, cuestionando o culpabilizando a las sobrevivientes de sufrieron estos actos.

“Socialmente, sí hay un afán de invisibilizar la gravedad de la violencia sexual. Es una forma de buscar exculparse a través de una serie de excusas que tratan de justificar esta problemática que sufrimos las mujeres en diferentes espacios”, recalca Lucas. Asimismo, hace un llamado a las autoridades para que se implemente de forma urgente la estrategia nacional de prevención para la erradicación de la violencia de género.

Denuncia de Patricia Chirinos también es acoso político

En tanto, Diana Miloslavich, vocera de Somos la mitad, queremos paridad, indica que esta agresión verbal sexista también es acoso político y que debe ser sancionado por la ley 31155. “Debe de abrirse una investigación y esperamos que contribuya no solamente a buscar una solución a la situación específica, sino a los cientos de casos de este tipo de violencia que las mujeres están viviendo en el país”, manifiesta.

Asimismo, recalca que este tipo de acoso restringe directamente el derecho de las peruanas a participar en la vida política, pues lo que busca esta violencia es que las mujeres se desanimen de participar activamente en esta esfera.

“El incremento de este tipo de violencia tiene que ver con la mayor presencia de mujeres en los espacios públicos de representación política y de elección popular. El machismo y el patriarcado se resisten a esta presencia importante de mujeres que están cambiando el quehacer político del país”, expresa Miloslavich.

Recalca que no es fácil que el poder se comparta con las mujeres, lo que ha traído nuevas formas de violencia hacia las féminas que deciden ejercer su derecho a participar en la vida política.