Advierten prevalencia de disfunción tiroidea en hospitalizados por COVID-19
El estudio del Servicio de Endocrinología del hospital Almenara reveló que la patología se da aproximadamente en el 20% de los pacientes evaluados.
- ATU: ¿a cuánto equivale la multa por realizar taxi colectivo en Lima y Callao?
- Sentencia a hombre a 5 años de cárcel por comprar pollos a la brasa con tarjeta bancaria ajena
El Servicio de Endocrinología del hospital Almenara reveló que existe una alta presencia de tirotoxicosis en pacientes con este virus, condición que produce una tormenta de hormonas tiroideas a nivel de los tejidos que puede traer consigo taquicardia, fiebre, agitación y, en casos extremos, insuficiencia cardíaca y trastornos de la función hepática.
Según la doctora Sofía Ildefonso, médico asistente del Servicio de Endocrinología, un estudio retrospectivo mostró casos de tirotoxicosis manifiesta y subclínica; es decir, con y sin sintomatología en pacientes contagiados de SARS-CoV-2. Agregó que esta patología se dio aproximadamente en el 20% de los evaluados: 58 de un total de 287 personas.
“Durante cualquier proceso infeccioso los requerimientos de hormona tiroidea aumentan. Si sufre actualmente de hipotiroidismo, es probable que requiera mayor dosis hormonal (levotiroxina) durante una infección severa para mantener las necesidades del organismo. En pacientes con hipertiroidismo, cualquier infección o enfermedad severa puede desencadenar descompensación y mayor producción de hormona tiroidea, que deberá ser tratada”, señaló la especialista de EsSalud.
Dicho mal no controlado, si bien no se ha descrito como un factor de riesgo para adquirir la infección de COVID-19, sí puede ser la causa de descompensación durante cualquier enfermedad o infección. Por esta razón, si tiene este diagnóstico, en especial de hipertiroidismo, es importante que tenga la función tiroidea controlada durante una afección grave. Esto permitirá un correcto funcionamiento de órganos y tejidos, así como una respuesta adecuada frente al padecimiento.
La doctora Ildefonso mencionó que algunos virus tienen la capacidad de contribuir a la aparición de enfermedades tiroideas, sobre todo aquellas personas que tengan predisposición genética. En ese sentido, indicó que la activación de algunos anticuerpos de estos males se han asociado a la presencia de infección por otros.
Aunque poco frecuente, uno de esos cuadros es la tiroiditis subaguda (SAT), una reacción inmunitaria de la glándula tiroides que a menudo se presenta después de una afección de las vías respiratorias superiores. De cada 100.000 habitantes, un promedio de seis personas la padece en nuestro país.
Del total de casos reportados de tiroiditis subaguda, el 65% se produjo después de la remisión de COVID-19; es decir, tras haber superado el ciclo del virus. Este periodo oscila entre dos a ocho semanas de dar negativo a una prueba de descarte. El dolor de cuello, opcionalmente irradiado a la mandíbula u oído, estuvo presente en alrededor del 90%. Un 60% de este total refirió haber tenido fiebre adicional al dolor.
De ahí que el Servicio de Endocrinología del Hospital Nacional Guillermo Almenara realiza un promedio de 300 atenciones mensuales por enfermedad tiroidea, en caso de hipo o hipertiroidismo en general.
En Sociedad LR, un equipo experto de periodistas se encarga de redactar y elaborar todos los artículos que se firman en esta sección. Además, tenemos a un grupo de editores cuya labor minuciosa consiste en revisar cada una de estas publicaciones a fin de garantizar que sigan nuestra línea editorial y sean de relevancia para nuestra audiencia.
