ONP, mayo 2024: cronograma de pagos
Sociedad

Deficiencias en el Camal Municipal de Arequipa

Sin mantenimiento. Fotografías y videos evidencian deterioro en pisos y paredes. Administración de matadero admite problemas y señala que MPA mejorará instalaciones y equipos.

Elizabeth Huanca

El Camal Metropolitano de Río Seco, en Arequipa, donde se procesa el 60% de carne que llega a los mercados de Arequipa y parte de Puno y Cusco, presenta problemas en sus instalaciones.

Varias imágenes y videos a los que accedió La República, muestran el deterioro y el mal estado en el que se encuentran los pisos y paredes de diversas áreas del matadero. La zona más crítica, de acuerdo a las vistas, es el patio de oreo, un ambiente, donde permanecen los animales, tras el proceso de beneficio.

En los videos, se observa que por el resquebrajamiento del piso, incluso la sangre queda coagulada y almacenada bajo las láminas de cemento sobresalientes, lo que podría afectar la salubridad y el estado de los productos cárnicos que salen del establecimiento con evidente falta de mantenimiento.

El camal metropolitano o Matadero Municipal, tiene más de 30 años, es de propiedad de la Municipalidad Provincial de Arequipa, pero actualmente opera como Organismo Público Descentralizado (OPD).

Desde julio de 2015, el camal es administrado por Sermamet (Servicio Municipal de Administración del Matadero Metropolitano de Rio Seco). No obstante, continuamente, ha estado bajo la lupa, por las condiciones en las que opera.

Este es el camal más importante de la Región. A la semana se benefician alrededor de 1,000 vacunos, adicionalmente de cabezas de bovino y cerdo. Los dos últimos abastecen en parte, los centros de abastos de Puno y Cusco.

Deficiencias

El administrador del matadero Municipal, José Miguel Bellido, admite que hay deficiencias en la infraestructura, especialmente en los pisos. Empero alega que la carne o animales beneficiados son aptos para el consumo humano.

Recuerda que cuando la nueva administración recibió el control del mismo, este tenía maquinaria con 20 años de antigüedad, algunas inoperativas o con motores malogrados, además de una estructura relativamente deteriorada, la misma que, refiere, “se viene mejorando continuamente”. “Si tuviéramos que ponernos una calificación de 0 a 20, aprobaríamos con 12 o 13”, confiesa.

Bellido señala que la administración dispone mantenimientos de máquina e infraestructura cada 6 o 7 meses, el mismo que se hace con recursos propios. Sin embargo, producto de la pandemia, los ingresos han reducido significativamente y los gastos operativos incrementado en 20%.