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Sociedad

Impunidad: liberan a hombre acusado de abusar sexualmente e intentar matar a su hija

Pese a primera denuncia de graves vejaciones y abuso, José Felizardo Zoriano Arias fue puesto en libertad. Dos meses después, agredió e intentó quemar casa de su denunciante. A pesar de estos antecedentes, fiscal no solicitó ampliación de prisión preventiva.

José Felizardo Zoriano Arias salió en libertad el pasado 17 de marzo. Foto: composición
José Felizardo Zoriano Arias salió en libertad el pasado 17 de marzo. Foto: composición

Injusticia en Chontalí, Cajamarca. Una niña de 13 años, víctima de agresión sexual e intento de feminicidio por parte de su padre, José Felizardo Zoriano Arias (50), vive con miedo luego de que este fue liberado hace una semana, pues el fiscal a cargo de la investigación no solicitó la ampliación de prisión preventiva que el sujeto cumplía y la Corte Superior de Justicia de Lambayeque ordenó su liberación inmediata.

Los hechos se remontan a abril del 2020, en aquella fecha, Zoriano torturó e intentó violar a su hija. Las autoridades ordenaron 20 días de reclusión y ya en libertad, apenas dos meses después -en junio- buscó a la niña, la golpeó en la cabeza y prendió fuego a su cuarto, según contó la menor en sus testimonios.

Pese a estos antecedentes, el fiscal provincial Walter Enrique Mundaca López, de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Jaén, (quien investiga el intento de feminicidio contra la menor) consideró que ya no procedía el requerimiento de prisión preventiva, porque ya se concluyeron las investigaciones y no hay diligencias de relevancia pendientes. Además, señaló que no hay peligro de fuga ni riesgo de que Zoriano obstaculice las investigaciones. ¿Y la integridad de la víctima?

Además de ello, el citado fiscal elevó la acusación este 25 de marzo -después de nueve meses-, pero cambió la tipificación del delito de feminicidio en grado de tentativa por el de intento de parricidio.

“No se da la característica de feminicidio, este tiene características especiales. Tiene que haber un contexto de violencia familiar, un abuso de poder, una denigración por ser mujer”, dijo Walter Mundaca a La República.

“En el caso que nos ocupa la agraviada dice que él la amenaza diciendo ‘te voy a matar’, la agrede, la deja inconsciente y luego le prende fuego. Esa hipótesis tiene que ser materia de prueba en el juicio. (...) Ahora, no hemos visto denigración, no hemos visto insultos, otros detalles, porque la señorita agraviada no ha indicado. De donde sacaría yo los elementos para cuadrar el hecho de feminicidio”, añade el fiscal.

Según Mundaca, “no hay denigración”, pues según él mismo confirmo, no tomó en consideración la otra investigación fiscal en curso por el ultraje sexual que sufrió la menor en abril del 2020.

De acuerdo con las pesquisas de criminalística a las que accedimos, se confirma una grave afectación de la niña, hay indicadores de estrés post traumático y que su relato es coherente.

“El caso de tocamientos indebidos, no es mi caso. No tengo nada que ver con la imputaciones respecto al delito de actos contra el pudor, escuché por la prensa que tuvo en ciertas circunstancias a la niña. Incluso por ese caso se le dio prisión preventiva y luego la sala corrige y le dio comparecencia. Ese no es mi caso”, dijo a nuestro medio el fiscal.

Walter Mundaca Lopez, fiscal provincial de la Primera Fiscalía Provincial Penal de Jaén. Foto: difusión

Walter Mundaca Lopez, fiscal provincial de la Primera Fiscalía Provincial Penal de Jaén. Foto: difusión

Violencia institucional y búsqueda de justicia

Sobre los hechos ocurridos en junio, el testimonio de la niña, el examen médico legista que confirmó las quemaduras de la menor, el informe hecho por los Bomberos que estableció que fue un incendio provocado y las contradicciones del relato de José Zoriano determinaron que el Poder Judicial le dictara nueve meses de prisión preventiva en junio del 2020.

Sin embargo, incluso ante estos hechos, el agresor sexual estuvo a punto de quedar en libertad, según testimonio de la familia de la víctima. “El fiscal Héctor Diaz Llamo (anterior letrado que llevaba este caso) quería darle comparecencia”, dijo la testigo del dolor de la niña. La historia se repite.

Pues bien, a pesar de este historial de violencia, el fiscal señala que no puede tomar en cuenta las pruebas del otro proceso de abuso sexual. Afirmación que fue desmentida por la abogada del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Elizabeth Vásquez.

El fiscal tiene la facultad, si tiene conocimiento de que hay otro proceso, puede solicitar copias de las principales piezas procesales de este para ver qué pruebas tienen. Nos parece inaceptable la conducta que este fiscal tiene. No puede deslindar responsabilidad diciendo que ‘no, yo no llevo este proceso’”, dijo la letrada.

“En todo caso hubiese podido solicitar la acumulación porque son las mismas partes: el mismo denunciado y la misma víctima”, explicó.

Precisamente, por el proceder del fiscal, el abogado del Centro de Emergencia Mujer de Colasay, Juan Barboza Terrones, interpuso una queja por inconducta funcional contra Walter Mundaca, ante la Oficina de Control Interno del Ministerio Público del distrito fiscal de Lambayeque.

En el documento también se cuestiona que el fiscal no haya culminado con la investigación preparatoria y tampoco haya formalizado el requerimiento de acusación contra el investigado mientras este se encontraba en prisión.

Cambio de tipificación: riesgo de menor pena

Ahora que el fiscal Walter Mundaca cambió la denuncia por intento de parricidio, el agresor no recibiría una pena tan alta, pues, en el caso de tentativa de feminicidio, hay agravantes como el hecho de que la víctima sea menor de edad.

Ante ello, Liz Meléndez, directora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, alerta que este cambio en la tipificación del delito no toma en cuenta el contexto de violencia de género al que fue sometida la niña, pues previamente su padre también intentó violarla, y, lo más grave, pone en riesgo que Zoriano reciba una condena más severa.

“Espero que el fiscal reconsidere. (El delito de intento de parricidio) no logra visibilizar lo que es este crimen. (...) Es importante que sea situado como feminicidio, porque es un delito que tiene un trasfondo de misoginia. Primero, el agresor tiene antecedentes y la crueldad de la violencia sexual te habla de un agresor contra las mujeres”, explica.

Además, refiere que en caso de que Zoriano sea condenado por parricidio, la sentencia crearía un mal precedente para otras víctimas de violencia sexual seguidas de feminicidio.

“Recordemos que la violencia sexual contra las niñas lamentablemente en la mayoría de casos es ejercida en el entorno directo de la víctima, el entorno familiar. Por lo tanto, el que se sancione como parricidio puede generar un precedente lamentable que podría generar desprotección para otras víctimas de violencia sexual seguida de feminicidio o intento de feminicidio”, advirtió.

Constantes amenazas, riesgo y huida

Así, la labor del fiscal que lleva este caso es cuestionada por las especialistas citadas, pues, aunque para este las penas son parecidas en ambas tipificaciones, su acusación no toma en cuento el riesgo en el que se encuentra la víctima.

“La situación que me dice usted de que probablemente le ocurra algo (nuevos ataques) es una cuestión subjetiva. No tengo elementos de prueba para creer que eso vaya a pasar”, dijo el fiscal a un familiar de la víctima, a través de una conversación telefónica.

“Cómo va a ser subjetivo si la primera vez que lo sueltan va e incendia la casa, casi mata a la niña. Hay hechos concretos que evidencian que hay un riesgo de muerte, de feminicidio. Cómo es posible que en un crimen de esta magnitud, con esta crueldad, con este riesgo de muerte de esta niña, se actué de esta manera. Se está pidiendo una investigación (hacia la labor fiscal) frente a criterios bastante irregulares, desde lo legal y, desde el sentido común, muy cuestionable”, replicó Liz Meléndez.

Mientras el sistema de justicia vuelve a violentar a esta menor que reunió fuerzas para denunciar a su propio progenitor, su madre y ella han tenido que huir del pueblo donde vivían, pues, incluso la familia de Zoriano los amenaza, según narró una pariente de la niña. Ahora, la pequeña ha dejado de estudiar, tiene un cuadro depresivo y un shock post traumático, su vida está estancada, en tanto su agresor pasea libremente con el aval de las instituciones que deberían proteger a las víctimas.

“Yo tengo mucha impotencia porque no hay justicia. Este machismo, estas violaciones lo están normalizando. Ojalá lo puedan encerrar de nuevo por la vida de la niña y su madre”, clama una familiar de la niña.

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