Cronograma de retiro AFP, según José Luna
Sociedad

Arequipa: se triplica la demanda del oxígeno para atención en casa

temor. Familiares de pacientes contagiados temen llevarlos a los hospitales y los tratan en casa suministrándoles oxígeno. La apuesta es arriesgada, el enfermo puede empeorar.

Dejar un balón un día y recoger otro lleno al día siguiente. Así es la rutina de la mayoría de personas que hace colas por oxígeno medicinal en las afueras de la empresa Linde (antes Praxair), en el Parque Industrial de Arequipa. Es el caso de Roxana cuya hija de 13 años se infectó con COVID-19. Llega de madrugada, cerca de las cinco de la mañana y, pasadas las 11 horas recién su balón es ingresado a la planta privada. “Las condiciones en casa son mejores. En cambio, en el hospital no se dan abasto”, confiesa la madre.

“Lamentablemente ahí te matan. No saben cuidar a un enfermo. Si estás en la cama sudas y no te van a cambiar el polo, no te van a atender como en casa”, interviene Manuel mientras hace rodar su cilindro lleno que es para su abuela Ángela. La anciana necesita dos balones diarios, uno para el día y otro para la noche. Manuel cuenta que alguna vez no pudieron conseguir oxígeno y tuvieron que comprar a los revendedores. “Al menos me salvaron en el momento”, indica.

Si uno no tiene cilindro, puede alquilar pero es caro. Misha lleva oxígeno de Linde hace una semana para su padre. Empezó necesitando tres balones de 10 m3, pero ahora solo requiere de uno por día. “Al principio tuvimos que alquilar, 350 soles por día”, relata. Según Misha su padre ha mejorado. “No lo llevamos al hospital por varios factores. Uno porque tenemos miedo de que vaya a empeorar. La sudoración también les afecta y los enfermeros están ocupados con otros pacientes. Nosotros estamos pendiente de él”, sostiene Misha y añade que tuvo familiares internados que les dio pulmonías y agravaron.

Especialmente ayer el número de personas con cilindros se ha triplicado. “Desde el martes aumentó. Hoy (ayer) son muchos más”, da cuenta Martín que espera para recoger su oxígeno para su cuñado. Asegura que en las madrugadas un camión descarga entre 15 a 20 balones y los ponen en la cola. Luego gente se pone al lado de cada cilindro. “No sé si será para negocio u otra cosa”, refiere. La apuesta de la atención casera es riesgosa. El paciente debe ser monitoreado por un médico. Un consumo de oxígeno sin prescripción lo puede intoxicar.

Los piratas del oxígeno

Justo ayer Candelaria Saavedra H. (34), Yamelit Hanampa S. (28) y Wernher Bellido P. (33) fueron sacados de la fila por efectivos del Área de Robos, Secuestros, Estafas y Homicidios de la Policía. Las recetas médicas que tenían, requisito para comprar oxígeno, eran falsificadas. Tenían el logo del hospital III Yanahuara de EsSalud y con números correlativos (470013, 470014 y 470015). Pese a ello las fechas no coincidían. “Estas personas no podían dar indicación de donde habían conseguido las recetas”, informó el mayor PNP, Alberto Pacuico Pacheco. La Policía bautizó a la banda como los “Los piratas del Oxígeno”. Hay también la presunción de cobros de colas en las filas, lo que está en investigación.

Ya no pueden abastecer a todos

La planta del Hospital Docente de la Unsa, solo produce 45 balones diarios. Entre 20 a 25 personas se quedan sin llenar sus botellas, informó el director del establecimiento, Roberto Huamaní. Explicó que la demanda ha crecido en los últimos días. Resaltó que de los 45 cilindros que recargan, solo 35 es para el público en general. Mientras que los restante es para trabajadores universitarios que necesitan del suministro. “Sí aumentó los casos entre los trabajadores, tendremos que reducir los balones para el público”, lamentó el galeno. Mientras que en el Hospital Municipal también se elevó la necesidad del elemento para pacientes infectados con el nuevo coronavirus.

Redactor de la edición sur de La República. Estudió en la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) de Arequipa. Trabaja en medios hace 10 años, con mayor interés en las crónicas.