Vacunagate tumbó a rector y a 4 autoridades de Cayetano Heredia

Las ondas expansivas del escándalo conocido como vacunagate sacudieron a la Universidad Cayetano Heredia, la que tuvo a su cargo los ensayos clínicos de la vacuna china Sinopharm. El rector Luis Varela Pinedo y el vicerrector académico José Espinoza Babilón tuvieron que dimitir ante la Asamblea Universitaria de la UPCH.

A las renuncias se sumó el vicerrector de Investigación del mismo claustro de estudios, Alejandro Bussalleu Rivera.

Por su parte, la Asamblea Universitaria suspendió de sus cargos de investigadores principales a los médicos Germán Málaga y Hugo García.

Los 5 se vacunaron con el lote extra de Sinopharm que regaló la compañía china, al margen del lote que se dirigió a los ensayos clínicos.

El exrector Varela señaló en su carta que el motivo de su dimisión no era otro que el manejo irresponsable del lote de 2.000 vacunas que los chinos entregaron a la UPCH de ‘cortesía’: ’'(Presento mi renuncia) motivada por la situación que se ha generado con la administración del lote de vacunas adicionales de Sinopharm, por parte del equipo de investigación del ensayo clínico’'.

En cambio, el exvicerrector académico José Espinoza no mencionó la razón de su dimisión.

Los 5 renunciantes y apartados de sus funciones recibieron vacunas del lote de ’'cortesía’' y, en algunos casos, también sus familiares. Las 487 personas fueron inmunizadas bajo reserva, cuando pudieron dirigirse las vacunas a los médicos que se encuentran en la línea de combate del COVID-19.

Justamente, el presidente de la Comisión COVID-19 del Congreso, Leonardo Inga Sales, declaró a La República que citará a todas las autoridades renunciantes de la UPCH porque son los responsables de la inmunización clandestina de 487 personas que no eran parte de los voluntarios que participaban en los ensayos.

El presidente de la Comisión COVID-19 indicó que ha detectado una serie de irregularidades en la adquisición de las vacunas para favorecer a Sinopharm. Explicó que a pesar de que el Instituto Nacional de la Salud (INS) canceló en parte los ensayos clínicos por reportar problemas en algunos voluntarios, la compra a los chinos se hizo de todas maneras.

Cita en el Congreso

“El 11 de diciembre, durante el gobierno del presidente Francisco Sagasti, se presentaron dificultades con algunos de los voluntarios, por lo que el INS emitió un informe para que se paralicen los ensayos médicos de la tercera fase de Sinopharm. Sin embargo, el 15 de diciembre la comisión sectorial recomendó la adquisición de las vacunas Sinopharm. O sea, ni siquiera esperaron para investigar realmente lo que pasó”, expresó el congresista Inga.

“Cómo voy a recomendar comprar una vacuna, que su ensayo clínico en el país me está diciendo que registra algunos problemas. ¿Por qué no esperaron solucionar lo sucedido, antes de recomendar la compra. Esto nos indica que podría haber un tipo de favoritismo”, anotó el congresista.

Esta es una de las razones por las que la Comisión COVID-19 ha decidido citar a los funcionarios gubernamentales que de una u de otra forma tuvieron relación con el proceso de contratación de Sinopharm. ’'No solo se trata de saber quiénes se beneficiaron con las vacunas al margen de los ensayos clínicos’', apuntó el congresista Inga.

El epidemiólogo y especialista en control de enfermedades infecciosas Mateo Prochazka se refirió a los hechos descritos y consideró que configuraba como un caso de corrupción.

’'Mucho más grave es que la vacuna (Sinopharm) haya sido administrada a figuras del poder y funcionarios del Estado. Es mucho más grave porque abre las puertas a corrupción y conflictos de interés’', explicó Prochazka desde su cuenta de Twitter.

’'Sin embargo, desde una perspectiva bioética también va en contra del principio de justicia: no se le está ofreciendo a la población la misma posibilidad. Estar en un cargo de poder no debe favorecer el acceso a intervenciones en salud que pueden salvar tu vida. En la medida en que va aclarándose la situación, se revela también su gravedad’', señaló el científico.

Y cerró con una frase lapidaria: ’'Nuestra capacidad de hacer ciencia no es ajena a los manotazos de corrupción que permanentemente nos quitan la esperanza. Qué frustración’'.

La palabra

Percy Mayta-Tristán, investigador científico

“Me parece inaudito que investigadores que conocen a cabalidad el reglamento de ensayos clínicos y la integridad científica hayan aceptado vacunarse sin preguntarse si esto era correcto”.