Una científica arequipeña de tenacidad volcánica

La escena es de hace treinta años en la Universidad Nacional de San Agustín, en un aula de la carrera de Ingeniería Geológica. Un catedrático se acerca a la estudiante Luisa Macedo Franco y le dice: “¿Para qué las mujeres estudian esta carrera de hombres? ¡Ellas tienen que cocinar!”. De vuelta al presente, Luisa Macedo es jefa del Observatorio Vulcanológico del Sur del Instituto Geofísico del Perú (IGP), una muestra que las mujeres en la ciencia, se van imponiendo a las resistencias machistas del siglo pasado.

La jefa del OVS recuerda que aquellos pasajes retrógrados no eran aislados. “Otro docente decía que las mujeres no debían postular a becas, porque después se casaban y embarazaban, y era plata desperdiciada”.

El cambio de paradigmas ha sido gradual. A inicios de los años 90, la carrera de Ingeniería Geológica era poblada de forma abrumadora por varones. De cien estudiantes, seis eran mujeres. En el último examen de admisión de la Unsa, un 40% de ingresantes al programa son del sexo femenino.

Sueños volcánicos

La geología es un campo de amplia acción, entre ellos la bien remunerada minería. Sin embargo, Luisa Macedo siempre quiso utilizar sus conocimientos para estudiar los volcanes. Desde niña miraba con admiración al Misti. En 1985, la explosión del Nevado del Ruiz en Colombia, que acabó la vida de 20 mil personas, aumentó su curiosidad. ¿Podría suceder lo mismo en Arequipa?.

Entonces buscó un mapa de peligros sobre el macizo arequipeño, pero no lo halló. “No había nada escrito sobre el Misti, salvo poema o canciones”, señala. Se planteó elaborar un mapa propio y esa fue su tesis, con la que se graduó en 1994. Conocedores de su investigación, el IGP la llamó para monitorear la erupción del Sabancaya. Así empezó su carrera en la vulcanología.

Si en la universidad halló resistencia de algunos catedráticos, en la entidad geofísica la situación fue diferente. Recuerda a profesionales como Guido Salas, Alberto Parodi o Leonidas Ocola, que la animaban a investigar. En el hogar tampoco faltó el apoyo moral. Si bien al inicio hubo temor porque estudiara una “carrera de hombres”, luego siempre hubo aliento. “Tú eres una mujer de hierro”, le decían su mamá Francisca y su papá Víctor.

Comparando la actualidad con sus años universitarios, Luisa Macedo acepta que todavía vivimos en una sociedad machista, pero también se han abierto más oportunidades para que las mujeres logren sus metas y sueños. “Ahora se escucha mejor nuestra voz. Las niñas y mujeres deben convencerse que son capaces de hacer lo que se propongan”, dice.

La especialista habla con conocimiento de causa. Por ejemplo, el 2019 cumplió otra visión, conocer el volcán Vesubio. La expedición coincidió con su cumpleaños. Aquel día, en la cima del mítico monte italiano, Luisa Macedo estuvo tan alto y tan lejos de cualquier idea retrógrada del siglo pasado.

Incentivar la curiosidad científica

Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el Instituto Geofísico del Perú destacó a seis científicas que laboran en la entidad, entre ellas Luisa Macedo. Se resaltó sus más de 20 publicaciones sobre vulcanología y su estudio para mitigar los impactos de las erupciones del Sabancaya y el Ubinas.

Esta fecha la instituyó la ONU, para generar el acceso equitativo a las niñas y mujeres al conocimiento científico.

Macedo refiere que hubo patrones de crianza que impedían este acceso. Por ejemplo, recuerda que en una Navidad, a su hermano le regalaron un juego de química, pero a ella muñecas y ollas de juguete.

Corresponde a las nuevas generaciones cambiar estos esquemas. La jefa del OVS señala que siempre buscó generar curiosidad científica en sus tres hijas. Dos de ellas, se decidieron por carreras ligadas a las ciencias.