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Sociedad

Apurímac: madre conectada a ventilador mecánico venció el coronavirus

Paciente estuvo hospitalizada casi un mes. Su lucha por vencer al coronavirus fue intensa y su motivación eran sus tres hijos.

Doña Jesusa Huamanñahui se reencontró con su esposo. Foto: Difusión
Doña Jesusa Huamanñahui se reencontró con su esposo. Foto: Difusión

La historia de Jesusa Huamanñahui Loayza es de perseverancia. Se contagió de COVID-19 y el cuadro de salud que presentó fue crítico. Permaneció conectada a un ventilador mecánico y fue dada de alta tras un mes de intensa lucha.

Jesusa trabajaba como agente de seguridad en un establecimiento de salud en Apurímac. Posiblemente, sea el lugar donde contrajo la enfermedad. Con el pasar de los días, empezó a presentar los síntomas, y no le permitieron continuar con sus labores habituales.

Fue así como estuvo casi un mes en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital II de Abancay. Había días donde tenía sudoración extrema, fiebres elevadas, dolor de cabeza, sensación de ahogo, entre otros. Ante ello, médicos determinaron que sea conectada a un respirador mecánico. Tras ello, recibió apoyo del personal médico, e incluso su diagnóstico es reservado, pues su compromiso pulmonar superaba el 70%.

Doña Jesusa no se dio por vencida, y las ganas por volver a ver a sus tres hijos le dieron fuerzas para no rendirse. Estuvo internada en UCI cerca de 20 días.

Portando un cartel que decía: “¡La vida te retó a una dura batalla y la ganaste!”, la paciente abandonó el hospital II Abancay en medio de los aplausos del personal de salud. Su esposo le regaló un ramo de flores y no pudo evitar abrazarla al verla salir del hospital.

“Esto no es broma, luego de haber vivido en carne propia el pesar que conlleva contraer la enfermedad, hago un llamado a toda la población de Abancay para que se cuide, porque estar infectado de coronavirus conllevó mucho sufrimiento para mí y para toda mi familia. Quiero agradecer a Dios y a los médicos que hicieron posible mi recuperación”, manifestó emocionada.

Otros casos similares de lucha como el de Jesusa se registran en el Hospital II de Abancay en Apurímac. Estos hechos dan esperanza al personal de salud que trabaja para salvar más vidas durante la pandemia.