Artista de sangre aimara
Rogelio Monroy. Es docente universitario pero un artista apasionado por la pintura y música. Con 71 años a cuestas Monroy no ha perdido el fuego de la búsqueda estética. Su influencia está marcada por la cultura aimara, el llamado de la tierra y raiz.
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Fotos y texto: Juan Carlos Cisneros
Nacido en el Collao, Ilave, Puno hace 71 años. Se trata del artista plástico y músico Rogelio Monroy, actualmente docente universitario de la facultad de Arte de la Universidad Nacional del Altiplano (UNA).
Lo visitamos a media mañana en su casa. El sonido de un viejo acordeón se filtra a la calle y llama nuestra atención. Don Rogelio canta el clásico de la música puneña, Cerrito de Huajsapata. No hay puneño que no sea músico o amante de esta, la llevamos en la sangre” nos dice mientras ejecuta algunos acordes.
En su juventud fue dirigente universitario. Perteneció al frente estudiantil revolucionario, tan así que a uno de sus hijos bautizó con el nombre de (Mao) en homenaje al ex presidente Chino.
Monroy despertó el talento artístico a temprana edad en su natal Ilave. Su madre no le permitía las labores del campo propias de esa zona. Desde siempre le inculcó los estudios. “Con el saludo se gana el cielo”, decía mi madre recuerda el artista.
Antes de todo soy aimara, amo a mi tierra y cultura ancestral, sentencia Rogelio.
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