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Sociedad

Marina de Guerra detecta flota de barcos chinos frente a la costa de Pisco

Falsa alarma. Información difundida por embajada de EE. UU. en el Perú sobre la incursión de pesqueros industriales chinos de pota movilizó a la patrullera BAP Río Cañete y una aeronave naval B-200, pero las embarcaciones se encontraban fuera del territorio marítimo nacional. Embajada de China desmintió violación de la soberanía marítima, pero autoridades navales mantienen vigilancia de las 200 millas peruanas.

A partir de una alerta de la embajada de los Estados Unidos en el Perú sobre la presencia de 300 barcos pesqueros de bandera china, que presuntamente se dedicaban a la extracción de especies sin autorización dentro del territorio marítimo nacional, la Marina desplegó una operación de verificación encabezada por la patrullera marítima BAP Río Cañete.

Entre el 20 y 22 de setiembre, la institución naval desplegó una aeronave de exploración B-200 para que patrullara la costa desde el Callao. La unidad aérea detecta a la altura del puerto de Pisco, en Ica, una flota pesquera aparentemente de bandera de China. Los navíos se encontraban a 230 millas de la costa peruana, esto es, fuera del dominio marítimo nacional. Como consecuencia, las autoridades navales dispusieron el zarpe del BAP Río Cañete para los protocolos del caso, acción en la que estuvo presente La República.

El capitán de corbeta AP Eduardo Atkins Tirado, al mando de la patrullera BAP Río Cañete, informó a este diario que durante la operación no se detectó ninguna flota marítima dentro del dominio peruano dedicada a la pesca de pota; sin embargo, precisó que se encontraban fuera de las 200 millas peruanas.

Bandera identificada

“Esta información se ha verificado con nuestro sistema satelital de seguimiento y hemos comprobado que no hay barcos chinos en las 200 millas del mar peruano”, explicó el capitán de corbeta Eduardo Atkins.

Preguntado si las embarcaciones infractoras eventualmente pueden desactivar el GPS, o arrojar desechos en el mar, para evitar el rastreo de las autoridades peruanas, el capitán de corbeta Atkins argumentó: “Nuestro sistema satelital solo da la posición, día, hora, velocidad y el rumbo que está navegando (la embarcación). Así como el nombre del navío, sin embargo no podemos determinar si arroja algún tipo de desperdicio. La única forma de evidenciar estas acciones ilegales es patrullando la zona para intervenir de inmediato”, contestó.

“Generalmente, ellos se mueven con la pesca del calamar gigante o pota. Estas embarcaciones se desplazan según la temperatura de las aguas. Por ejemplo, en los meses de julio y agosto estuvieron frente a las islas ecuatorianas de Galápagos, y a finales de agosto, comenzaron a bajar por el sur, hacia nuestro país. Se estima, por información que manejamos, que en la quincena de noviembre seguirán bajando hasta la altura de Chile”, dijo el comandante de la patrullera BAP Río Cañete.

El capitán de corbeta Eduardo Atkins añadió que “el satélite también puede detectar si este tipo de flotas desactivan el Sistema de Identificación Automático (AIS) e incumplen con las normas internacionales. En nuestro caso, estas embarcaciones no están en dominio marítimo, están fuera de las 200 millas de nuestro mar peruano”.

Viejos conocidos

La embajada norteamericana en Lima, por intermedio de su cuenta en Twitter, llamó la atención sobre la presunta flota pesquera china con ánimo depredatorio: “¡Alerta! Una flota de más de 300 barcos de bandera de China con historial de cambiar nombres de barcos y desactivar el rastreo por GPS está frente al Perú. La sobrepesca puede causar enormes daños ecológicos y económicos. Perú no puede permitirse semejante pérdida”.

Por su parte, la embajada de la República Popular de China en el Perú no tardó en responder la imputación estadounidense: “Como un país grande y responsable en la pesquería, China siempre concede suma importancia a la protección del ambiente y recursos (del mar), y ejerce supervisiones y controles más estrictos a los barcos que están en operación ultramarina, al mismo tiempo de exigir a las empresas de pesca oceánica a respetar el Derecho Internacional y obedecer estrictamente las leyes y normas pertinentes del Perú, y limitarse en operar en altamar. Esperamos que el público peruano no sea engañado por las informaciones falsas”.

Sin embargo, expertos en la materia, con ocasión de este último incidente, recordaron que no es la primera vez que la flota de bandera china se coloca bajo sospecha.

“La flota de China ha crecido bastante, en los últimos siete años ha duplicado sus embarcaciones que capturan pota en esta parte del océano Pacífico, están registradas en las OROP (Organizaciones Regionales de Ordenamiento Pesquero) del Pacífico Sur y sí pescan fuera de las 200 millas.

Uno de los problemas es que usan el sistema satelital AIS, que es para que las embarcaciones no colisionen. Es el que usan todas las embarcaciones pesqueras para hacer travesías largas, no hay obligación tenerlo prendido o apagado. El Sistema de Identificación Automática (AIS, por sus siglas en inglés) es un sistema de seguimiento automático utilizado en los barcos y por los servicios de tráfico marítimo (VTS, por sus siglas en inglés) para la identificación y ubicación de los buques. Se aplica principalmente en la detección de colisiones, pero también para el reconocimiento del ámbito marítimo en aplicaciones de defensa y seguridad nacional”, explicó el director de Pesquerías de la Organización Internacional Oceana, Juan Carlo Sueiro.

Embarcaciones a raya

“Los argentinos han tenido incidentes con embarcaciones chinas porque entraron en sus 200 millas y no veo por qué no se podría repetir aquí.

El problema es que en el Perú les damos servicios de mantenimiento a las embarcaciones extranjeras, como a las chinas, y entran en el puerto. En los SIMA (Servicios Industriales de la Marina) les dan mantenimiento.

Hace dos semanas, se emitió el Decreto Supremo 016- 2020-PRODUCE, que establece que los barcos que capturan especies transfronterizas (en estos años pota, antes fue jurel) y entran a puerto peruano deben tener activado por seis meses y de forma ininterrumpida la señal del Sistema de Seguimiento Satelital (SISESAT) que es el sistema peruano de control del Ministerio de la Producción. ¿Qué hacer?

Avanzar hacia la reducción drástica de embarcaciones que entran a Perú para recibir servicios de mantenimiento”, explicó Sueiro.

Pero en esta oportunidad, al parecer la flota pesquera de bandera china respetó las 200 millas.

“Durante la semana en ningún momento embarcaciones chinas cruzaron las 200 millas del mar peruano”, aseguró el capitán de corbeta Eduardo Atkins: “El día de hoy una aeronave tipo B-200 realizó un patrullaje exploración y confirmó que no había ninguna embarcación china y pese a ello estamos patrullando y corroborando información detallada”, informó el oficial naval.

Cuando circuló la versión de la presunta incursión de una flota pesquera china, de inmediato la Dirección General de Capitanías y Guardacostas, por intermedio del Sistema de Información y Monitoreo de Tráfico Acuático (SIMTRAC), y las estaciones costeras activaron un dispositivo de comprobación, que incluyó el despliegue del BAP Río Cañete y de una aeronave B-200. “La vigilancia es permanente ante cualquier incursión no autorizada, cualquiera sea la bandera de la embarcación”, señaló el capitán de corbeta Eduardo Atkins.

RREE expresó malestar a EEUU por falsa información

El viceministro de Relaciones Exteriores, Manuel Talavera Espinar, comunicó a la representación de EEUU en Lima su incomodidad por el tuit en el que alerta de la presencia de embarcaciones chinas en territorio marítimo peruano.

Aprovechando una reunión con el encargado de negocios de la embajada de EEUU en Lima, “se le manifestó el malestar del Gobierno del Perú por su inconveniente imprecisión”, una manera elegante –diplomática– de describir los datos falsos.

Para el viceministro era obvio que el incidente podría configurar una nueva escaramuza entre Estados Unidos y China, por lo que exhortó “a ambos países a resolver sus diferencias en base al diálogo, el entendimiento y la cooperación”. Es la nueva Guerra Fría.

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Cursó estudios en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajó en los diarios La Voz, El Nacional y El Popular. Integrante de la Unidad de Investigación del diario La República. Es una de las ganadoras del “Gran Premio Nacional de Periodismo” 2014, organizado por el Instituto de Prensa y Sociedad y la Pontificia Universidad Católica del Perú.