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Arequipa: emprendimientos que se reinventaron por la pandemia

RETO. El coronavirus cambió por completo los planes de todos. Muchos emprendedores tuvieron que dejar atrás sus ideas iniciales de negocio y las reorientaron para seguir adelante.

JÓVENES EMPRENDEDORES. Athali Castro y McDonald Villacorta fabrican lámparas que tienen el efecto de purifi car el ambiente de manera biológica.
JÓVENES EMPRENDEDORES. Athali Castro y McDonald Villacorta fabrican lámparas que tienen el efecto de purifi car el ambiente de manera biológica.

Con la pandemia del coronavirus, muchos emprendedores y negocios familiares vieron truncados sus planes para sus empresas y se reinventarse para no desaparecer. Estos son algunos casos de personas que no se dejaron amilanar y siguieron adelante con sus emprendimientos.

1 | Desinfectante con nanopartículas de cobre

Jessica Márquez y Christian Carnero son dos ingenieros biotecnólogos que antes de la pandemia estaban desarrollando un gel cicatrizante con nanopartículas de cobre y plata, más extractos naturales, que incluso podría curar heridas del pie diabético. Sin embargo, con la COVID-19 y la declaratoria del estado de emergencia, tuvieron que paralizar el trabajo.

Debido a las nuevas demandas que ha traído consigo el coronavirus, se basaron en la experiencia que obtuvieron con la nanotecnología y la aplicaron para desarrollar un desinfectante en base a nanopartículas de cobre. Lo denominaron Dictum plus y su característica es que tiene un efecto prolongado de desinfección sobre una superficie, de hasta 15 días. Este mes concluirán los trámites para obtener el registro sanitario en Digesa y comercializarlo. Ya cuentan con pedidos por atender de aproximadamente 10 mil galones.

2 | Microalgas para desinfectar ambiente

Oxcem es la propuesta de otros dos jóvenes. Athali Castro Peña, ingeniería biotecnóloga y McDonald Villacorta Choque, ingeniero industrial, antes de la pandemia fabricaban módulos de descontaminación a base de microalgas en su empresa denominada Oxcem. Athali explicó que las microalgas obtenidas del mar fijan dióxido de carbono y liberan oxígeno al ambiente en proporciones más alta que los árboles. Los módulos estaban en proceso de venta a los grandes centros comerciales y colocarles en grandes avenidas.

Pero con la pandemia, todo se cerró y el proyecto tuvo que detenerse. Es así que en base a las nuevas necesidades, optaron por fabricar un nuevo modelo más pequeño para colocarlo en los hogares. Los han diseñado en presentación de lámparas de escritorio. “El aire con CO2 del ambiente ingresa a la celda (de la lámpara) y entra en contacto con las microalgas. Estas crecen y se multiplican en el interior de la celda. Hacen fotosíntesis y liberan el oxígeno al ambiente”, señaló la ingeniera, quien explicó que las lámparas tienen el efecto de tener 10 árboles en casa.

3 | Mascarillas con nanopartículas de cobre

Aeris es el emprendimiento de una pareja de esposos, quienes, al quedar desempleados durante la pandemia, vieron en las mascarillas una posibilidad de negocio. Hernán Palacios, uno de ellos, contó que al inicio comenzaron a importar desde Chile, mascarillas con nanopartículas de cobre reutilizables. Estas tienen la característica de tener una actividad antimicrobiana debido a las nanopartículas. Conforme fueron vendiéndolas, optaron por llegar a un acuerdo con la empresa proveedora para que ellos las puedan fabricar en Arequipa. Esto les permitió dar trabajo a otras personas.

De esta forma comenzaron a aplicar las nanopartículas de cobre en los tejidos de la tela y luego pasaron a la confección. “Se realizaron pruebas con algunos laboratorios que trabajan con norma ISO y se ha comprobado que tiene una eficacia de eliminación superior de virus”, explicó. Las mascarillas pueden usarse hasta 6 meses Ahora,los esposos decidieron viajar a Lima para extender su producción.

4 | De negocio de comida a tienda de frutas

En distintos distritos, hay diferentes negocios que antes de la pandemia se dedicaban a la venta de comida rápida o de menú.

En José Luis Bustamante y Rivero, Sonia tuvo que afrontar el cierre de su local, donde a diario daba menú, pues con el estado de emergencia no había posibilidad de que su negocio funcione. Conforme pasaban los días, tuvo que reinventarse, sacó las sillas y mesas y colocó cajas de frutas y verduras. Ahora lo sigue haciendo,

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