La travesía de una familia que quedó varada en el Perú por más de 100 días  

Con la llegada de la pandemia, miles de extranjeros o compatriotas que viven fuera, quedaron varados en el Perú. Algunos pudieron retornar a sus países con los vuelos humanitarios, mientras otros no tuvieron la misma suerte. Un ejemplo de este último caso es la familia Pimentel Astorga.

El 9 de marzo, Miguel, Rossina, Nicolás y Helena viajaron de Canadá a la ciudad de Ilo, en Moquegua, para celebrar las bodas de oro de los padres de Rossina, los esposos Juan y Chabela. Sin embargo, ninguno de ellos imaginaba que días después se anunciaría el estado de emergencia y con ello el cierre de fronteras.

Miguel debía volver a la mina donde trabaja, que ni siquiera queda en Canadá, sino que está en Ciudad de México. Rossina tenía que volver a hacer los libros contables para sus clientes de H&RBlock Canada. Nicolás debía volver a la universidad y Helena al colegio.

“Lo que hice en esos momentos fue comunicar a mi empresa lo que estaba pasando y quedarme en Ilo con Rossina y los niños”, cuenta Miguel al medio Somos Periodismo.

Sin embargo, no pensaban que la cuarentena se extendería en varias oportunidades. No podían esperar más. Compraban pasajes, pero luego debían cancelarlos por las nuevas ampliaciones que decretaba el gobierno central.

Buscando en plataformas, Rossina encontró un grupo en Facebook llamado Canadienses Varados en Perú (Canadian Stuck in Peru), donde se contactó con Jeff, quien a su vez tomó contacto con una voluntaria que por encargo de la Embajada de Estados Unidos trasladaba a Lima a quienes estaban varados en provincias.

Es así, cuenta Somos Periodismo, que los recogerían el lunes 15 de junio a las cinco de la mañana. Con ellos viajaría también otra pasajera que venía de Tacna, los llevarían a Matarani, en Arequipa. Y de allí partirían finalmente a Lima. Fueron 16 horas de recorrido por la Panamericana Sur.

Ya en la capital, debían buscar como retornar a Toronto. La Embajada de Canadá les envió un correo a comienzos de junio, donde les informaban de un vuelo charter organizado por la empresa de Montreal, Elite Aviation, junto a la aerolínea portuguesa Hi Fly Airlines. Días después les confirmaron que el vuelo saldría el viernes 19 de junio.

Después de una serie de trámites, abordaron al avión que los regresaría a su hogar. Fueron 21 horas de viaje. Finalmente, el sábado 20 de junio la familia Pimentel Astorga ingresó por fin a su casa.