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Sociedad

Puno: Comerciantes de Juliaca preparan sus protocolos para atender al público

Acuerdos. En Juliaca centros comerciales solo atenderán por horas y por rubros. En Cusco, los golosineros preparan protocolos cuyo visto bueno depende de la autoridad municipal.

COMERCIOS. Los comerciantes de Juliaca son conscientes que las aglomeraciones provocan contagios, por eso tomará medidas.
COMERCIOS. Los comerciantes de Juliaca son conscientes que las aglomeraciones provocan contagios, por eso tomará medidas.

Liubomir Fernández

Puno

En Juliaca, los comerciantes aplicarán sus protocolos sanitarias para evitar los contagios de la COVID-19. Las aglomeraciones en los centros comerciales es una de las fuentes principales de infección. Para ello no habrá atención en determinados rubros. Por ejemplo, los vendedores de juguetes no saldrán por un día. Lo mismo sucederá con otras secciones.

“Lo que queremos es que no haya aglomeración. Necesitamos dinero pero corremos peligro. Por eso estamos implementando estas medidas “, dijo Leonel Pacori, dirigente del mercado San José.

Los comerciantes plantean la autorestricción al municipio de San Román para evitar cualquier intento de declarar nuevamente una cuarentena ante el incremento acelerado de casos positivos de coronavirus.

La Dirección Regional de Salud de Puno reportó 1362 casos positivos. De esa cifra la mitad corresponde a Juliaca.

En diversos centros de abasto esta semana decidirán además si recortan el horario de atención por un mes de martes a domingo. Los lunes todas las actividades serían normales por ser día de feria.

Cusco

Pero Juliaca no es el único lugar donde los vendedores quieren adoptar medidas contra el coronavirus. En Cusco, más de 70 vendedores ambulantes de dulces y golosinas del Centro Histórico quieren volver a las calles con protocolos sanitarios con el visto bueno de sus autoridades municipales.

Uniformados con mamelucos azules, protectores faciales y barbijos los trabajadores presentaron la implementación de sus medidas sanitarias que incluye el encapsulado de sus triciclos, un sistema de lavado de manos y desinfección de productos y medidas para evitar el contacto directo con los clientes.

Muchos de ellos, cuando empezó la cuarentena, se quedaron con sus productos ahora ya vencidos. Los bonos nunca llegaron y si los hubo, apenas alcanzó para comer.

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