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Sociedad

Cuatro meses después del postergado examen de admisión a la UNMSM: el incierto futuro de 30 mil postulantes

Camila (18) y Luis (17) estaban seguros de obtener una vacante en el examen de admisión de marzo. Solo faltaban días para rendir la prueba, pero la emergencia nacional cambio sus planes. Ellos viven la misma situación que otros 30.000 postulantes que se inscribieron para ingresar a San Marcos. ¿Cómo afrontan esta etapa y cómo han continuado su preparación?

La universidad no ha informado si hay una fecha tentativa para reprogramar la prueba de ingreso, que miles esperan con ansias. (Foto: Hernán Hernández)
La universidad no ha informado si hay una fecha tentativa para reprogramar la prueba de ingreso, que miles esperan con ansias. (Foto: Hernán Hernández)

“Me sentí frustrada”, cuenta Camila León, una joven de 18 años que revela cuáles fueron sus primeras sensaciones al momento de enterarse que el examen de admisión de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) se suspendió a mediados de marzo, luego que se declarara el estado de emergencia ante al aumento de casos por el nuevo coronavirus (COVID-19).

Camila terminó el colegio en el 2018 y al año siguiente se empezó a preparar para postular a la carrera de Administración y Turismo, para lo cual llevó ciclos en academias particulares. Ella postuló en setiembre del 2019, pero no alcanzó vacante, sin embargo, continuó esforzándose y ahora sí se sentía confiada en lograr el ingreso.

“Postulé anteriormente y me había chocado la experiencia. Ahora me sentía preparada y sentía que tenía potencial para ingresar, pero me pasa esto”, cuenta.

Como todos los años, la UNMSM convocó al primer examen de admisión del año, que habitualmente se desarrolla en la primera o segunda semana de marzo. Los alumnos que logran una vacante pueden iniciar sus clases ese mismo año, al igual que los que ingresaron en setiembre del año anterior.

Para este proceso 2020-II, se inscribieron alrededor de 30.000 estudiantes, quienes tentaban una de las 4.478 vacantes que ofrecía la universidad en sus diferentes carreras. El examen estaba planificado para el sábado 14 y el domingo 15, y en un principio la casa de estudios descartaba un posible aplazamiento, sin embargo, tras una sesión del Consejo Universitario, el 12 de marzo se anunció la suspensión de las clases y la postergación de la prueba. En aquel entonces el país apenas superaba los veinte casos y ningún fallecimiento por COVID-19.

Ahora, con más de 300.000 contagios y cerca de 11.000 muertos, cifras que parecen no disminuir a pesar de la cuarentena estricta por 100 días, el panorama para desarrollarse el examen sigue siendo incierto.

Para elaborar esta nota, intentamos contactarnos con autoridades de la universidad, no obstante, el encargado de la Oficina de Imagen Institucional nos indicó que no deseaban pronunciarse porque aún no querían adelantar alguna información al respecto.

En palabras del vocero, el tema del examen de admisión “está muy verde”. “Se va a brindar declaraciones cuando haya algo fijo o claro”, acotó.

Desde que se anunció la postergación de la prueba, la universidad no ha dado ninguna fecha tentativa o mencionado que baraja posibilidades para llevarla a cabo sin que se corra el riesgo de un contagio masivo, teniendo en cuenta que no solo convoca a alumnos, sino también a familiares y amigos, vendedores ambulantes, trabajadores de academias y demás.

En un comunicado del 19 de mayo, la universidad indicó que el examen podría realizarse luego de la emergencia sanitaria, la cual culmina el 8 de setiembre, según el Decreto Supremo Nº 020-2020 del Minsa.

“El examen de admisión será programado cuando el Ministerio de Salud y organismos competentes anuncien que la emergencia sanitaria ha sido superada y se pueda reiniciar gradualmente las actividades académicas y administrativas en la universidad”, se lee en el documento.

Según consultamos con algunos postulantes, la Oficina Central de Admisión (OCA) no les ha hecho llegar ninguna comunicación sobre la prueba, lo que genera impaciencia en muchos de ellos.

La preparación continúa en casa

En medio de la incertidumbre, los postulantes que no rindieron la prueba en marzo deben seguir preparándose porque si bien no saben cuándo será, en algún momento deberán tomarla. Camila León nos cuenta que ella estudia en su casa ya que tiene materiales de todos los cursos que se evalúan en el examen.

Otro factor para que se prepare por su cuenta son los precios de las academias preuniversitarias. Al inicio de la cuarentena, la institución en la que ella estaba preparó clases virtuales gratuitas por algunas semanas, pero luego empezó a cobrar.

En las academias más conocidas del medido, los precios varían. Los ciclos anuales o semestrales superan los S/ 200 por cada mes y en un contexto de pandemia, que a la vez acarrea una crisis económica, muchas familias de postulantes no pueden seguir costeando dichos costos, como es el caso de Camila.

La joven estudiante asegura que no tiene expectativas de rendir el examen de admisión este año, sino todavía el 2021. “Bueno, cuando yo me enteré dije ‘esto no va a terminar pronto, esto va a durar un año’, pero si tuviera que dar una fecha, yo diría que el próximo año o tal vez más si es que las cosas no mejoran”, afirma.

A casi cuatro meses de conocer la postergación del examen, ha convertido su frustración en una oportunidad para poder seguir consolidando sus conocimientos. “Mas bien me da más tiempo para prepararme en los cursos que me faltan”, cuenta la postulante, quien revela que acaba de terminar de estudiar todo el curso Literatura y ahora empezará con las áreas de Matemática.

Una situación similar pasa Luis Barbarán, de 17 años. El adolescente señala que su familia tampoco cuenta con recursos para pagarle la matrícula en la academia en la que estudiaba desde el 2019. Por ello, continúa su preparación en casa, para lo cual ha armado su propio horario de estudio y desde hace poco accede a las clases virtuales de una academia que dicta cursos de manera gratuita. Sin embargo, revela que no es lo mismo.

“La mayoría de postulantes estamos acostumbrados a una preparación en una academia (de manera presencial) porque yendo allí nos vinculamos más con los temas, tomamos constantemente simulacros y ahora que estamos en casa, uno se preocupa porque nos podemos olvidar algunas cosas de tal materia o lo otro”, comenta.

Anteriormente, Luis postuló en marzo y setiembre del 2019, pero no logró la vacante. Esta vez sí se sentía listo para ser uno de los admitidos a la Facultad de Derecho. “Yo dije ‘ahora sí voy con todo, con fe’ y creía que iba a ingresar este año”, dice.

El estudiante señala que cuando se enteró de la postergación del examen, lo embargó un cierto alivio porque pensó que solo serían por una semanas y tendría más tiempo para prepararse, pero ahora más bien siente preocupación porque considera que ya pasó demasiado tiempo. “Nuestro futuro es incierto. Yo pienso que este año ya se ha perdido”, manifiesta.

Pese a sus temores y dudas, ante la hipotética situación que el examen de admisión sea este año, Luis afirma que sigue estando listo para afrontar la prueba y alcanzar vacante.

“Es necesario que entiendan que es una situación de emergencia”

El psicólogo Belisario Zanabria Moreno, quien es docente de posgrado en la Facultad de Medicina Humana de San Marcos, señala que una noticia como la suspensión de una prueba para la que uno se ha preparado tanto, puede ser asimilado de diferentes maneras.

“Cada persona tiene características muy especiales de su personalidad, unos se ponen más ansiosos, otros más preocupados, más tensos o más depresivos”, explica.

En el caso que el estudiante se sienta frustrado o deprimido al no concretar uno de sus objetivos, el especialista recomienda reflexionar sobre la situación y entender que nos encontramos en una situación de emergencia nacional.

“Evidentemente lo va a frustrar y se sentirá mal porque pensará que su proyecto de vida se acorta, pero tiene que entender que en este momento la vida es más importante que los estudios”, afirma.

Belisario señala que la incomodidad generada por la actividades canceladas por la pandemia, no solo se produce en los estudiantes, sino también en gran parte de la población.

“Quieres estudiar, sí, ¿pero si te enfermas? Perderías todo el año y ¿si te mueres? Todo tu proyecto se acabó. Ese es el tema central, muchas personas, incluso con títulos y grados profesionales, no razonan adecuadamente. Están más interesados en lo material y en lo concreto que entender que sobre todas las actividades que uno tiene, la vida es más importante porque es una sola oportunidad existencial. Por eso hay miles de personas que salen a las calles sin cuidarse y mira la cantidad de infectados y fallecidos”, menciona.

Al margen del tema psicológico, el especialista considera que sí fue conveniente aplazar el examen de admisión porque cree necesario que los ingresantes tengan clases presenciales al comienzo para ser instruidos en las generalidades, recomendaciones y la metodología que llevarán en los cursos.

Asimismo, considera que San Marcos no hubiera estado en la capacidad para implementar las clases virtuales para tantos alumnos del primer ciclo. Cuenta que la Decana de América ha tenido problemas para adecuarse a esta modalidad de enseñanza por la falta de profesores y otros recursos.

Por otro lado, Belisario comentó que ha podido conocer que en un momento la universidad planteó llevar a cabo el examen de manera virtual, pero desistieron al darse cuenta de los riesgos de que los postulantes realicen la prueba con ayuda o haciendo consultas, lo que se sabe está prohibido.

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