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Sociedad

Arequipa: Pacientes COVID-19 mueren en carpas a la espera de atención médica [FOTOS]

situación crítica en arequipa. Este escenario estaba previsto, el colapso de los hospitales. Esa realidad se plasmó en el Honorio Delgado que ya no tiene camas para internamiento. La noche del martes llegaron más de 200 contagiados. Sin opciones de hospitalización se instalaron en la cochera y gradas del nosocomio. Virus continúa en ascenso, ayer hubo más de 400 contagiados y 19 muertes.

Elmer Mamani

Arequipa

Un estertor desesperado se escuchaba de un taxi estacionado en la emergencia del hospital Covid-19 Honorio Delgado Espinoza. Era la respiración dificultosa, con silbido, de una anciana que se aferraba a la vida. Su ahijado que la acompañaba salió en busca de ayuda pero chocó con una escena de terror: más pacientes con coronavirus tirados en el suelo o sentados, algunos conectados a balones de oxígeno a la espera de una cama de hospitalización.

La noche anterior decenas de infectados moderados y graves hicieron colapsar al nosocomio. Autoridades de Salud, manifestaron que arribaron cerca de 200, una cifra nunca antes contabilizada.

El hombre, al no tener respuesta del personal, partió con su madrina a una clínica particular. Sin embargo, 30 minutos después, retornaron al nosocomio. La anciana, su madrina de bautizo, con quien vivió 20 años y a la que considera su madre, dejó de respirar en el trayecto. El ahijado dio vueltas por el patio y renegó porque nadie la socorría. “Me ganó, me ganó”, señalaría después. Enfermeras acudieron con la camilla pero era tarde. En medio de una protesta de personal de salud, la anciana fue cubierta con bolsas negras. Ella, una mujer entre 78 y 80 años, tenía problemas para respirar hace semanas. Le hicieron una prueba rápida y salió positivo. Murió esperando atención médica.

Esta es una de las jornadas más trágicas para Arequipa. La ciudad durmió el martes tras enterarse que 16 personas con COVID-19 fallecieron en 24 horas. La cifra más alta de muertes, que en total llegaron a 151, en un día. Situaciones y cifras que son clarinadas de un escenario complicado. Al cierre de esta nota, miércoles por la noche, el panorama era peor. La Gerencia de Salud informó de otros 19 muertos y 447 contagiados, en promedio los contagios no pasaban los 200, ahora se duplicaron. Todo se vuelve cuesta arriba.

Mueren en carpas

La carencia de camas se intenta solucionar con carpas instaladas fuera del nosocomio. Pero esos infectados también están muriendo en esos precarios ambientes.

Eugenia fue testigo de un deceso la madrugada del último martes. “No puedo respirar”, escuche que decía. Le faltaba oxígeno. Las enfermeras lo vieron y lo dejaron. Luego se lo llevaron”, narró. Ella acudió temprano para conocer la salud de su esposo Juan de 50 años, un reo contagiado en el penal y trasladado de emergencia. Juan esperó casi dos noches por una cama. La primera la pasó sentado a la intemperie solo con casaca. La desesperación llegó horas después. No podía respirar y no había balón de oxígeno. Los familiares de Eugenia tuvieron que comprar uno, la recarga les costó 1000 soles, y el manómetro (instrumento que mide el nivel de oxígeno) otros 1000 más. “La enfermera me decía que teníamos que conseguir (balón), por que ahorita se va el paciente (…) Por un momento casi se nos muere”, contó.

El profesor José (38) explica que la demora en la recarga de balones pone en peligro la vida de los enfermos. Su padre, Cecilio, llegó el lunes al hospital con escalofríos y vómitos tras ser diagnosticado con COVID-19 en una clínica.

Hasta la mañana del miércoles seguía esperando en una carpa ser hospitalizado. Y es que en el nosocomio aún no termina la reestructuración y además una matriz de desagüe colapsó.

José señala que en un momento su padre necesitó oxígeno y “a Dios gracias”, le conectaron un balón por la madrugada. “Si pensaban que era una broma no lo es (llora). Para señores con más de 60, 70 años es muy complicado”, confiesa abrigado con una frazada y su padre se protege con tres.

Dos enfermeras, una del área de Emergencia, confirmaron alrededor de 4 decesos dentro de las carpas. “Es muy triste ver morir a los pacientes. Vienen con un diagnóstico muy avanzado, en la fase de neumonía. Descuido de la población sí, pero también de las autoridades por abandonar al sector salud”, reclama una de ellas.

Cuenta que el último martes subieron 35 pacientes a piso y otra treintena tuvo que pernoctar en carpas o a la intemperie.

En una protesta, en medio de toda la tragedia, las enfermeras reclamaron por más equipos de protección personal y se quejaron de largas jornadas de trabajo que sobrepasan las 12 horas diarias. “No podemos quitarnos ni las mascarillas hasta que acabe nuestro turno. Incluso nos ponemos pañales para no ir al baño y no contagiarnos”, se quejó otra.

Cobros de clínicas

Para Leyla que su madre esté en una carpa es algo. La primera noche la pasaron a la intemperie. “Una persona sana puede soportar, pero un enfermo viene acá a morir”, declara. En una primera prueba rápida salió negativo y Leyla se la llevó a casa pensando que la dolencia era solo una gripe. Sin embargo tras un segundo tamizaje le confirmaron que tenía covid-19.

Su madre de 60 años espera dentro de una carpa desde el martes por la madrugada.Una fiebre y problemas en su respiración la aquejan. Leyla intentó internarla en una clínica privada, pero no reciben pacientes con el virus si antes no depositas 50 mil o 80 mil soles, señala. “Para ellos que se estén muriendo es un negocio. No tienen camas UCI y ni siquiera pueden garantizarse que se va a recuperar”, se queja. Ella también tuvo problemas con la dotación de oxígeno. Había balón pero no el manómetro y también lo compraron para salvarle la vida.

Gladys también buscó un centro privado para su madre Betty de 56 años, pero no aceptan a infectados con coronavirus. “Verla así y que me diga que no puede caminar o respirar, choca bastante (empieza a llorar). ¿De qué sirve que hayan clínicas si uno puede pagar?”, se pregunta. Gladys no la trasladó antes al nosocomio por temor a que se contagie, pero tras agravarse su tos seca, la llevó al hospital Goyeneche y le confirmaron que dio positivo al coronavirus. Remitieron a su madre al Honorio la madrugada de ayer. “Tengo mucha preocupación, debo estar pendiente a si respira o tiene frío”, declara.❖

¿Muertes en postas?

Nicole está decidida a denunciar al centro de salud de Ciudad Blanca (Paucarpata). Su padre, René de 41 años estuvo mal de salud varios días. Les dijeron que en la posta en 7 días iban a tomarle la prueba rápida, pero no lo hicieron. “Ha muerto una señora el día de ayer (martes) en la posta de Ciudad Blanca esperando que le apliquen la prueba. Por eso me desesperé y traje a mi papá”. Nicole sostiene que en todo ese tiempo su familiar tuvo fiebre y deterioro muscular. Cuando acudieron a la posta tuvieron que denunciar su caso a la Policía. Le sometieron a la evaluación a René y salió positivo. Desde la madrugada de ayer espera por mejor atención.

Ante la grave crisis, el gobernador Elmer Cáceres Llica y las autoridades de salud señalaron que junio será el mes más critico por la pandemia y que se viene lo peor. Prometieron 40 camas en laa siguientes horas y la llegada de 6 ventiladores.

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