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Sociedad

Hallan un gavilán envenenado en plena calle del Cercado de Lima

Como parte de su naturaleza, el ave había ingerido restos de animales (ratas y palomas); sin embargo, los cuerpos de estos últimos aún tenían el veneno que algunas personas usaron para matarlos.

Foto: Facebook de Oswaldo Rentería
Foto: Facebook de Oswaldo Rentería

“El ave no tenía fracturas, estaba envenenada”, le dijo el veterinario a Oswaldo Rentería la mañana del jueves 11 de junio. Solo horas antes, el joven había visto, a lo lejos, cómo el animal chocaba contra una pared y caía al suelo de una altura aproximadamente de dos pisos. No fue indiferente, decidió ayudarlo y, a su vez, encontró un panorama diferente que ha decidido compartir.

“Al acercarme pude ver rápidamente que se trataba de un gavilán. En el momento pensé que se había chocado persiguiendo a una presa. Pues este hermoso animal cumple una función importante sobre el número de palomas que hay en Lima”, dice su publicación en Facebook.

Al no saber cómo ayudarlo, se comunicó con Natalie Nuevo, una amiga suya y especialista en aves, quien lo orientó hasta que pueda ser trasladado a un veterinario. “Estas aves no se pueden manipular sin saber, por eso se pide ayuda a especialistas. Pueden ser peligrosas si se manipula mal”, explica la bióloga ornitóloga.

Mientras Oswaldo intentaba ayudar al gavilán, los vecinos habían llamado a la Policía, quienes llegaron al lugar y confirmaron que el ave debía ser llevado a un médico veterinario especializado.

Y así ocurrió. Oswaldo trasladó al gavilán desde el Cercado de Lima hasta Barranco. Allí el veterinario revisó al ave y le dijo que efectivamente el ave había sido envenenada. “Pasaron a inyectarle el antídoto, administrarle suero y reposo dentro de la caja en la que la movilicé”.

Pese al esfuerzo, el veterinario indicó que el estado no era muy favorable.

Oswaldo también se comunicó con el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), quienes, a través de un mensaje, le indicaron que realizarían el seguimiento del caso.

“Crecí en un ambiente donde hay que matar al roedor que está dentro de tu casa a palos o veneno; sin embargo, los viajes me ampliaron el panorama y aprendí a apreciar la vida silvestre”, es la reflexión de Oswaldo, quien advirtió sobre el peligro de envenenar a los animales.

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