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Sociedad

COVID-19: nueve muertos dejan las protestas en penal Castro Castro por contagios

Caos en la cárcel. La Policía y el Ejército recuperan el control del penal Castro Castro, con el saldo de nueve reos muertos. Los reclusos reclaman atención médica para enfrentar al COVID-19. Hay 28 reos muertos por coronavirus en los penales.

penal
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Las balas no detienen las protestas. Un día después de que el Instituto Nacional Penitenciario recuperara la calma en el penal Miguel Castro Castro, con el saldo de nueve muertos, nuevas protestas se sucedieron en el hacinado penal de máxima seguridad de Lurigancho.

En todos los casos, los motines son productos del miedo. En este, del miedo a infectarse con el virus SARS-CoV-2, contraer el COVID-19 y no tener nada ni a nadie que te brinde asistencia médica. Tampoco hay quien recoja los cadáveres que está dejando esta enfermedad al interior de los penales.

Los presos reclaman por asistencia médica y esperanza para salir de esta emergencia sanitaria con vida. Una esperanza que las autoridades penitenciarias no les están dando, también por miedo. Un miedo a contagiarse, al cuidar a una población que nadie quiere, pero a la que como país civilizado debemos proteger.

Hasta ahora, el Instituto Nacional Penitenciario, dependiente del Ministerio de Justicia, esto es del Poder Ejecutivo, ha respondido, con el apoyo de la Policía Nacional y el Ejército, con más violencia, poniendo a los reclusos entre dos disyuntivas, con el mismo resultado: pandemia o balas.

Protesta

Eso no detiene las protestas. El 18 de marzo, los presos del penal de Río Seco en Piura realizaron una protesta en demanda de atención médica, que concluyó con un muerto y varios heridos. Una semana después, los reclusos del penal El Milagro en Trujillo tomaron de rehenes a un grupo de agentes del INPE. Para restablecer la calma, la policía ingresó lanzando bombas lacrimógenas y perdigones. El resultado fue la muerte de dos internos y diversos heridos.

Las protestas de los reclusos y sus familiares han seguido. El lunes 27 de abril, los reclusos de los penales de Piedras Gordas, en Ancón; Castro Castro, en San Juan de Lurigancho; y Huamancaca Chico, en Huancayo; realizaron protestas reclamando atención médica.

En el penal de Castro Castro, las protestas fueron generadas por la falta de recojo de los cuerpos de dos reclusos que murieron entre el sábado y domingo con síntomas de COVID-19. Los reclusos pusieron pancartas en los pabellones, en las que pedían atención medica y beneficios para no morir en prisión si se contagian.

Nadie quiere morir

Los agentes del INPE se han retirado del interior del penal desde que comenzó el estado de emergencia y dejan que los internos preparen los alimentos. Eso también genera roces porque los insumos no se entregan temprano, según los familiares de los reclusos. Y origina que el desayuno se sirva a las 10 de la mañana y el almuerzo a las 5 de la tarde.

La situación en el penal Castro Castro habría devenido en violencia, en la tarde. En la mañana, los internos habían difundido videos de la protesta y no se advertían enfrentamientos con el personal del INPE, pero en la tarde empezaron a quemar colchones. En los videos piden a gritos que no los dejen morir.

Supuestamente, en previsión de una posible fuga masiva, a las 4:45 de la tarde, la autoridad penitenciaria dispuso el uso de la fuerza, con apoyo de la Policía y el Ejército, para que los reclusos regresaran a sus celdas.

El orden se restableció a balazos. En la madrugada, las fiscales Gladys Torres y Verónica Rodríguez, con el apoyo de médicos legistas y peritos de la Policía, dispusieron el levantamiento de ocho fallecidos con impactos de bala. Por la mañana, la fiscal Zuly del Rosario Infante fue llamada para recoger un noveno cuerpo.

Inflexibilidad

La autoridad penitenciaria reportó que 60 agentes penitenciarios y cinco policías resultaron heridos. “El INPE reafirma su compromiso de mantener el orden dentro de todos los penales del país, controlando los actos de violencia que vulneran la seguridad y afectan la integridad y vida de los internos y los servidores penitenciarios. En ese sentido, si bien se entiende la preocupación de la población penitenciaria frente a un posible contagio del coronavirus, debe señalarse que el INPE se encuentra en la etapa de distribución de material de bioseguridad y pruebas rápidas para evitar la propagación del COVID-19”, informó el INPE.

Subrayó que “el INPE será inflexible ante cualquier acto de indisciplina que vulnere la seguridad de los penales y exhorta a la población penitenciaria a mantener una convivencia pacífica, sobre todo encontrándonos en una emergencia nacional que aqueja no solo al sistema penitenciario, sino a toda la ciudadanía”.

La comunicación desde el interior del penal con el exterior se ha cortado. Los reos se estaban comunicando con sus familiares con celulares, que tienen prohibido usar.

Hay 28 reos muertos por coronavirus en los penales

Las autoridades penitenciarias informaron, ante un pedido de La República, que hasta el momento tienen 28 presos muertos por COVID-19 en los diferentes penales del país, mientras que otros 32 han sido evacuados a centros hospitalarios y se encuentran en unidades de cuidados intensivos.

Igualmente, han muerto cinco empleados del INPE y otros cuatro se encuentra en UCI al confirmarse que se contagiaron del coronavirus.

El INPE está habilitando el expenal San Jorge para atender a los reclusos que se hayan infectado con el COVID-19 en los penales de Lima. Se empezarán a distribuir mascarillas comunitarias y se evalúa otorgar indultos y conmutación de penas.

fallecidos

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Periodista. Bachiller en Ciencias de la Comunicación y Periodismo. Gran Premio Nacional de Periodismo 2014. Premio Periodismo y Derechos Humanos 2016. Un reportero metido entre jueces, abogados, expedientes, la gente y sus vivencias. Editor Judicial.