¿Cómo se debe manejar el cuerpo de un fallecido por COVID-19?

El Ministerio de Salud indicó la manera correcta de manejar el cuerpo de un fallecido por complicaciones de la COVID-19 a directores, personal de entidades del sector de salud y a periodistas de distintos medios en una capacitación este 13 de abril.

Según lo expuesto por el director ejecutivo de la Dirección General de Salud Ambiental, el biólogo Elmer Quichiz Romero, el protocolo contempla los casos de defunciones que hayan ocurrido en la vía pública, en un establecimiento de salud o en su vivienda.

En el caso de que un paciente fallezca en un hospital, el cuerpo no se debe mover. En su lugar, se tendrá que retirar todos los dispositivos médicos no invasivos y remojarlos en un desinfectante. Si hay presencia de dispositivos invasivos, estos se mantendrán en el cadáver hasta su disposición final.

Para la despedida, solo dos familiares directos serán permitidos, los cuales deberán ubicarse a 2 metros o más de distancia del fallecido o fallecida.

Todo el personal de salud que maneje el cadáver está obligado a usar el Equipo de Protección Personal (EPP) durante el procedimiento. Este implica el uso de guantes de látex, ropa quirúrgica descartable, mandilón descartable, gafas oculares antinieblas, protector facial, respirador N95 o FPP2 y botas o cobertores de zapatos impermeables y descartables

Quichiz Romero explicó que una vez envuelto, el cadáver deja de ser un agente contaminante. Por tanto, el cuerpo se colocará en una bolsa impermeable, resistente y con cierre hermético para luego proceder a su cremación o entierro.

El proceso de cremación se realizará sin sacar al cuerpo de la bolsa hermética en ningún momento. De la misma manera, para la inhumación, el cadáver, dentro de la bolsa mencionada, se colocará en un ataúd.

Por otro lado, el protocolo establecido por la Directiva Sanitaria N° 087-2020-DIGESA/MINSA indica que si una persona falleció en un domicilio o en otro lugar que no sea un centro de salud, el cadáver debe ser inmediatamente aislado.

Acto seguido, se contactará a la Policía Nacional del Perú, la cual tendrá que constatar la manera en que el ciudadano o ciudadana murió; es decir, si fue una muerte violenta o no.

En caso de que la muerte se haya producido exclusivamente por la presencia del virus SARS-CoV-2, se contactará a la autoridad sanitaria de la zona: un hospital, ya sea del Minsa o EsSalud, la Dirección de Redes Integradas o la Dirección y Gerencia Regional de Salud.

Una vez hecho esto, el personal de salud encargado de manejar el cuerpo tiene 24 horas para arribar y colocarlo dentro de una bolsa hermética.

No obstante, si el fallecimiento se dio bajo circunstancias sospechosas que apunten a actividad criminal, el profesional de salud encargado lo comunicará al Ministerio Público. En ese caso, la necropsia de ley está autorizada y será realizada con los cuidados exigidos y el número mínimo necesario de participantes.

Si los familiares de un ser querido difunto por COVID-19 no pueden financiar la cremación o entierro, el Seguro Integral de Salud (SIS) se encargará de los gastos, así como de las acciones administrativas.

Una vez en el centro de cremación o de servicios funerarios, el personal deberá estar capacitado y disponer de los equipos de protección personal para transportar el cadáver. Queda prohibido, según el Ministerio de Salud, transportar el cuerpo fuera de la provincia donde ocurrió el fallecimiento.