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Sociedad

La cuarentena y el cambio de rutina en tiempos de coronavirus

Testimonios. La procuradora Silvana Carrión, la presidenta del TC, Marianella Ledesma, el psicoanalista Jorge Bruce, la actriz Mónica Sánchez y el futbolista Leao Butrón relatan cómo conviven con el aislamiento, sus preocupaciones y reflexiones. Y lo que esperan cambiar o mejorar en un mundo pospandemia.

La procuradora ad hoc Silvana Carrión Ordinola, a cargo de defender la reparación civil a favor del Estado por el caso Lava Jato, caminó sobre las cuerdas de la incertidumbre, pues, como reconoce en esta crónica, tuvo temor de haberse contagiado de coronavirus luego de su visita a Europa, en plena pandemia.

Carrión Ordinola llegó al Aeropuerto Jorge Chávez, de Lima, la mañana del 14 de marzo. Había estado una semana en Francia –país golpeado por el COVID–19– como parte de la delegación peruana ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Cuatro días previos a su retorno, el presidente Martín Vizcarra ordenó que las personas procedentes de Europa se mantengan aisladas en sus domicilios por 14 días. La procuradora, por ende, se sometió a la cuarentena.

El personal médico del aeropuerto le midió la temperatura a Carrión Ordinola. “No presentaba fiebre y me retiré a mi domicilio a cumplir con el aislamiento”, contó a La República. Pero al día siguiente comenzaron las preocupaciones: comenzó a toser. “Era natural el miedo después de haber estado en un país con altos contagios”, relató. El lunes 17 de marzo, la abogada llamó por teléfono al Ministerio de Salud (Minsa): era urgente realizarse la prueba de descarte.

Desde la aparición de dicho síntoma, su cuarentena se radicalizó. No solo era estar en casa, también se mantuvo aislada en su habitación. La razón era obvia: la procuradora vive con su esposo y dos hijos menores de edad. Lo ideal era anticiparse a posibles contagios. Fueron momentos tensos –admitió–. Sobre todo porque vive junto a su esposo y dos hijos menores de edad, quienes, en el peor de los casos, hubieran sido los primeros expuestos.

Pero dos días después hubo un giro favorable. El médico que la había atendido le comunicó que los resultados del test eran negativos: no tenía COVID–19. Igual, sin embargo, debía tomar precauciones. La prueba rápida, como se sabe, no suele detectar el virus cuando este recién está en el cuerpo humano. Así que el personal del Minsa le sugirió no salir de casa por dos semanas.

Aparte de someterse al test de descarte y cumplir con el aislamiento, se mantuvo en contacto con el Estudio de Abogados Foley Hoag LLP, que busca la extradición del expresidente Alejandro Toledo por el caso Lava Jato. El despacho que dirige Carrión Ordinola pugna por obtener en ese litigio una reparación civil a favor del Estado. Además, realizó reuniones virtuales con su equipo de la Procuraduría. Las coordinaciones que realiza cumplen horarios de oficina. “Son de 10 de la mañana y acaban a las seis de la tarde. Es de lunes a jueves”, explicó. Salvo los viernes, la sesión dura hasta el mediodía y luego la procuradora se aboca a sus hijos.

La procuradora, pese a la tensión afrontada, no obstante, reconoce que la cuarentena le ha permitido leer y ver series de Netflix, todas vinculadas al caso Lava Jato. “Me había comprado El príncipe. Una biografía no autorizada de Marcelo Odebrecht, de Marcelo Cabral y Regiane Oliveira, que no revisaba por la rutina. He podido también ver la serie ‘El mecanismo’”, dijo.

Recién el sábado 28, culminados los 14 días recomendados, salió de su vivienda. Fue a comprar víveres, básicamente. “Fui a pie, con mascarilla y gel”, refirió. A su retorno dejó sus zapatos en la puerta de casa y recordó lo vivido en Francia. “Yo vi cómo avanzó el virus allí y creo que debemos extremar cuidados”, sentenció.

Las precauciones de Ledesma

El COVID–19, por el momento, según los especialistas, es un virus segmentado. Ataca a ancianos y personas con enfermedades crónicas.

En casa, durante el aislamiento, la abogada Marianella Ledesma Narváez, la primera mujer que preside el Tribunal Constitucional (TC), debe dividir su agenda en revisar documentos, preparar la primera sesión virtual de magistrados –que será el martes 7– y cuidar a su madre, Leonor Narváez, de 90 años.

“Tengo una madre que tiene una edad considerable, a quien cuido", destacó. La madre de la magistrada, aparte de tener una edad vulnerable, vive con hipertensión, condición que amerita adoptar precauciones minuciosas ante el COVID–19.

Por estos días, Ledesma solo ha salido de su domicilio para acudir al Consejo de Estado, en Palacio de Gobierno, y a brindar una entrevista por televisión. Las compras de víveres –precisa– la realizan dos señoras que trabajan en su vivienda.

Mientras tanto, como cuenta la magistrada, la cuarentena ha permitido “acelerar el paso en la virtualización de los expedientes del TC”. “Era una idea que venía manejando, pero que ya está implementada. Es uno de los impactos (del estado de emergencia) en el ámbito laboral”, explicó.

En lo personal, antes del decreto del presidente Vizcarra, la presidenta del TC aprovechaba su tiempo libre practicando tenis y natación. “Pero ya no puedo hacer deporte. Hago una rutina estacionaria”, admitió. Por ahora, se da un respiro de distracción preparando postres y ordenar papeles del hogar.

Ledesma confiesa que, durante la cuarentena, ve pocas noticias en la televisión: “No soy afecto a eso”.

Sin embargo, una recomendación de la magistrada, realizada en una entrevista del canal ATV, ha generado respaldo y, en otros sectores, debate y discrepancias de la opinión pública. La hija del histórico exdirigente del Magisterio Genaro Ledesma sugirió que se recorten los salarios de los altos mandos del sector público, debido a la incertidumbre que afronta el país por la paralización económica ante al COVID–19.

“Somos trabajadores del Estado que tenemos un sueldo decoroso frente a otros que no”, sostiene. La presidenta del TC enfatiza que la pandemia, por razones humanitarias, obliga a que personas “en zonas de confort tengan gestos de solidaridad con quienes no tienen nada”.

¿Los demás funcionarios de alto rango respaldarán la iniciativa? Sus respuestas evidenciarán quiénes tienen gestos humanitarios y quiénes no. Ledesma ya dio el primer paso: proponerlo.

La reflexión de Bruce

El psicoanalista Jorge Bruce precisa que él no afronta ninguna situación difícil en tiempos de coronavirus.“Esto hace que mi cuarentena sea mucho menos rigurosa a diferencia de otras personas que la tienen complicada”, manifestó.

El privilegio, como mencionó Bruce a este diario, parte, no obstante, de reconocer que en esta temporada, en otros sectores socioeconómicos, existen personas que padecen los estragos de la cuarentena, de la paralización económica, y necesitan apoyo.

La labor de Bruce, por ejemplo, consiste en ayudar a la salud mental de las personas. Antes de los primeros casos de COVID–19 en Lima, conducía temprano por la avenida Ricardo Palma rumbo a su consultorio en el Centro Comercial Aurora, de Miraflores. Allí atendía a sus pacientes.

Con el coronavirus, el autor de Nos habíamos choleado tanto responde desde casa, de manera virtual. Quizás la interacción no es la misma. Pero es la única forma.

Bruce no es de contar o revisar minuciosamente cuántos infectados aumentan por día, no es de medir la curva de crecimiento de la pandemia. En el confinamiento que lleva, prefiere, en cierta forma, no obsesionarse con esos números, contemplados por la población desde sus televisores, todos los días, a partir del mediodía.

“Tomé la decisión de no estar pendiente. No tiene caso alarmarse y menos caer en el exceso de miedo", respondió. En vez de contar las cifras, Bruce deja de lado el control del televisor, opta por sentarse y abrir el libro El imperio del periodista Ryszard Kapuscinski. Prefiere reflexionar en cómo será el mundo poscoronavirus.

La cuarentena de Mónica

A Mónica Sánchez la cuarentena también le ha permitido quedarse en casa. Algo inusual en una actriz y activista de amplia trayectoria, que, como detalló a este diario, trabajaba 12 horas diarias, cinco días a la semana, previo a la declaratoria de emergencia. En el mejor de los casos, antes de la cuarentena, podía dedicarse a sus dos hijas los fines de semana. Y eso.

Pero el aislamiento social le ha permitido acercarse a ellas. “Soy la única proveedora del hogar, la única que genera un ingreso, soy padre y madre. Gran parte de las obras de la semana ocasionaban que me la pase afuera trabajando”, acotó.

En este periodo de confinamiento, la intérprete de Malena Ugarte en “De vuelta al barrio”, además de abocarse al trabajo del hogar, se dedica a leer a personajes emblemáticos como a Manuelita Sáenz, mártir de la independencia en Ecuador. “Es un personaje importante e inspirador. Fue una mujer muy activa”, contó, mientras sostiene el libro La otra agonía, de la expareja de Simón Bolívar.

Butrón y la espera

El arquero de Alianza Lima Leao Butrón, por su parte, admite que personalmente la cuarentena no le afecta. Pero le preocupa su hija Daniela Butrón, de 23 años, quien vive en España y no puede retornar al país. Y es una incógnita saber cuándo volverán a funcionar los aeropuertos.

España tiene más de 117 mil infectados por COVID–19. Daniela Butrón –precisa el guardameta blanquiazul– radica en Madrid y estudia Comunicación Social en la Universidad Camilo José Cela. Al cierre de esta nota, la hija de Butrón escribió al consulado demandando ser repatriada. Pero la respuesta fue negativa. “No es considerada. En esta cuarentena mi único sufrimiento es mi hija”, lamenta.

Butrón vive con su esposa, su suegra y su otra hija. Es el único que sale del departamento a comprar víveres. “Lo hago una vez por semana”, dice. Su rutina radica en labores domésticas, en comunicarse con sus compañeros del club. Él considera que esta etapa ayudará a pensar cómo resolver pendientes. No fue un buen comienzo de año para el capitán de Alianza Lima: derrotas en el campeonato nacional y la Copa Libertadores lo evidencian. “Nos confiamos en el plantel que teníamos”, aceptó. Una vez que acabe la pandemia –o cuando sea controlada–, buscará voltear la página con mejores resultados.

Bachiller en Ciencias de la Comunicación y egresado de la Maestría de Periodismo y Comunicación Multimedia. Siete años como cronista parlamentario.