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Sociedad

Carlos Castillo: “Después de esta pandemia habrá que detener el proceso de la ambición de las finanzas”

Entrevista a Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio, arzobispo metropolitano de la Archidiócesis de Lima. Sociólogo. Teólogo.

carlos castillo
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Usted está en Lima guardando cuarentena porque llegó en el último vuelo que pudo salir de Francia. Cuéntenos su periplo.

Estoy en cuarentena desde el día 12 (de marzo), que llegué. Firmé un documento en el avión para poder hacerla. Tuve la sesión con el Papa el día 9, después de eso hice algunas gestiones y me llega un aviso de Iberia que habían suspendido todos los vuelos. Yo debía venir el 19 y resulta que estaba suspendido ese vuelo, entonces buscamos y finalmente encontramos uno. Buscamos con Sao Paulo, con Canadá también, Ámsterdam, tampoco. Así que ese vuelo fue el milagro y salimos en la madrugada y fuimos a París, y de París me vine para acá.

Hay más de 50 sacerdotes fallecidos, Hijas de San Camilo, un convento importante en Roma, tiene más de 60 monjas contagiadas. ¿Qué va a pasar con el trabajo pastoral, porque entiendo que el vicario de Roma ha establecido que los sacerdotes no pueden siquiera dar extremaunción?

Hay algunos protocolos que cumplir que podrían disminuir la posibilidad de contagio. A veces, con mucha buena voluntad hacemos las cosas, pero en este momento necesitamos corazón y también razón. Y ahí no se cuánto habrá influido esto para que un convento se contagie completo. Hay medidas que tomar en todo, en ese sentido nosotros estamos tratando de llamar a toda la comunidad cristiana a mantenerse alejados. Habíamos hecho un primer documento, todavía en la etapa del distanciamiento social, en donde propusimos que si había una cantidad suficiente de gente y un orden se podía celebrar la misa y, luego, cuando hubo posibilidad de muchedumbre, se cerró el templo e hicieron la misa televisada por Facebook. En algunos casos fue linda por que fueron siete mil personas en edificios en torno a las computadoras y al sacerdote haciendo la misa desde su parroquia. En este momento existe una creatividad muy grande, pero tenemos que hacerlo con orden y con reflexión.

Eso explica el comunicado donde se pide a las parroquias del Arzobispado de Lima no recibir donaciones y canalizar todo por Cáritas. Esto ha creado confusión pues hay parroquias que tienen sus grupos organizados.

La única Cáritas que está funcionando es la de Lima. No sé si las demás iglesias del sur, Lurín o Chosica, estén funcionando. El asunto central es que hemos hecho un grupo de alianzas para poder trabajar con el Estado, con los ministerios con la Municipalidad de Lima, y se ha empezado a trabajar con el banco de alimentos, en un estilo y organización efectiva para repartir y compartir el pan con la gente. Al ver que en alguna parroquia hubo un impulso para hacerlo en forma espontánea, nosotros sacamos el comunicado por eso. Y ya salió el sistema por el cual pueden contribuir, y está en la página web.

¿Cómo evitar aglomeraciones, que es el mayor problema cuando se hacen repartos?

Por eso estamos haciendo sin aglomeración. Hay un orden. El Ejército y la Marina nos están ayudando, es impresionante lo bien entrenados que están. También existen los delegados de la municipalidad, las hermanas vicentinas que están ayudando muchísimo, todo esta bajo control y con medidas de los protocolos.

Hay una pregunta que mucha gente se hace. ¿Por qué Dios permite que esto esté pasando? ¿Dónde está Dios acá?

El Papa ha dicho una cosa muy interesante: Esas personas que están entregando su vida diariamente pueden ser creyentes o no asistir mucho a misa, pero ellos están transparentando a Jesús en la situación actual, están sabiendo ellos entregar su vida por los demás. Entonces, lo mas importante en una situación como esta es no especular si esto lo manda o no Dios, o dónde está Dios en todo esto. Cuando sucedió la tragedia de las Torres Gemelas, Dios estaba cayendo de los edificios porque nuestro Dios es identificado con el dolor de los seres humanos.

La gente cree que estamos recibiendo un castigo…

Jesús mismo tiene una respuesta porque él mismo se hizo una víctima, él prefirió asumir la condición de víctima a matar a sus enemigos. Pero, además, cuando ve al ciego de nacimiento para responder las preguntas que se hacían sus discípulos, por qué es que Dios le castigaba así a él o a sus padres. Entonces no es un castigo ni a el ni a sus padres, esto sucede como un desafío para que actuemos las obras de Dios. En una situación como la de ahora, más que discutir por qué se manda, es qué cosa nos interpela. En ese sentido la visión de Jesús nos orienta a movilizarnos, ahora es cómo hacerlo cuando hay distanciamiento social, es un llamado a la imaginación y a la creatividad. Debemos tener en consideración que todavía hay mucha gente afuera, que vive en la calle, hay que ver cómo hacemos para albergarlos, es una fuerza común que hay que desarrollar.

En estos tiempos donde todo un país está encerrado, ¿a dónde tenemos que voltear los ojos? Se dice que a la acción, pero cómo hacerlo si estoy encerrado en mi casa?

Es posible voltear los ojos en el futuro, digamos evaluar el pasado para mejorar lo que tenemos. Después de esta pandemia, será necesario detener el proceso un poco más, de la ambición de las finanzas; estaba yo leyendo los seis millonarios más grandes del mundo en el momento, mucho de lo que tienen es producto de la especulación. Mucho hay de acumulación porque se tiene fama. No se paga el trabajo, se paga la fama y eso es injusto.