¿Volverán los días fríos en Lima? Senamhi aclara
Sociedad

No es una fiesta

La pelota está también en la cancha de la comunidad y la familia.

editorial
editorial

La suspensión de las labores escolares y probablemente en los centros de educación superior no puede ser considerada un acto festivo que habilita a estudiantes a desarrollar actividades masivas y recreativas, de modo que podrían potenciar el contagio del coronavirus. Al contrario, la decisión del Gobierno debe ser entendida como una medida extraordinaria de prevención que requiere ser complementadas con cuidados de la salud en la familia y comunidad.

Las medidas adoptadas son las primeras y no debe extrañar que en función de la evolución de la transmisión del virus se adopten otras, sobre actividades de concentración en los ámbitos religiosos, deportivos o artísticos.

Esta medida coincide con la declaración por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que esta enfermedad se ha convertido en una pandemia, una calificación menos técnica y más de política sanitaria universal, un término que indica que, como lo ha señalado el director de la OMS, Tedros Ghebreyesus, en los próximos días y semanas debemos esperar que el número de casos, de muertes y de países afectados aumente sustantivamente. El concepto de pandemia indica que ningún país puede sustraerse al coronavirus. A la fecha se tienen 18 mil casos en 114 países con más de 4.200 muertos.

El Gobierno ha dispuesto otras medidas que eran necesarias y se esperan que no sean tardías, como la transferencia de 100 millones de soles al Ministerio de Salud (MINSA) que se supone serán utilizados para cubrir las necesidades de recursos humanos y materiales. En esto último debe considerarse la gradual escasez de insumos y medicinas en el mercado internacional por la compra de otros países y las restricciones de los grandes exportadores, China e India.

Se ha dispuesto, asimismo, el aislamiento por 14 días de todas las personas que lleguen al país procedentes de cuatro países, una medida de vigilancia muy necesaria que repara los defectos apreciados en los primeros días.

La evolución de los contagios en nuestro caso no muestra tasa exponencial que impida la atención por saturación, y por esa razón es importante que los ámbitos de la vigilancia, limpieza, diagnóstico y atención en campo clínico sean cubiertos con eficacia, celeridad y sostenibilidad. Mientras existan más casos diagnosticados y atendidos, se evitará que los contagios se multipliquen. En todo esto, el papel de los ciudadanos, especialmente de quienes toman decisiones y supervisan su cumplimiento, será crucial. La pelota también está en la cancha de la comunidad y la familia.