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Sociedad

Coronavirus, el virus del pánico global

¿Preparados? Según la OMS, el mundo se acerca al desenlace de una epidemia del coronavirus. En Europa, el pánico avanza con algunos poblados enteros en cuarentena para evitar la propagación de una enfermedad con una mortalidad muy baja. Sin embargo, algunos estados de la Unión Europea son laxos en los controles aéreos.

Lyon (France), 24/02/2020.- Authorities wearing face masks walk next to a bus from the Italian city of Milan that has been quarantined after the detection of a suspected case of the COVID-19 disease in Lyon, France, 24 February 2020. The number of confirmed infections caused by the SARS-CoV-2 coronavirus in Italy has jumped to over 200 cases, most of them concentrated in the northern regions of Lombardy and Veneto. At least five people have died so far from the disease in the Italian peninsula. (Francia, Italia) EFE/EPA/ALEX MARTIN
Lyon (France), 24/02/2020.- Authorities wearing face masks walk next to a bus from the Italian city of Milan that has been quarantined after the detection of a suspected case of the COVID-19 disease in Lyon, France, 24 February 2020. The number of confirmed infections caused by the SARS-CoV-2 coronavirus in Italy has jumped to over 200 cases, most of them concentrated in the northern regions of Lombardy and Veneto. At least five people have died so far from the disease in the Italian peninsula. (Francia, Italia) EFE/EPA/ALEX MARTIN

Efraín Rodríguez Valdivia

Especial para La República desde París

Son las 6:40 de la mañana del sábado 29 de febrero, en el aeropuerto de París. Los primeros rayos del sol bañan las muros del terminal 2F en el segundo terminal aéreo más grande de Europa. Los viajantes caminan a buen ritmo, con el rostro enfundado en mascarillas médicas, para llegar al avión que los saque de Francia. Detrás del barbijo de protección, se delata el semblante del miedo, porque el Covid-19 o coronavirus ya se propaga. De doce casos de contagio reportados el jueves pasado, las autoridades francesas confirmaron ayer 130 en el país.

A menos de 20 minutos para las 7:00 de la mañana, Florence Poty, una de las 90 000 trabajadoras del aeropuerto, embarca las maletas de los viajantes de las aerolíneas Air France y KLM. “¿Estas maletas se van a Perú?”, pregunta sonriente a Mishel y Humberto, pasajeros con destino a Lima. “Qué suerte”, dice con cierto humor y envidia. Luego, se queja: “Aquí andamos con el coronavirus y trabajamos sin protección ni consignas claras”. En efecto, los trabajadores del aeropuerto laboran sin mascarillas ni guantes protectores, mientras atienden 1 300 vuelos diarios con despegues y aterrizajes cada 30 segundos.

Mishel y Humberto se despiden de Florence Poty y pasan el control de seguridad. Nadie les toma la temperatura antes de embarcar, no les proporcionan gel hidroalcohólico para las manos, ni les preguntan si visitaron algún foco infeccioso, como las ciudades francesas de Creil u Oise, así como la región Lombardía, en el norte de Italia. En su escala en Amsterdam (Holanda), antes de enrumbar a Lima, tampoco pasaron por ese protocolo. Y al llegar a Perú, solo les preguntaron si habían estado en China.

Pareciera que los Estados no quieren caer en el juego del pánico agigantado en los medios, pero tampoco se puede negar el miedo entre los ciudadanos del mundo por el avance del virus. En conferencia de prensa, el ministro de Salud de Francia, Oliver Veran, indicó que el país se encuentra en la segunda de las tres fases de la propagación del virus: “La primera fase era evitar el ingreso del virus. Este ya llegó. Ahora estamos en la fase dos. Se debe atender rápidamente para evitar la fase tres que abra una potencial epidemia”.

En definitiva, esta segunda etapa se convierte en una carrera contra el tiempo. Francia es el segundo país europeo con más contagiados después de Italia. Según el Ministerio de Salud, los focos infecciosos son especialmente las localidades de Creil y Saboya. En la primera, se diagnosticaron 12 personas, de las cuales tres estaban en una base militar que presta servicios de apoyo al aeropuerto Charles de Gaulle. Se sospecha que uno de los militares tuvo contacto con un trabajador de este terminal, quien también dio positivo. Entonces, los temores de Florence Poty son fundados y el miedo de los pasajeros resulta evidente.

A prueba de virus

Desde inicios de año, Europa estuvo observando con curiosidad lo que pasaba en la localidad de Wuhan, en China, donde comenzó la enfermedad. A los pocos días de propagarse la enfermedad, el Gobierno chino derrochó matices de una gestión óptima construyendo un hospital en diez días para atender a los pacientes. Una pregunta afloró en el debate: ¿en qué medida los Estados están preparados para atender las epidemias?

Eric Caumes, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital parisino Pitié Salpêtrière, indicó que es desconocida la evolución del Covid-19. “Un gran porcentaje de personas no presenta síntomas, otro tiene pocos. Algunos tienen síntomas y son hospitalizados. Muy pocos evolucionan a un estado grave. El problema es el porcentaje. Si son 1 000 pacientes en estas circunstancias, podemos atender a todos. Si son un millón, tendremos serios problemas”, sostuvo.

El virus, en su porcentaje de mortalidad, solo mata al 1% de los pacientes, pero pone a prueba al 100% de los servicios sanitarios. ¿Cómo reaccionarían los Estados frente a esta epidemia u otra más mortal? ¿Cómo llega Perú a esta crisis? Francia gasta el 11% de su PBI en salud y el Perú invierte cerca del 5%.

Sin embargo, la población tiene la impresión de vivir una epidemia. En Francia, la gente observa un relativo laxismo en el control y esto se puede constatar. Durante la primera fase de la epidemia, a la Unión Europea se le han colado los infectados a diestra y siniestra. Es el caso de la profesora de italiano Ilaria Bravi, quien labora en un liceo de París. Ella estuvo de vacaciones en Venecia el domingo anterior. Desde el lunes pasado, fue enviada a su casa para ser confinada durante 14 días y observar su evolución. “Estuve en Venecia cuando surgió el brote del virus en Italia. Regresé en un vuelo directo hasta París y nadie me hizo ningún control”, contó.

Ahora, entrando en la fase dos, el Estado francés ha decidido suspender todos los eventos que reúnan más de cinco mil personas. Por ejemplo, se suspendió el maratón de París previsto para ayer y algunos partidos de la liga de fútbol. El museo Louvre cerró sus puertas. Los carnavales también fueron cancelados. No obstante, toda la población debe regresar hoy a sus actividades. “El país debe seguir con la vida normal desde este lunes”, sostuvo Olivier Veran, ministro de Salud. Y esa normalidad parece aceptarse a regañadientes por algunos franceses. Al menos, así lo tuvo que aceptar Suzanne Sebillet, profesora jubilada de 83 años que vive en el barrio de Saint Leu La Foret, cerca de París. “Sin carnaval, no me queda más remedio que ir a misa de mediodía”, nos dijo.

Mientras Suzanne se alistaba para asistir a la liturgia, Mishel y Humberto, a las seis de la mañana (hora peruana), enrumbaron hacia Arequipa y Cusco desde Lima. Dicen que se lavaron bien las manos durante el vuelo para evitar alguna contaminación y llegaron en buen estado de salud al territorio nacional. Ojalá que sigan así durante los próximos 14 días.

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