Lloclla en Tacna
“La única causa de la tragedia son los negociados de alcaldes con traficantes de tierras”.
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El 8 de febrero del 2019, hace exactamente un año, un “huaico” arrasó la zona urbana de Ilabaya, en la ciudad de Tacna, dejando decenas de viviendas afectadas y varios desaparecidos. En la víspera, fuertes lluvias activaron la quebrada. El lodo llegó a interrumpir la Panamericana Sur. En esos días (hace un año) las autoridades de turno también dijeron que “fueron lluvias sin precedentes” hasta que un vecino tacneño les aclaró que, en el 2015, también se había producido un “huaico” similar.
Hoy escucho a las autoridades culpar al “calentamiento global” como para justificar el tráfico de terrenos que ha urbanizado zonas sensibles como la Quebrada del Diablo y que este fin de semana dejó tres muertos y millones de soles en daños.
De más está decir que no se trata de un “desastre natural” ni es consecuencia del “calentamiento global”. La única causa de la tragedia son los negociados de alcaldes con traficantes de tierras y la ignorancia de quienes construyen en esas quebradas aluviónicas.
En febrero de 1927 también se produjo un “huaico” similar en la Quebrada del Diablo. Pero hace 97 años nadie hablaba de “calentamiento global”. Lo rescatable es que la noticia de aquel entonces habla de una lloclla (aluvión) que se desplazó por el huaico (quebrada). Es decir, hace casi cien años se respetaba el término original.
Los tacneños tienen mucho que aprender. Sobre todo, no seguir invadiendo terrenos en quebradas aluviónicas ni permitir el tráfico de tierras que enriquece a las autoridades locales.
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