Cambio climático, género y cultura
Ley Marco sobre Cambio Climático (LMCC) busca planificar, articular, ejecutar y difundir políticas públicas para la gestión integral del cambio climático y reducir sus efectos.
- ATU: ¿a cuánto equivale la multa por realizar taxi colectivo en Lima y Callao?
- Sentencia a hombre a 5 años de cárcel por comprar pollos a la brasa con tarjeta bancaria ajena
Eduardo Ugarte
Periodista
En el Perú, la construcción del “feliz y próspero año nuevo” comienza con la aprobación del reglamento de la Ley N.º 30754, Ley Marco sobre Cambio Climático (LMCC), que busca planificar, articular, ejecutar y difundir políticas públicas para la gestión integral del cambio climático y reducir sus efectos, cumpliendo la Convención Marco de las Naciones sobre el Cambio Climático.
Este reglamento establece que los gobiernos regionales y locales, considerando los principios y enfoques establecidos en los artículos 2 y 3 de la LMCC —el enfoque de género, y la pertenencia cultural y lingüística—, realicen acciones para asegurar la inclusión de la temática del cambio climático en la implementación y actualización de la Política Nacional de Educación Ambiental y el Plan Nacional de Educación Ambiental. Dos puntos, género y pertenencia cultural, de gran incidencia en educación ambiental.
PUEDES VER: BIENVENIDO 2020
En el primer punto, sobre las relaciones de género, encontramos que los problemas ambientales afectan más a la mujer, pues son más vulnerables por su relegación, desventaja laboral y participación sin paridad frente al hombre; así su inclusión igualitaria —y valorizada— es indispensable para sostener coherencia ambiental, social y económica, especialmente en países en que la mujer en el campo es la mayor víctima de la pobreza.
En el segundo punto, respecto a la pertenencia cultural, por lo establecido en el Convenio N.° 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “el Estado respeta y garantiza la participación de los pueblos indígenas u originarios en la gestión integral del cambio climático que los involucra, a través de sus organizaciones representativas, con la finalidad de proteger y garantizar su identidad, sus costumbres, conocimientos y prácticas ancestrales, tradiciones e instituciones”.
Por lo dicho, este reglamento, en su aplicación, debe ser instrumento para conocer y reconocer los roles sociales con igualdad y los conocimientos ancestrales en su relación con la naturaleza, para así poder —desde la escuela hasta la academia— mitigar el cambio climático con una perspectiva social y territorial, que contribuya efectivamente a nuestro desarrollo.ϖ
Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.
