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Sociedad

María y Katty: dos hombres violentos acabaron con sus vidas sin razón

Violencia de género. María Alvarado Cruz murió en San Martín, tras ser quemada por su pareja Leoncio Daza. Y en Junín, la comerciante Katty Alfaro Ríos fue baleada por su expareja Eduard Ramos. Ellas se suman a la cifra de feminicidios que llega a 166.

Informe

El año empezó de un modo trágico, con un crimen terrible en Tacna, y todo indica que terminará de la misma forma. Ayer murió en San Martín María Alvarado Cruz, de 45 años. Las quemaduras que le provocó su pareja, el exdocente Leoncio Daza Tejada (59), le ocasionaron daños en el 90% del cuerpo.

Y en la región Junín, la comerciante Katty Gisella Ríos Alfaro, madre de 4 niños, fue asesinada a balazos en una feria navideña, presuntamente por su conviviente, Eduard Grimaldo Ramos Chuquimantari.

Estos dos crímenes hicieron que la cifra de feminicidios se eleve a 166 en lo que va del año, es decir, en el país una mujer es asesinada cada 48 horas por hombres machistas que muestran su poder de la forma más brutal. Esta violencia es la misma que hizo salir a las calles a miles de mujeres para decirles a las autoridades “basta ya”. “Ni una menos”.

Estos feminicidios también han dejado 204 hijos huérfanos menores de 18 años.

Psicólogos y psiquiatras consultados por este diario coinciden en afirmar que la cadena de violencia, cuyo último eslabón es el feminicidio, es la muestra trágica de la falta de políticas públicas en materia de igualdad de género y prevención de la violencia hacia la mujer.

María no resistió

El último jueves, María Alvarado fue llevada en estado crítico al hospital de Essalud de Tarapoto, por presentar quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo. Había sido atacada por su conviviente Leoncio Daza mientras dormía en su casa de la provincia de Rioja.

Los vecinos contaron a la Policía que escucharon fuertes gritos y que la mujer salió de su vivienda envuelta en llamas, pidiendo auxilio. El agresor dijo que ella se había quemado durante un cortocircuito, pero luego cayó en contradicciones y fue detenido.

La fiscal María Oblitas Cubas confirmó que durante su traslado al hospital, María Alvarado sufrió cuatro paros cardiacos.

Sus hijos, Orlando, Darly e Idaly (de un primer compromiso), tenían la esperanza de que fuera evacuada a Lima, pero en la madrugada dejó de existir.

"Solo pedimos justicia, que el asesino sea castigado con todo el peso de la ley", dijo afligido Darly a La República. Agregó que el profesor Leoncio Daza era pareja de su mamá desde hace 10 años y que ambos administraban un bar.

Darly también hizo una denuncia escalofriante: "Siempre discutían, por celos, por dinero o por asuntos propios del negocio. Ese señor maltrataba mucho a mi madre".

La joven Betsy Rios Culqui escribió en su cuenta de Facebook “a mí no me sorprende, también fue mi profesor, era muy impulsivo, una vez a mi compañero de aula lo golpeó, por eso su carácter era agresivo. Que se haga justicia”.

Daza ya no ejercía la docencia. Fue expulsado del magisterio tras haber sido denunciado por el presunto delito de tráfico de drogas. Hoy se encuentra con detención preliminar.

Conmoción en Junín

Como ha quedado demostrado, ya no basta con que la mujer haga la denuncia ante la Policía, tener un ‘botón de pánico’, una restricción o medidas de protección.

Ayer, la comerciante Katty Gisella Ríos Alfaro (40), madre de tres niñas de 12, 10 y 8 años, y de un niño de 6, fue asesinada en una feria navideña en La Merced, en Chanchamayo.

Ella se negaba a volver con su esposo y padre de sus hijos, Eduard Grimaldo Ramos Chuquimantari, un vigilante de 44 años, celoso y violento.

Ella había viajado a Huancayo para comprar mercadería y dejó a su hija mayor a cargo de la juguetería. Cuando volvió, él la siguió hasta su puesto y la asesinó de tres balazos.

Katty lo había denunciado hasta en cuatro oportunidades. La Policía, sin embargo, solo registra una denuncia del 28 de agosto del 2018 por violencia física y psicológica.

Ellos vivían separados y él estaba prohibido de acercarse a la víctima. “Si tú me mandas preso, yo te mato; también a todos mis hijos”, la amenazó hace unos días, según reveló una amiga de Katty a la Policía.

Lamentablemente, ayer cumplió en parte su amenaza. Luego escapó. Las investigaciones están a cargo del fiscal Víctor Romero. Grimaldo Chuquimantari es un vigilante y dirigente vecinal en el sector de San Luis de Shuaro. Se teme haya fugado hacia el Vraem.

Otros tres casos

Estos feminicidios se suman a los de Jéssica Tejeda Huayanay y el de Martina Cruz Haro (41), ocurridos en El Agustino (Lima) y en Otuzco (La Libertad). Pero el crimen de María Alvarado, en Rioja, trajo a la memoria las muertes de otras tres mujeres que también fueron quemadas.

Eyvi Ágreda Marchena fue atacada por Carlos Hualpa, quien la quemó en un bus, en Miraflores, mientras que Juanita Mendoza fue quemada por Esneider Estela en su puesto de comida, en Cajamarca.

Marysella Pizarro Tuanama fue asesinada en Tarapoto por su expareja, Fernando Ruiz del Águila, quien provocó una explosión y un incendio en la peluquería donde ella trabajaba.

Por fortuna, la mayoría de agresores fueron detenidos y ahora afrontan penas severas.

Movimiento feminista

Urge tratar estos casos en los colegios, a diario, para que no se repitan, para que nuestra educación no termine forjando feminicidas y víctimas, sostiene la feminista Vero Ferrari.

Asimismo, señala que también es fundamental fortalecer el movimiento feminista, pues necesitamos más niñas y mujeres capaces de reconocer no solo la violencia machista, sino también de crear estrategias de protección frente a ello. “Si el Estado no puede salvarnos, tenemos que salvarnos entre nosotras”, asegura.

Datos

Ayuda. Los hijos de Katty requieren ayuda. Quien desee apoyar puede hacerlo a través de la cuenta del BCP 000204214416, a nombre de Julia Alfaro Meza.

En Comas. Fue detenido Nicanor Chávez por intentar matar a su esposa María Rivera.

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Periodista profesional, egresado de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza. Me gusta explicar, enseñar, compartir. A lo largo de mi carrera he cubierto casos resonantes que nos ha tenido más horas en la computadora que lo habitual, siempre aferrado a un estilo, que combina datos, análisis, entrevistas, crónicas.