ONP, mayo 2024: cronograma de pagos
Sociedad

Moquegua: Quitan título de monumento a casona de Martín Vizcarra

Moquegua. Acto se realizó a pedido del presidente, pero en resolución no se puso su nombre. Director de Cultura, Omar Benítez, asegura que no hay nada irregular.

Kallpa. Como si de una broma se tratara, el gobernador mantenía una sonrisa ante las recriminaciones de los agricultores de La Joya, a quienes trató de vendidos.
Kallpa. Como si de una broma se tratara, el gobernador mantenía una sonrisa ante las recriminaciones de los agricultores de La Joya, a quienes trató de vendidos.

Por: Rufino Motta

La forma como el Ministerio de Cultura le quitó el título de monumento a un inmueble de propiedad del presidente Martín Vizcarra Cornejo, en Moquegua (ciudad de donde procede), ha generado suspicacias.

El inmueble está ubicado en la calle Moquegua 626, a pocos pasos de la plaza de Armas. Fue heredado por el jefe de Estado tras la muerte de sus padres: César Vizcarra Vargas y Doris Cornejo. La casa tenía ese título por su valor histórico, al estar dentro de la zona de Patrimonio Cultural de la Nación desde 1988. A pedido del presidente, el viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Jorge Antonio Apoloni, le retiró la denominación de monumento.

La resolución es de junio de 2018, cuando Martín Vizcarra ya era jefe del Estado. Lo que llama la atención es que, en ninguna parte del documento oficial, figura el nombre del presidente. Solo se consignó “el administrado” para referirse a Vizcarra Cornejo, dueño del terreno.

Para el titular de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Moquegua, Omar Benítez Delgado, no hay nada de raro o irregular, porque se trata de una solicitud de parte y esta siguió un procedimiento de ley.

El ahora presidente de la República, cuando ya era primer vicepresidente y embajador en Canadá en 2017, solicitó que se varíe la condición del inmueble. Ocho meses después de que se interpusiera el requerimiento, el 20 de junio de 2018, se acogió el pedido.

Benítez Delgado refiere que no se protege a nadie y que esta determinación la dio el viceministerio previa evaluación y con dos informes preliminares del área de Patrimonio de la Dirección Desconcentrada de Cultura. Sostuvo que la casona estaba en ruinas y que ya había perdido todo su valor patrimonial al ser destruida por el terremoto del 2001. "Estaba descalificada automáticamente", insistió.

No obstante, hasta 2015, aún tenía un techo mojinete y, en algún momento, el predio estuvo alquilado para un negocio. Incluso fue utilizado como local de campaña de Peruanos por el Kambio (PPK) en 2016. Ahora aparece con el techo desmontado y se ha demolido parte de su estructura.

Benítez menciona que el inmueble estaba en proceso de deterioro y hasta la puerta la tenía de metal. Sin embargo, el propietario no podía construir ni vender, debido a la denominación que se le había asignado. El funcionario indica que no es el único caso, porque, de las 200 casonas en el Centro Histórico de Moquegua declaradas con ese estatus en 1972, solo quedan unas 30. Dijo que el 70% de ellas se ha perdido debido al paso del tiempo o porque han sido dejadas en ruinas por los terremotos.

Señala que no se pueden seguir protegiendo fantasmas. Asegura que esta situación se repite en unas 45 ciudades del país. Por eso, pidió en reciente reunión con el ministro de Cultura, Francesco Petrozzi, que se actualice y se sincere la información sobre el patrimonio.

Casonas han perdido valor histórico

Moquegua tiene un Centro Histórico que ha sido devastado por el terremoto de 2001. Tras ello, muchas casonas perdieron su valor patrimonial.

Existen algunas que son un riesgo para los transeúntes y requieren intervención. Entre ellas, está la Casona de la Serpiente, así como el local antiguo del Poder Judicial, que fue transferido al Gobierno Regional de Moquegua.

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.