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Sociedad

Shipibo-konibos y Vivienda dan luz verde a complejo habitacional en Cantagallo

Tres años después del incendio. Proyecto estaría listo a inicios del 2021.

Shipibo-konibos - Cantagallo
Shipibo-konibos - Cantagallo

El último lunes se cumplieron tres años del incendio que dejó sin hogar a 238 familias de la comunidad shipibo-konibo en la zona de Cantagallo, en el Rímac. Hoy, esa área es ocupada por los mismos afectados, quienes hace más de un mes instalaron viviendas prefabricadas para exigir la construcción del complejo habitacional prometido.

Pues bien, tres asociaciones de esta comunidad –la primera nativa urbana del Perú– han ratificado su posición de que el proyecto se ejecute en esa zona y que sea bifamiliar (casas de dos pisos y una familia en cada una). Y esto ha sido aceptado por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), que ahora ha fijado una nueva fecha para la entrega del complejo habitacional: entre enero y febrero del 2021, según informó a La República.

Este acuerdo, que hoy debe ser refrendado en una reunión, se da luego de que las familias retornaran a la zona y que el sector les planteara cuatro opciones para reubicar el proyecto: El Agustino, San Juan de Lurigancho y dos en Cantagallo.

Este último solo se podía ejecutar con la condición de modificar la propuesta original, dado que habían detectado que la zona no era apta para viviendas y que presentaba alta concentración de plomo y arsénico. Así, plantearon casas bifamiliares y fueron aceptadas por la comunidad. “A finales del 2020 podríamos tener una habilitación casi al 100% (...). Se necesita tener disponible el terreno”, dijo el viceministro de Vivienda, David Ramos.

Vulnerables

● Sin servicios. En Cantagallo, las familias viven con un baño público y sin luz. A fin de año vence el subsidio que otorga el municipio de Lima a cada familia para sus gastos de alquiler de casa.

Periodista por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Reportera de la sección Sociedad y trabajó en el suplemento Domingo de La República. Integrante de la Red Latinoamericana de Jóvenes Periodistas de Distintas Latitudes. Fue becaria de Cosecha Roja y del Laboratorio de Periodismo Situado. Colaboradora de la revista Anfibia, de Argentina. Coautora de los libros de crónicas Rosario, ciudad Anfibia y Generación B: Jóvenes de la Esperanza. Participó en una pasantía en la Universidad Católica de Milán, en Italia, y en el intercambio periodístico EQDA, en Suiza. Ha ganado concursos nacionales de periodismo. Busca explorar y aprender más sobre educación, salud, violencias, innovación, comunidades originarias y derechos humanos.