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Sociedad

PerúSAT-1, tres años orbitando el espacio

Balance. El satélite peruano ha generado más de 25 mil imágenes utilizadas en distintos sectores, desde gestión de riesgos hasta defensa nacional. El ahorro generado al Estado ya superó el costo del sistema. Falta capacitar a gobiernos locales.

Hace pocos días, el satélite peruano PerúSAT-1 cumplió tres años orbitando el espacio. A 700 kilómetros de la superficie, sin embargo, su trabajo suele pasar desapercibido para la gran mayoría de peruanos. ¿Cómo hacer un balance de un sistema tan complejo?

El general FAP Javier Tuesta Márquez, jefe de la Agencia Espacial del Perú (Conida), asegura que son dos los principales indicadores a considerar: la cantidad de escenas o imágenes generadas y el ahorro que ha significado para el Estado obtenerlas con un satélite propio.

Antes de desagregar esos detalles, no obstante, es necesario aclarar que el sistema satelital peruano, además del PerúSAT, incluye el acceso a una constelación de cuatro satélites franceses de la empresa Airbus.

Hecha la precisión, de acuerdo con Conida, solo el PerúSAT ha generado más de 25 mil imágenes desde el 2017, las cuales fueron solicitadas por distintas entidades. Cada una de estas vistas cubre, por lo menos, 14.5 kilómetros cuadrados de territorio nacional.

A pesar de su gran extensión, sin embargo, la capacidad del satélite permite identificar cualquier objeto con tamaño superior a los 0.7 metros. Esta característica hace posible que las escenas y los productos que se derivan de ellas tengan múltiples usos (ver infografía al final).

Según explica el general Tuesta, la prioridad es atender a las entidades de gestión de riesgo de desastres. Solo en este rubro se obtuvieron más de 11 mil imágenes, lo que representa cerca del 50% de la producción total del PerúSAT.

Un ejemplo reciente son las escenas de la humareda del volcán Ubinas, en Moquegua. El ingeniero José Pasapera, director de Geomática del Conida, explica que las fotografías satelitales permitieron identificar la distancia de dispersión de las cenizas, las zonas afectadas y determinar el plan de intervención.

En combinación con los radares franceses, para poner otro ejemplo, el PerúSAT también puede identificar zonas de alta humedad y prevenir posibles deslizamientos de suelos. Técnicas similares se utilizaron para monitorear el avance de los incendios forestales.

Si se suma el material que genera la constelación francesa, en total el Estado peruano ha accedido más de 45 mil escenas. Al no pagar por ellas se ha logrado ahorrar S/ 681 millones, cifra que supera los S/ 619 millones que costó el sistema satelital.

Tarea pendiente

A la fecha, el PerúSAT tiene más de 400 instituciones beneficiarias. Aunque el número ha crecido considerablemente en el último año, aún está lejos de ser óptimo, reconoce Tuesta.

El objetivo para lo que resta de la misión espacial, que fue planeada para 10 años, es capacitar a los 1.800 gobiernos locales para que puedan utilizar las imágenes satelitales, cada una de las cuales puede pesar hasta 5 gigabytes.

Por ello es necesario, agrega Pasapera, que los productos derivados de dichas escenas “en bruto” sean “digeribles” para los funcionarios de los gobiernos regionales y de los municipios. El camino ya está trazado. “Debemos mirar siempre al espacio”, concluye el general, “porque allí está el futuro”.

Mapeo

Pendiente. PerúSAT recibió la misión de mapear todo el territorio nacional. Debido a que la gestión de riesgo es prioridad, dicha tarea está avanzada solo al 70%. La idea es tener una “línea base” para planeamiento de distintos sectores.

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